Escuela de Humanidades, home, LICH - Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas

Jóvenes y violencia histórica: ¿Por qué es importante conocer los Sitios de Memoria?

Estudiantes y docentes de colegios secundarios de Lomas de Zamora visitaron junto con investigadorxs de nuestra Escuela de Humanidades diversos espacios vinculados con la última dictadura militar y con otros episodios de violencia institucional. ¿El objetivo? Impulsar una pedagogía de la memoria que permita conectar los traumas del pasado con las experiencias íntimas y comunitarias del presente.

Por Verónica Engler

“Estoy viendo a mis amigos caminar por la reserva mientras se ríen”, dice una voz adolescente mientras empieza a sonar Los dinosaurios, de Charly García. “Creo que nos impactó porque eran jóvenes como nosotros, a los que lamentablemente les tocó vivir esa tragedia”. Esto es un fragmento del podcast producido por un grupo de estudiantes de la Escuela Media N.º 6 La Simbólica de Banfield. La voz hace referencia a la Reserva Natural Municipal Santa Catalina, ubicada en el partido de Lomas de Zamora, y a lxs integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios de la ciudad de La Plata que el 16 de septiembre de 1976 —lo que se conoció como la Noche de los Lápices— fuerxn secuestradxs y enviadxs al Pozo de Banfield, uno de los principales centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que, por entonces, funcionó en la provincia de Buenos Aires.

El podcast es parte del proyecto “Cartografías íntimas en comunidad”, una iniciativa de intervención-investigación sobre la memoria local coordinada por investigadorxs de la Escuela de Humanidades (EH) de la UNSAM y realizado con estudiantes y docentes de escuelas de nivel secundario de Lomas de Zamora. “La propuesta del proyecto no fue trabajar únicamente memoria y terrorismo de Estado, sino cruzar esa memoria con otras memorias traumáticas como la del Holocausto o la de la Masacre de Budge (1987), recreando además memorias relacionadas con elementos placenteros y por eso lo afectivo era importante”, cuenta Mónica Szurmuk, integrante del Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas (LICH/UNSAM-CONICET) y directora del proyecto.

Realizado durante 2022 y 2023 en escuelas secundarias del partido de Lomas de Zamora, “Cartografías íntimas en comunidad” se concretó en el marco de la Red Educación, Justicia y Memoria, que nuclea a investigadorxs, educadorxs y organizaciones de la sociedad civil comprometidxs con la enseñanza y el aprendizaje de pasados violentos en el Sur Global. En total participaron 145 estudiantes y 8 docentes de la Escuela Normal Mixta Antonio Mentruyt (ENAM) y 45 estudiantes y 3 docentes de la Escuela Media N.° 6 La Simbólica, ambas ubicadas en la zona céntrica de Banfield, y 40 estudiantes y 4 docentes de la Escuela Media N.° 56, ubicada en Villa Fiorito, muy cerca del Puente de la Noria.

“El proyecto se desplegó en tres instancias: una primera centrada en recorridos por el barrio, una segunda en talleres artísticos en los que se trabajaron las experiencias de estos recorridos y una tercera de puesta en común a nivel comunitario y de investigación a nivel académico”, detalla Szurmuk. La primera etapa incluyó recorridos por el ex Pozo de Banfield, hoy sitio de memoria vinculado al terrorismo de Estado, y por el Cementerio Judío Ashkenazi de Lomas de Zamora, que contiene espacios destinados a las víctimas del Holocausto y de los atentados terroristas contra la Embajada de Israel (1992) y contra la Asociación Mutual Israelita de la Argentina (1994). Además se visitaron sitios que no están específicamente marcados, como el Hogar Casa de Belén, una casa de guarda para niños que depende de la Parroquia de la Sagrada Familia (Banfield), donde se alojaron ilegalmente a hijxs de militantes desaparecidxs o asesinadxs durante la dictadura.

La visita a la Reserva de Santa Catalina, uno de los principales pulmones verdes del Gran Buenos Aires, quedó para lo último. “Durante el trayecto desplegamos un abanico histórico que abarcó desde la exploración de las implicancias del colonialismo en nuestro territorio hasta la violencia de nuestros días, buscando poner de relieve las continuidades y las tensiones de las formas pasadas y presentes de la violencia”, cuenta Szurmuk. “Los distintos lugares que visitamos les permitieron articular la experiencia de los espacios de memoria ya señalizados con otros que registran otro tipo de experiencias de la memoria, que siempre es multidireccional”.

 

Vivir para contarla

La idea de la “multidireccionalidad de la memoria” fue propuesta por el investigador estadounidense Michael Rothberg hace más de una década en su libro Multidirectional Memory: Remembering the Holocaust in the Age of Decolonization (Memoria multidireccional: recordando el Holocausto en la era de la descolonización) para refutar la idea de que las memorias de hechos traumáticos se desplazan la una a la otra en el espacio público.

Por el contrario, para este autor las memorias operan de manera productiva potenciándose unas a otras, de modo que el resultado de la circulación de múltiples memorias no es menos memoria sino más. Así, las memorias sobre la última dictadura no compiten con las del Holocausto, ni estas con las de las masacres de los pueblos indígenas de nuestro territorio, por ejemplo. “El concepto de propuesto por Rothberg fue fundamental para analizar las formas en que las distintas memorias ingresaban y dialogaban en el espacio público”, dice Lucas Saporosi, especialista en Estudios de la Historia Reciente e integrante del equipo de investigación que dirige Szurmuk. “Nos interesaba sobre todo proponer formas singulares e íntimas de transmisión de la memoria que les permitieran a los y las participantes construir herramientas creativas para la producción de sus cartografías”.

Durante las visitas (que fueron registradas en este video) lxs estudiantes pudieron reelaborar una serie de premisas trabajadas en charlas y encuentros previos. La idea fue aprovechar esas salidas no solo para tener la experiencia directa de cada uno de esos sitios, sino también para reunir información y materiales que luego pudieran ser útiles para los proyectos que cada unx desarrollaría en distintos talleres artísticos: fotografía, escritura creativa, mural, podcast y narrativas digitales. También se realizó un taller sobre memorias y archivo en la ENAM que tuvo como objetivo relevar y reconstruir historias de vida de militantes detenidxs desaparecidxs de Lomas de Zamora. La propuesta buscó desarrollar un trabajo de archivo para acercarse a esas historias y comprenderlas en su especificidad local. En el taller se puso especial énfasis en la reconstrucción de las biografías de militantes que fueron estudiantes, graduadxs y/o docentes de la propia Escuela Normal (una de las escuelas secundarias de Argentina con mayor cantidad de víctimas del terrorismo de Estado, junto con el Colegio Nacional de Buenos Aires y el Colegio Nacional Rafael Hernández de La Plata) y de otras escuelas de la zona.

“El concepto de cartografía que va desde lo espacial a lo social nos permite focalizar en espacios determinados en los que podemos pensar en hechos, lugares, sujetos que han transitado lo traumático desde perspectivas diversas”, reflexiona Noelia Lynch, docente e investigadora de la UNSAM especialista en literatura infantil y juvenil. “Encontramos que estas diferentes capas de la memoria y la vinculación entre cada una de ellas permite establecer relaciones que favorecen la transmisión desde la experiencia. No es un discurso unidireccional en el que se cuentan los hechos, es una diálogo entre subjetividades que potencian la transmisión intergeneracional del pasado y el presente traumático”.

En la Reserva Santa Catalina lxs estudiantes conversaron con el biólogo Alberto de Magistris sobre los humedales y la cuestión ambiental, y recorrieron la reserva con el especialista en patrimonio Bruno Cariglino y con la directora del Museo MagNa, Adriana Fiedczuk. Del recorrido también participaron artistas, referentes del movimiento de derechos humanos de la zona y miembros de ONGs. Se habló de flora y fauna en peligro de extinción, de los riesgos ambientales por la explotación indiscriminada de los recursos naturales, pero también de la colonización y genocidio de los pueblos indígenas. Lxs estudiantes aprovecharon la visita para juntar basura dispersa por la reserva y para colectar materiales que luego utilizaron en collages para los fanzines y los murales. Tomaron notas, sacaron fotos, grabaron audios y también se dieron un tiempo para charlar sobre sus vivencias en cada uno de esos lugares.

“Hubo momentos en los que nos pareció muy fuerte lo que estábamos viviendo, ya que se sentía en los lugares la energía tensa o el ambiente pesado que había dejado el trauma”, cuenta Victoria González Bootz, estudiantes de la escuela La Simbólica. En ese marco de intimidad y comunidad, surgieron varias de las ideas que luego incorporaron a sus producciones y a la cartografía colectiva.

 

Nuevos mapas

¿Puede el cruce entre experiencias íntimas, comunitarias y locales habilitar la producción de narrativas novedosas sobre la violencia estatal y sus relaciones con el presente? ¿Qué papel juegan la intimidad y lo comunitario en la enseñanza y en la elaboración de memorias sobre las violencias del pasado, especialmente en las generaciones que ya no tienen contacto personal con esos hechos? ¿Qué aportan lo local, lo íntimo y lo comunitario a las pedagogías de la memoria?

Estas son algunas de las preguntas que guiaron el proyecto “Cartografías íntimas en comunidad” y que permitieron investigar la posibilidad de pensar el tiempo histórico de manera más amplia y de intervenir en modos de concebir los espacios que se habitan cotidianamente. Como propuesta general, interesaba explorar la posibilidad de que lxs adolescentes que participaron pudieran crear sus propias cartografías, atentas al trauma del pasado, pero con perspectivas de intervención a futuro.

“Yo creo que fue una experiencia muy positiva”, dice Julieta Altamirano, docente de la materia Imagen y Nuevos Medios en la Escuela Secundaria N.º 6 La Simbólica. “Si bien hay jóvenes comprometidos e interesados en temas relacionados con la memoria y lo sucedido durante la última dictadura militar, hay otros que por diferentes motivos están más alejados. Y en este caso particular conocer historias en primera persona, recorrer lugares cercanos a la escuela, a sus ámbitos cotidianos, generó otro interés en ellos”.

Uno de los fanzines realizados por lxs estudiantes se llama Huellas y en sus collages se pueden ver imágenes de la Junta Militar y lemas como “Crimen y castigo”, o la foto de Santiago Maldonado con letras pegadas formando el vocablo “Memoria”. La publicación incluye también flores secas que fueron recogidas en la Reserva, recordatorios de personas desaparecidas por la dictadura y notas que piden “Justicia”. Otro de los fanzines realizados es Memorias del arte, en el que aparecen “Los zombies del barrio” con fotos del cementerio judío, además de fotos de los murales realizados e imágenes que ilustran temas relacionados con la luchas contra la discriminación de los movimientos por la diversidad sexual.

A lo largo del proyecto, estudiantes y docentes confeccionaron una cartografía colectiva que visibilizó todo el trabajo hecho y que mostró una forma singular de reconocer las marcas del pasado en el presente. Entre los recorridos y la actividad artística se potenció la posibilidad de elaborar memorias propias que comprometieron a lxs estudiantes.

Cartografías íntimas en la VIII Feria de Ciencias Humanas y Sociales de la UNSAM

Luego de los recorridos por el barrio y de la realización de los talleres artísticos en los que se elaboraron las producciones artísticas, el proyecto “Cartografías íntimas en comunidad” hizo su puesta en común en la VIII Feria de Ciencias Humanas y Sociales de la UNSAM.

“Para mí fue una experiencia muy fuerte. De alguna forma, marcó una diferencia para todos nosotros”, contó Victoria González Bootz, egresada de la escuela La Simbólica de Banfield que participó en casi todos los talleres y desarrolló muchas de las obras que se presentaron en la Feria.

“En escritura creativa hicimos híbridos de poemas y collages mezclando palabras. Interpretamos libros ya escritos y pusimos en papel lo que sentíamos. En el taller de fotografía hicimos un súper fanzine compilando cada una de las páginas que habíamos creado con las fotos del recorrido. En el podcast contamos las cosas que más nos impactaron. En narrativas digitales realizamos un video humorístico con anécdotas del recorrido utilizando videos, fotos y grabaciones de audio”, detalló Bootz, que hoy estudia Biotecnología en la UNSAM.

, , , , , ,

Nota actualizada el 3 de abril de 2024

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *