La inequidad en el acceso a vacunas para COVID-19 visibilizó en todo el mundo el reclamo de #LiberenlasPatentes. Las patentes otorgan a quienes las obtienen un derecho de explotación exclusivo durante 20 años. En América Latina la posibilidad de patentar medicamentos llegó, en la mayor parte de los países, con el cambio de siglo. Fue empujada por las potencias mundiales mediante acuerdos internacionales de comercio. En ningún país del mundo se han permitido patentes sobre medicamentos en fases tempranas de su desarrollo. En Europa, sólo Francia, Gran Bretaña y Alemania permitían patentar medicamentos antes de 1970. 

La motivación para que no existan monopolios de explotación económica de este tipo de productos es clara: no restringir la oferta, para que la salud esté al alcance de todxs. La argumentación a favor de las patentes es que sin ellas no habría incentivos para innovar o que las soluciones llegarían más tarde. Hoy por hoy casi todos los países del mundo permiten patentes sobre medicamentos. Pensar cómo cambiar este tipo de regulaciones o gestionarlas para el bien común requiere de acuerdos globales. Tal vez la pandemia abra una ventana de oportunidad para actuar globalmente.

A partir de esta situación, surgen las preguntas: ¿Cuáles son las experiencias de uso de patentes para investigación en salud?, ¿qué ventajas y desventajas tiene este sistema? ¿cómo se las puede gestionar para el bien común?, ¿qué alternativas tenemos o nos imaginamos? . Estas serán el puntapié inicial para desarrollar el debate en la Mesa de Diálogo coordinada por Valeria Arza, investigadora independiente de CONICET con lugar de trabajo en CENIT-EEyN-UNSAM.

En esta mesa participarán:

Juliana Cassataro, quien dirige el grupo de investigación sobre Inmunología, enfermedades infecciosas y desarrollo de vacunas en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-UNSAM, IIBIO CONICET). Juliana es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Mar del Plata y Doctora en Inmunología de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es Investigadora Principal del CONICET y Profesora Asociada en la UNSAM.

José Di Bello,  forma parte de la Fundación GEP y trabaja por el acceso a medicamentos y el derecho a la salud en Argentina y América Latina. También es parte de la Red Latinoamericana por el Acceso a Medicamentos (RedLam).

Esteban Burrone, es Jefe del área de Políticas del Medicines Patent Pool (MPP) y uno de los miembros fundadores de esta institución que se ocupa de la negociación de acuerdos de licencia para mejorar el acceso a medicamentos patentados en países de renta media y baja.  Entre otras funciones, Esteban coordina las interacciones del MPP con gobiernos, organizaciones intergubernamentales, el sector académico y las organizaciones de la sociedad civil. 

La Semana de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación se realizará del 6 al 10 de septiembre, de manera virtual. Para participar de estos eventos, debes inscribirte en este link. También podes ingresar en la web de la SIDI para tener más información. 

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