Del CUSAM al Campus, lxs flamantes graduadxs de la Diplomatura en Arte y Gestión Cultural compartieron con la comunidad universitaria los proyectos trabajados durante la cursada, que abarcan temas como el reciclaje, el deporte, la música y la salud. “Así es como recogemos los sentidos que tiene el arte, transversal a todos los factores implicados en el territorio”.
El viernes pasado lxs estudiantes del CUSAM protagonizaron un encuentro único en la Escuela de Arte y Patrimonio (EAyP), donde compartieron sus experiencias como parte de la cohorte 2022 de la Diplomatura en Arte y Gestión Cultural. Días atrás habían recibido sus diplomas en un emotivo acto dentro de la Unidad Penitenciaria N° 48 de José L. Suárez y ahora, en el Campus Miguelete, reflexionaron sobre los proyectos con los que se animaron a soñar desde el principio de la cursada.
Año a año esta formación abre la posibilidad de estudiar tanto a personas privadas de su libertad como a trabajadoras y trabajadores del Servicio Penitenciario Bonaerense. Nació en 2019 y cada vez son más lxs que encuentran motivación para realizarla. La cohorte 2022 contó con 22 diplomadxs y el año en curso tiene 36 estudiantes nuevxs. Además se está realizando por primera vez en Uruguay, donde cursan de manera virtual otras 42 personas. Todo esto se basa en el objetivo principal del CUSAM: transformar no sólo a los sujetos sino también a las instituciones.
“Hay trayectos que la universidad nunca imaginó para sí misma”, expresó en el encuentro Marcos Perearnau, director del CUSAM. “Para nosotros esta no es una diplomatura más, porque tiene la forma y las manos de nuestros estudiantes, complementada con la experiencia de nuestros docentes y talleristas. Esa imaginación que parió el CUSAM es algo que como Universidad tenemos que entender conceptualmente, formular en un saber y recuperarlo para seguir transformando el contexto de encierro”.
A 21 días de recuperar su libertad, Ezequiel cuenta cómo es el proyecto que ideó en el transcurso de la diplomatura. “Con mi equipo pensamos en implementar una sociedad de fomento. Yo me crié en un centro cultural de mi barrio, un espacio que todavía existe, y diseñamos un proyecto para implementar ahí, de fútbol y vóley, que rompa con la brecha de género para que las mujeres también tengan la posibilidad de participar”. Su familia lo acompañó con emoción y orgullo el día que recibió el diploma y ahora lo esperan en casa, justo dos días antes del cumpleaños de su mamá. “Sé que voy a hacerle el regalo más grande, voy con mi título”, celebró. Sobre su proyecto, se anima a soñar más allá y comenta que “sería bueno llegar a barrios de emergencia, para que los chicos tengan la oportunidad que nosotros no tuvimos y se rompa esa diferencia”. También está pensando en un taller de cerámica, algo que conoció en CUSAM y que no existe puertas adentro en los barrios.
Otros proyectos fueron el de Leonardo Falcioni, que trata sobre integracion y concientizacion sobre el manejo de residuos urbanos; Matías Ramirez, Yamila Pérez Correa y Daniela Fioriti se proponen juntar donaciones para quienes están en internados en hospitales públicos; Sergio Fernández quiere ayudar a los centros culturales de Moreno con la incorporación de TICs a la formación de infancias y adolescencias; Rafael Zapata, Lorena Unrein y Natalia Montiel pensaron talleres artísticos y de oficios para el barrio Las Praderas; Patricia Notta, Vanesa Savio, Mariel Savio y Daniel Diaz propusieron un taller de rap; Gonzalo Aieta, Luciana De La Vega, Marcos González y Pedro B. Vizcarra proponen un taller de salud sexual y reproductiva en el penal; Ezequiel Ojeda Lazarte, David Basaldua, Julio Carbonell y Federico Amarilla propusieron actividades deportivas para el club Los Vecinos de Tigre; Ariel Silva y Daniel Lencina pensaron un proyecto de luthería social.
“Los proyectos que fueron diseñando a lo largo de todo el año tienen forma de futuro, son semilla. La imaginación tracciona hacia adelante, se trata de que conversemos cómo ustedes construyen ese afuera. Así es como recogemos los sentidos que tiene el arte, transversal a todos los factores implicados en el territorio. Esa construcción es comunitaria y por eso está toda la comunidad unviversitaria hoy acá”, sostuvo Perearnau. “Este es un encuentro muy importante porque, cuando ustedes vienen al Campus, la UNSAM se completa como proyecto universitario en el territorio. Por eso este es un momento de agradecimiento hacia ustedes”.
El evento contó con el acompañamiento de las familias, los docentes, las organizaciones del territorio, centros juveniles de San Martín, personal del Servicio Penitenciario Bonaerense y autoridades de la Escuela de Arte y Patrimonio y el Programa de Articulación Territorial UNSAM.
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