Instituto de Investigaciones Biotecnológicas, Instituto de Nanosistemas, Notas de tapa
El Fondo SF500 del Grupo Bioceres y de la Provincia de Santa Fe invertirá 300 millones de dólares en 500 startups en los próximos 10 años. Una de las primeras cuatro empresas asociadas es Oncoliq SAS, liderada por investigadorxs del CONICET en el Instituto IBYME y en la UNSAM, que recibirá capital y apoyo para llevar al mercado productos para detección temprana de cáncer basados en tecnologías de biopsia líquida.
La biotecnología tiene la capacidad de desarrollar productos que revolucionen los campos de la salud, los alimentos, los biomateriales y el ambiente: desde semillas resistentes a las sequías a la detección de cáncer a partir de una pequeña muestra de sangre. Es la biorrevolución que se viene y en la que Argentina ya tiene algunos casos de éxito a partir de la articulación del sistema científico tecnológico público, con el sector privado: desde los desarrollos bio-nanotecnológicos de la UNSAM frente a la pandemia junto con las empresas Chemtest, Kovi, Adox, Inbio Highway y el Laboratorio Cassará, a los casos de Bioceres, Terragene y Keclon. Se trata de tres empresas radicadas en la provincia de Santa Fe, creadas también a partir de la articulación entre científicos argentinos e inversores del sector privado, que hoy exportan productos biotecnológicos a todo el mundo.
El potencial innovador de la biotecnología Argentina es mucho mayor y está más cerca de desplegarse a partir de la decisión estratégica de Bioceres y de la provincia de Santa Fe de crear el Fondo SF500 para invertir 300 millones de dólares en 500 startups en los próximos 10 años. La presentación del Fondo se hizo el 16 de marzo en la ciudad de Rosario y la UNSAM tuvo un lugar destacado: entre las primeras cuatro startups que recibirán inversión está Oncoliq, fundada por la investigadora del IBYME del CONICET, Adriana De Siervi y los investigadores del Instituto de Nanosistemas de la Escuela de Bio y Nanotecnología de la UNSAM: Marina Simian y Diego Pallarola.
En conjunto Simian, De Siervi y Pallarola lideran grupos de investigación con hasta 30 años de trayectoria en la academia. Hace un año decidieron crear la startup Oncoliq para llevar al mercado una nueva tecnología para detectar diferentes tipos de cáncer a partir de una muestra de sangre. La asociación de Oncoliq con SF500 es una muestra del potencial del proyecto.
Biotecnología aplicada a la detección temprana de cáncer: biopsias líquidas
“Hace cinco años, detectar diferentes tipos de cáncer con una muestra de sangre era un sueño. Ahora, las nuevas tecnologías y los rigurosos ensayos clínicos podrían poner esto a nuestro alcance. Detectar y diagnosticar el cáncer antes significa que puede haber opciones de tratamiento más efectivas”. La cita pertenece a Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, y fue dicha durante el relanzamiento de la iniciativa de lucha contra el Cáncer denominada “Cancer Moonshot”, el pasado 2 de febrero en la Casa Blanca (clic aquí).
Mientras la cantidad de publicaciones científicas que tratan sobre biopsias líquidas y cáncer crecen de manera sostenida en todo el mundo, Argentina no se queda atrás. De hecho, la startup Oncoliq es pionera en este campo. “Onco” por Oncología, “liq” por líquida.
“Estamos haciendo medicina traslacional: estamos llevando conocimientos del laboratorio básico a la clínica, porque estamos convencidos de que esta tecnología va a evitar muchas muertes. Uno de los factores que determina la sobrevida es el momento de detección. Estas nuevas tecnologías de biopsia líquida están buscando ofrecer métodos de screening de todos los órganos de una manera económica”, aseguró la Directora Ejecutiva de Oncoliq e investigadora de la UNSAM Marina Simian.
¿Pero qué son las biopsias líquidas? Simian lo explica así: cualquier fluido corporal (sangre, orina, etc.) puede ser utilizado para confirmar la presencia o ausencia de una patología. La idea es reemplazar o complementar procedimientos más invasivos y costosos, como tomografías, resonancias o ecografías.
“Las biopsias líquidas miden la presencia o ausencia de biomarcadores. El proceso de identificación de los biomarcadores requiere combinar técnicas de biología molecular y data science, con machine learning y estadística, a partir de bancos biológicos con muestras tumorales y datos públicos”, explicó De Siervi. Este proceso tan complejo ya fue completado por Oncoliq para biomarcadores de cáncer de mama y de próstata y la empresa ya está trabajando en la etapa validatoria para cáncer de próstata y está recolectando muestras de cinco tipo de tumores más. “El objetivo final es que con una muestra se pueda hacer un test de varios tipos de cáncer en forma simultánea”, resumió.
Actualmente hay un puñado de empresas en todo el mundo desarrollando biopsia líquida, a partir de la medición de diferentes moléculas, cada una con sus pros y sus contras. En Oncoliq miden microRNAs. Simian lo explicó así: “Los microRNAs son moléculas que están en todas las células humanas y que cumplen una función regulatoria. En los estadíos tempranos del desarrollo tumoral el balance entre los microRNAs cambia y se ve reflejado en la circulación en sangre. Lo que hace Oncoliq es descubrir cuáles son esos cambios que se producen para cada tipo de tumor y después desarrollar una plataforma para medir esas cantidades relativa de microRNAs y ofrecer una detección temprana de cáncer. No es un diagnóstico, porque no podemos decir qué tipo de cáncer de mama tiene la paciente, sino que es una herramienta de tamizaje”. Esta tecnología surgió del trabajo realizado durante seis años en el laboratorio de Adriana De Siervi, con la colaboración de Simian y Pallarola.
El objetivo de Oncoliq es llevar al mercado kits para detección de diferentes tipos de cáncer a partir de biopsias líquidas basadas en la detección de microRNAs. Para ese fin, estableció dos líneas de investigación y desarrollo: una línea dedicada a identificar biomarcadores para diferentes tipos de cáncer; y otra dedicada a desarrollar nuevas plataformas de detección de los microRNAs, más escalables y de menor costo que las PCR en tiempo real que están utilizando actualmente.
Oncoliq fue creada como Sociedad Anónima Simplificada en noviembre de 2021. Hace una semana presentó una patente provisional en Estados Unidos con autoría de las investigadoras Adriana De Siervi y su becaria Paula Farré y participación del CONICET. La patente está vinculada al kit de detección de cáncer de mama.
Los siguientes pasos para convertir la tecnología en producto tienen que ver con poner a prueba el producto en un escenario real y obtener la aprobación para su uso clínico. Es por eso que el kit de Oncoliq para Cáncer de Mama está siendo testeado en una prueba piloto en dos hospitales públicos: en el Militar Central y en el Posadas. El objetivo es que participen de manera voluntaria entre 500 y 1.000 mujeres sanas de entre 50 y 70 años, cuando proceden a realizar su control ginecológico anual.
Además del control estándar, la prueba piloto consiste en que una muestra de sangre sea procesada con el kit de Oncoliq y que las imágenes de las mamografías sean analizadas por Imago Systems. La tecnología de la empresa estadounidense se basa en el análisis con inteligencia artificial de las mamografías; permite analizar las estructuras de las glándulas mamarias y buscar cambios tempranos asociados al desarrollo de tumores. “Todo eso nos permite probar la tecnología en un escenario real y además que los médicos estén involucrados. El reclutamiento comenzó en septiembre y ya cuenta con más de 200 voluntarias. Esperamos completarlo para mitad de 2022”, aseguró Simian.
La detección de microRNAs en la prueba piloto se está haciendo con PCR en tiempo real, pero a futuro podría hacerse con otra tecnología. Pallarola dijo: “Nuestro objetivo es independizarnos del PCR para ir hacia sistemas que sean más amigables para el usuario y requieran menor capacitación, un procedimiento más flexible desde el punto de vista de la implementación y la transferencia. Estamos trabajando en dos plataformas. Una estrategia de biosensores moleculares, cuya detección es óptica. Y otra estrategia de tipo microchip orientado al sensado electroquímico. Están en distintas etapas de desarrollo. La primera está más avanzada”, contó.
“Esto apunta a ser un método de bajo costo y escalable. La PCR requiere un personal altamente entrenado y lo que está desarrollando Pallarola es para que se pueda usar con lugares con menos infraestructura”, aclaró Simian.
Cómo surgió
“Esto empezó hace un año. En febrero de 2021 me llamó Adriana y me dijo: ‘Marina quiero hacer una empresa especializada en biopsias líquidas, ¿Te querés asociar conmigo?’. Yo conocía el proyecto, porque fui jurado de varias tesis de sus becarios e incluso presentamos PICTs en colaboración. Diego Pallarola también estaba vinculado con el proyecto porque a partir de un evento que organicé en la UNSAM en 2017, entró en contacto con el grupo de Adriana, que se había interesado mucho en el potencial del biosensado”, contó Simian.
A la alianza entre investigadores se sumaron recursos claves del sector privado para el éxito de la empresa. Tal es el caso de Pablo Teubal, quien se desempeña como mentor de Endeavor.
“Pablo es una persona a la que le interesa mucho la biotecnología y con la que tengo un trato cotidiano. En su momento le conté que estaba emprendiendo con este proyecto y se sumó. Empezamos a hablar con fondos de inversión del exterior y terminamos dando con SF500 en octubre de 2021”, recuerda Simian. En noviembre de 2021 crearon Oncoliq SAS, integrada por De Siervi, Simian y Pallarola, como socios fundadores y con un consejo asesor integrado por Pablo Teubal y Osvaldo Pontiggia. Teubal está abocado a la parte financiera y de negocios. Pontiggia, quien completó su tesis doctoral bajo la dirección de Simian y luego cursó un MBA y focalizó su carrera en el área corporativa, es el especialista en llevar productos al mercado.
La UNSAM, líder en emprendimientos de bio-nanotecnología
La UNSAM tuvo una presencia importante en el evento de presentación del Fondo SF500. La comitiva de autoridades, investigadores, docentes y alumnos estuvo encabezada por la Vicerrectora de la UNSAM, Ana María Llois, y por el investigador del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Escuela de Bio y Nanotecnología (EByN), Diego Comerci. Ambos lideraron proyectos de transferencia tecnológica que se destacaron durante la pandemia: Llois con la transferencia de tecnología para los superbarbijos UNSAM-UBA-CONICET y Comerci con el desarrollo y producción de los kits de diagnóstico para COVID19 desde la empresa bionanotecnológica CHEMTEST que cofundó junto con colegas del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la EByN.
A partir de la asunción de las autoridades para el período 2022-2026, Comerci comenzó a desempeñarse como Subsecretario de Desarrollo e Innovación. Consultado sobre la presencia de la UNSAM en el evento, explicó: “Nuestra gestión está enfocada en trazar puentes entre el sector científico-académico y el sector productivo nacional, por eso teníamos que estar acá representando a la Universidad y acercando a más investigadores como Adrián Mutto y Juan Pablo Fededa, y al área de bioemprendedores liderada por Liliana Haim. Es muy probable que veamos más startups nacidas en la Escuela de Bio-Nano asociadas con este Fondo en los próximos años”.
No es casualidad que una startup que tiene entre sus fundadores a investigadores de la UNSAM esté entre las primeras 4 de 500 en asociarse al Fondo SF500. Para Comerci es una señal y un reflejo de dos cosas: del interés de los investigadores y tecnólogos de la UNSAM en generar valor a través de sus conocimientos, y de la originalidad y madurez de los proyectos que impulsan.
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