Marta Litter es doctora en Química por la Universidad de Buenos Aires y tiene un posdoctorado en Química de Polímeros por la Universidad de Arizona (Estados Unidos). Se desempeña como investigadora superior ad honorem del CONICET y como docente y consultora del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS) de la UNSAM.

“Es una enorme satisfacción recibir este premio. Estoy muy agradecida con el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde hice la escuela secundaria, y con la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Y, por supuesto, con la Comisión Nacional de Energía Atómica y con la UNSAM, donde pude desarrollar mi tarea durante tantos años”, dijo la científica.

Hija de científicxs —padre médico y madre bioquímica—, el interés de Litter por la ciencia es una herencia familiar. “Madame Curie me fascinaba, desde chica siento admiración por ella, era mi ídola”, contó. Hoy Litter es reconocida por colegas de todo el mundo.

Entre otras distinciones, obtuvo el Premio Mercosur de Ciencia y Tecnología en dos oportunidades —2006 y 2011— y fue elegida miembro de la Academia Mundial de Ciencias (2018). La científica se dedica específicamente al problema del arsénico, “un tema que permanece olvidado en América Latina, pero que es necesario estudiar porque puede tener consecuencias graves para la salud de la población”. Una tarea por la que cosechó premios, reconocimiento y admiración.

En 2021, Litter obtuvo dos nuevas distinciones: el premio Latin American Women in Chemistry 2021, que otorgan la American Chemical Society y la Federación Latinoamericana de Asociaciones Químicas (FLAQ), y el premio Dr. Eduardo Charreau a la Cooperación Científico-Tecnológica Regional, otorgado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias (AAPC) y la Asociación Interciencia (AI). En 2022, fue elegida como académica de número por la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente.

Madre de una arquitecta que vive en España y de un politólogo que la convirtió en abuela, Litter se define como una luchadora.  “Trabajé toda mi vida, sorteando dificultades y tristezas”, dice. Estuvo internada durante la pandemia, pero se levantaba todas las mañanas para trabajar. No piensa en retirarse y dice que, mientras pueda, seguirá aportando con su conocimiento. “Pasé momentos muy complicados. Viví exiliada en Venezuela, en México y en Estados Unidos, y regresé a la Argentina en 1984, ya en democracia. Pero, si miro atrás, no cambiaría casi nada de lo que viví”.

3iA, Ciencias Ambientales., destacada, Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, Instituto de Investigación ambiental, Premio Houssay a la Trayectoria