Por Alejandro Zamponi. Fotos: Pablo Carrera Oser

Los alimentos son la fuente de proteínas y de energía de los seres vivos, pero en ocasiones, son rechazados por los sistemas inmunológicos de algunos individuos, que desarrollan reacciones alérgicas. En humanos, una gran cantidad de alergias alimenticias son ocasionadas por la leche de vaca y sus derivados (quesos, yogures, helados y manteca): se la conoce como Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV) y es más frecuente en bebés y niños pequeños.

Para eliminar los síntomas, la única solución es reconocer la causa y no ingerir los alimentos que causan alergia. En ese sentido, la industria alimenticia debe implementar mecanismos tanto para rotular los alérgenos presentes en sus productos, como para garantizar que sus lotes de producción no sufrieron contaminación cruzada: que por ejemplo no quedaron trazas de proteína de leche de vaca en una salsa de tomate preparada en las mismas instalaciones.

Entre 2015 y 2018 un grupo de investigadorxs del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-EByN_UNSAM) desarrolló un método biotecnológico para detectar la proteína beta caseína, uno de los principales alérgenos que están presentes en la leche de vaca, mediante un inmunoensayo que utiliza anticuerpos monoclonales. Daniela Castillo, por entonces becaria posdoctoral bajo la dirección del doctor Alejandro Cassola, estuvo a cargo del desarrollo y lo explica así: “Un hibridoma es una línea celular híbrida capaz de producir anticuerpos monoclonales. La técnica fue desarrollada por el científico argentino Cesar Milstein y le valió el Premio Nobel en química. Nosotrxs lo que hicimos fue seleccionar hibridomas capaces de producir anticuerpos específicos contra la beta caseína”.

La investigadora de la UNSAM Daniela Castillo

Además del anticuerpo desarrollado en UNSAM existen otros anticuerpos policlonales que cumplen la misma función: son los que utiliza la empresa alemana R-BIOPHARM para su kit de detección de alérgenos en la leche, considerado el “gold standard” dentro de la industria alimenticia. “Nuestro inmunoensayo tiene la misma sensibilidad que el kit de R-BIOPHARM, una de las más altas que se ofrecen en el mercado. Por eso tenía sentido que incorporaran nuestros anticuerpos a su portfolio de productos”, aseguró Castillo, quien actualmente se desempeña como investigadora adjunta del CONICET en IIB-EByN_UNSAM.

La directora de transferencia del Vicerrectorado de la UNSAM, Susana Levy, estuvo a cargo de las negociaciones con R-BIOPHARM. “En agosto de 2022 firmamos un acuerdo de licencia mundial, no exclusiva, con tres hitos. El primero hito consiste en enviar a Alemania los hibridomas refrigerados. Allá los utilizarán para producir los anticuerpos monoclonales y confirmar que tienen la calidad necesaria. De completar los tres hitos, comenzaría su comercialización”, explicó Levy.

Castillo trabaja actualmente en otros dos proyectos: uno para detectar al Virus Zika (perteneciente a la misma familia que el Virus Dengue) y otro para detectar al Virus del Papiloma Humano (HPV), que es el principal agente etiológico del cáncer de cuello de útero (CCU).

Respecto a la importancia de esta transferencia, Castillo dijo: “Es un orgullo que un desarrollo hecho en el laboratorio llegue al mercado. Pero además, el hibridoma que estamos transfiriendo fue mi primer proyecto en la UNSAM. Con ese desarrollo adquirí la base de los conocimientos que utilizo actualmente en mis dos proyectos. El objetivo es que podamos hacer más transferencias”.

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