La doctora Marta Litter recibirá un premio que estará en sus manos el próximo año, un un Congreso del que participará en Brasil.

“Hay diversas categorías de premios”, explica Litter. “El que me han otorgado es el premio Cipoa para los investigadores senior, y es para quienes hemos trabajado durante varios años en los campos de investigación”, explica que a ella le van a otorgar el premio de investigador distinguido. La entrega será el año próximo, porque es bianual.

¿Qué significa este reconocimiento  para usted?  

“Para mi es un honor recibir este premio. Significa que haber sido capaz de establecer nuestro conocimiento y compartirlo con la gente, para todos los que podamos, al nivel que sea”, dice Litter. “Es muy importante el reconocimiento porque estos congresos son para latinoamericanos, o iberoamericanos, y que países como los nuestros puedan desarrollar esta tecnología, que además no son caras y pueden ofrecer soluciones para la población”, agrega la investigadora.

En 2016 me dieron un premio como la pionera de fotocatálisis en la argentina, yo estaba trabajando mucho en eso. Ahora me volqué más a las nanopartículas. Y es muy importante el reconocimiento porque estos congresos son para latinoamericanos, o iberoamericanos, y que países como los nuestros puedan desarrollar esta tecnología, que además no son caras y pueden ofrecer soluciones para la población.

“El caso del arsénico es muy importante en nuestro país, porque somos el tercer país en el mundo con problemas de arsénico en aguas subterráneas. El consumo de agua con arsénico por tiempos prolongados en pequeñas cantidades causan trastornos a la salud”, explica Litter.  Lamentablemente, América Latina es el continente olvidado, nadie le da la importancia que se merece. En mucha zonas de nuestro país tenemos grande cantidades de arsénico en aguas subterráneas y es de ahí de donde se aprovisiona la gente para beber.

El problema del arsénico es que es un veneno invisible. No tiene gusto, sabor ni olor y podés estar tomando agua sin saberlo,  y al cabo de unos años desarrollar algún tipo de lesión. “Nosotros usamos fotocatálisis heterogéneas y nanopartículas de hierro o hierro para eliminar arsénico del agua. Yo me dediqué en los últimos tiempos a los metales y metaloides. al plomo, al cromo, al uranio para eliminarlos del agua”, añade.

“Yo creo que el arsénico debería ser política de estado.  Hay un caso interesante que siempre cuento, como el de Costa Rica”, avisa.

La mayoría del arsénico es natural, estará siempre presente en las aguas. “En Costa Rica, que es un país chiquito, pero muy interesado en lo ambiental, descubrieron que el 3 por ciento de las aguas estaban contaminadas con el arsénico. Entonces todas las ONG hicieron campañas y lograron que la empresa de agua AYA pusiera unos filtros que no son excelentes, pero son algo”, enfatiza.

“Y a mi siempre me gusta difundir lo que una hace como científica”, cierra.

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