La igualdad de género es un derecho humano fundamental y una condición necesaria para una vida democrática plena. A pesar de los avances significativos que hemos visto en las últimas décadas, aún persisten las demandas de igualdad y las injusticias en múltiples aspectos de la vida social que van desde la violencia física hasta las desigualdades económicas y la dispar carga en las tareas de cuidado.

Es por eso que debemos seguir trabajando colectivamente para garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades independientemente de su identidad de género. Como comunidad universitaria, debemos comprometernos a crear un ambiente en el que todas las personas sean valoradas y respetadas, sin importar su género. Dentro y fuera de la universidad, debemos comprometernos a eliminar la brecha salarial de género, promover la igualdad de acceso a la educación y la atención médica y poner fin a toda forma de violencia y discriminación basadas en las diferencias de género.

Nota actualizada el 8 de marzo de 2024