#TalentoUNSAM, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Notas de tapa
En el marco del proyecto “Caracterización ambiental y relevamiento de biodiversidad de humedales antárticos”, las becarias Yanina Sica y Luciana Burdman permanecieron dos meses en la Base Antártica Primavera recolectando datos sobre los distintos tipos de humedales existentes en la zona antártica especialmente protegida.
El 3iA participó de la última Campaña Antártica de Verano en el marco del proyecto “Caracterización ambiental y relevamiento de biodiversidad de humedales antárticos”, dirigido por los investigadores Gabriela Mataloni y Rubén Quintana, y en el que participan miembros de la UNSAM, el CONICET, el Instituto Antártico Argentino, el Botanic Garden Meise y la British Antarctic Survey.
El proyecto busca clasificar e inventariar los distintos tipos de humedales presentes en la zona antártica especialmente protegida (ZAEP) N.º 134 Punta Cierva —la cual es administrada por la Argentina— y caracterizar su biodiversidad sobre la base de diferentes grupos taxonómicos de organismos.
Las becarias del 3iA Yanina Sica y Luciana Burdman permanecieron dos meses en la Base Antártica Primavera (Punta Cierva) con el objetivo de generar un mapa de la zona, recolectar datos ambientales de los distintos tipos de humedales presentes y muestrear la vegetación y las distintas comunidades de microorganismos y artrópodos asociados.
La península antártica es una de las regiones del mundo que mayores cambios ha experimentado en los últimos años. Desde el punto de vista climático, en los últimos 50 años se ha observado un aumento en la temperatura media anual del aire de ~3 °C. Las temperaturas más altas durante el verano, el derretimiento de los hielos y la desaparición o retirada de los glaciares vienen generando grandes cambios en las condiciones ambientales que pueden impactar dramáticamente sobre la biodiversidad.
Por eso, desde la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar), se ha comenzado a plantear la necesidad de conservación de los humedales antárticos. Estos ecosistemas tan particulares son ambientes en los que el derretimiento del permafrost, los glaciares y los bancos de nieve dan como resultado la provisión de agua líquida durante el breve período estival (charcas, arroyos temporarios y parches de vegetación anegada, entre otros). Esta disponibilidad de agua permite la coexistencia de numerosas especies vegetales y de microorganismos, lo que determina una alta biodiversidad.
La información científica actual sobre los humedales antárticos y su biodiversidad es relativamente escasa y fragmentaria. Si bien existe gran cantidad de información sobre algunos sitios puntuales, esos humedales aún no han sido estudiados desde el punto de vista integral comúnmente usado en otras regiones del planeta. Hacerlo así —considerando al ecosistema como un paisaje con humedales— es fundamental para entender su funcionamiento y dinámica, y para poder evaluar las consecuencias de los cambios en el continente blanco.
A través del proyecto en convenio con el IAA, Mataloni y Quintana se proponen caracterizar los distintos tipos de humedales, así como su biodata asociada, señalar los principales focos de alta biodiversidad registrada en el sitio y, al mismo tiempo, comprender cómo la dinámica de ese mosaico de humedales influye sobre la diversidad y distribución espacial de la biota.
Junto con otros tres investigadores y nueve militares del ejército, Sica y Burdman partieron el 27 de diciembre de 2016 hacia Río Gallegos con destino final Antártida. Luego de dos días de vuelo a bordo del mítico Hércules y de posteriores navegaciones en barcos polares, las investigadoras arribaron a la Base Primavera, que había permanecido cerrada durante la mayor parte del año —se trata de una base temporaria que solo se habita durante el verano—. El Ejército argentino brindó la logística para que las tareas de investigación pudieran realizarse, dado que administra esa base.
Desde principios de enero, hasta mediado de marzo de 2017, Sica y Burdman recorrieron la ZAEP en búsqueda de distintos tipos de humedales. Allí tomaron muestras de agua, suelo y vegetación para analizar en los laboratorios del 3iA.