Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental

Día Mundial de la Tierra: Nuestro único hogar habitable

El 22 de abril se celebra el Día de la Tierra con la intención de generar conciencia frente a la realidad que enfrenta nuestro planeta. Cada año se elige un tema para celebrarlo, y en 2023 el lema es “invertir en nuestro planeta”. En esta nota, la Dra. Natalia Morandeira y el Dr. Facundo Schivo, investigadorxs de la EHyS, aportan sus miradas sobre este día.

El día de la Tierra se celebra desde que la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas declaró en el año 2009 al día 22 de abril como el Día Internacional de la Tierra, con el objetivo de generar una conciencia responsable ante los problemas a los que se enfrenta el mundo. Cada año, el lema es diferente. “Invertir en nuestro planeta” es el del año 2023, y se plantea como uno de los objetivos que para 2030 se puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad, y que lleguen a cero para 2050, entre otras campañas.

“Para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás”, canta Atahualpa Yupanqui. “Desde las ciencias ambientales y la ecología nos entrenamos para ver, luego preguntar, medir y sacar conclusiones sobre los fenómenos de la naturaleza.  Aprendemos a ser flexibles y a la vez rigurosas/os. A mirar los espacios naturales y también los sistemas socio-ambientales. A cambiar el foco, mirar con lupa o microscopio, después pisar el campo o la ciudad, y quizás alejarnos a observar continentes enteros con sensores remotos satelitales”, dice Natalia Morandeira, Profesora Adjunta de Ecología para Ingeniería Ambiental, e Investigadora Adjunta de la unidad ejecutora de doble dependencia IIIA-EHyS-UNSAM /CONICET.

 

 

“En este punto es clave la soberanía: para conocer nuestra tierra, amarla y defenderla, ¡qué importante es que seamos nosotras/os quienes nos hagamos las preguntas y les busquemos respuestas! Desde acá: con nuestra ideología y cosmovisión, también con conocimiento de nuestros problemas ambientales”, señala la investigadora. “En las universidades públicas creamos conocimiento sobre las tierras que habitamos, muchas veces con la gente del territorio y con herramientas abiertas o nacionales tales como sistemas satelitales argentinos. Desde acá: “Un mundo en cada gramilla, adioses en el cardal. Y pensar que para muchos la tierra es tierra nomás”.

Por su parte, Facundo Schivo, investigador del IIIA -EHyS-UNSAM CONICET, sostiene que “el planeta Tierra es nuestro único hogar habitable, conocido y alcanzable… Sin embargo, el ser humano con sus acciones, modos de vida y formas de extracción y uso de los recursos que provee el planeta ha generado profundos impactos en los sistemas naturales”.  Y añade que el ser humano ha estado modificando la superficie desde hace 8000 años, pero en los últimos 300 ha comenzado un proceso (¿irreversible?) de alteración tanto en la estructura como en el funcionamiento de los ecosistemas.

 

 

 

 

“El 75% de la superficie terrestre ha sido transformada con fines agro-productivos, y asentamientos urbanos. Los ecosistemas naturales se encuentran amenazados por la fragmentación, la contaminación y la drástica reducción de su superficie. Los humedales se han reducido en un 85% respecto a la superficie que ocupaban en el año 1700” detalla el investigador.

Hay más datos. “En la actualidad, la superficie cubierta por bosques en el mundo es de 4000 millones de hectáreas, pero se ha registrado una pérdida de casi 180 millones en los últimos 30 años. La emisión de gases de origen antrópico en la atmósfera está generando profundos cambios también en los océanos, que se han estado calentando y acidificando en los últimos casi 100 años”, enumera Schivo.

Y sigue. “Casi 850 especies se han extinguido por acciones humanas, de las cuales aproximadamente 750 se corresponden con animales y 100 a especies vegetales. Diferentes investigaciones sobre el estado y tendencias de los ecosistemas y las especies muestran resultados poco alentadores: se registran disminuciones alarmantes a tasas sin precedentes en la historia humana, que nos deja en las puertas de la sexta extinción masiva de especies y en la que el Homo sapiens probablemente sea una especie más que se pierda”.

“Nuestra supervivencia depende de la Naturaleza, es nuestra fuente de alimentos, de materiales para la confección de hogares, indumentaria, la base del conocimiento para la elaboración de medicamentos… Si no queremos ser otra especie que se extinga por las propias acciones humanas tenemos que realizar profundos cambios”, subraya el investigador.

Ante este escenario, las universidades tienen el enorme desafío de aportar conocimientos sobre nuestra tierra que nos permita “ver”, comprender y transformar nuestro entorno.

 

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Nota actualizada el 24 de abril de 2023

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