Por Gaspar Grieco. Fotos: Pablo Carrera Oser 

Fueron tres jornadas a toda máquina: 10 pantallas en simultáneo, más de 120 presentaciones de posters, 5 mesas redondas, exhibición de libros, paneles de debate y conferencias sobre desarrollo social, cultural y económico; problemáticas ambientales; democracia, ciudadanía y desigualdades; salud y bienestar; sociedad digital, tecnología y fronteras del conocimiento. También hubo tiempo para celebrar y fantasear con profesiones alternativas.

“La idea de estas jornadas fue que nuestros investigadores y estudiantes pudieran interactuar. Fue sumamente importante porque permitió transversalizar la tarea de investigación, desarrollo, innovación y transferencia que hacemos en la UNSAM”, dijo la vicerrectora Ana María Llois.

Por su parte, Diego Comerci, subsecretario de Desarrollo e Innovación, destacó: “Tres días intensivos en los que nos juntamos todos los investigadores de todas las unidades académicas de la Universidad para mostrar lo que estamos haciendo, encontrar temas comunes y enfocarnos en visiones multidisciplinarias para poder abordarlas y generar respuestas”.

Silvia Grinberg, subsecretaria de Investigación, celebró: “Esto es potencia: conocernos. Cruzar un poco la calle, ver qué hace el vecino e inspirar nuestros propios proyectos de investigación a partir de la escucha compartida”. Las palabras de la directora del Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas (LICH) fueron la premisa que guió el espíritu del evento. Una ambiente distendido y relajado se reflejaba en las sonrisas y miradas de asombro de economistas, biólogxs, politólogxs y químicxs de todas las edades, entre otrxs profesionales, que luego de las presentaciones se pasaban los celulares y los mails para encarar nuevos proyectos.

El rector Carlos Greco festejó las jornadas y dejó una reflexión: “Celebro este hábito de poner en común, de dialogar alrededor de las grandes preguntas que nos hacemos y que todos y todas pongamos esos saberes para dar respuestas a problemas de la sociedad”.

“Es interesante poder ver lo que está pasando en otras Escuelas. Poder vincularnos así está buenísimo”, dijeron Ana Bonelli Zapata y Florencia Rodríguez, becarias del Centro de Investigaciones en Arte y Patrimonio (CIAP) de la Escuela de Arte y Patrimonio (EAyP) que forman parte del proyecto Arte e Industria y estudian aquellos objetos industriales que si bien no forman parte de las bellas artes tienen un anclaje estético. “Por ejemplo, tapices, vajilla de porcelana, muebles de lujo, arquitectura, monumentos, revistas ilustradas, mapas ferroviarios. Una gran cantidad de objetos que, si bien participan a través de la materialidad de los mismos discursos de las bellas artes, están orientados a un público de circulación diferente”, cuentan.

Pablo Vazzano, becario del Instituto de Transporte de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, destacó: “Me parece que como actividad es clave para empezar a habitar este nuevo espacio de la Universidad y para vincularnos y conocernos entre los investigadores”. El joven investigador estudia la composición de la flota de camiones de transporte de granos y la manera en que su actividad se puede poner en línea con los objetivos de desarrollo sostenible.

En esa línea, también opinaron Marcela Brocco, investigadora de la Escuela de Bio y Nanotecnologías en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas, que investiga los efectos del estrés crónico sobre el sistema nervioso, y Natalia Morandeira, investigadora del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, que estudia el desarrollo de aplicaciones a partir del uso de datos del satélite argentino SAOCOM para el monitoreo de humedales.

Debates y saberes

Las mesas de debate abordaron temas tan diversos como controversiales y alentaron la discusión en las cinco áreas de interés en las que navegaron todas las presentaciones de los investigadores: desarrollo social, cultural y económico; problemáticas ambientales; democracia, ciudadanía y desigualdades; dalud y bienestar; dociedad digital, tecnología y fronteras del conocimiento.

Esteban Serrani, investigador de la Escuela IDAES y especialista en sociología del desarrollo expuso sobre las problemáticas actuales de la industria y señaló la necesidad de contar con una adecuada “política energética” en la mesa “Desarrollo social, cultural y económico”. “En América Latina necesitamos crear una agenda alternativa a la que se nos impone desde los centros de poder. Al mismo tiempo, tenemos que preguntarnos si mitigar los efectos del cambio climático va a mejorar las condiciones de desigualdad”.

Por su parte, Mariana Saidón, investigadora de la Escuela de Política y Gobierno, expuso en la mesa “Problemáticas ambientales”, en la que habló sobre economía circular y señaló que “hacen falta cambios disruptivos para alentar la redistribución del ingreso para salir de la pobreza y solucionar el problema de los residuos del país”. “Es una cuestión política”, manifestó.

Finalmente, en la mesa de cierre, el director del Centro de Rediseño e Ingeniería de Proteínas (CRIP), Fernando Goldbaum, destacó el carácter transdiplinario de las jornadas y propuso encarar las futuras investigaciones cos esta premisa: “Los investigadores estamos muy centrados en nuestras investigaciones y no vemos las falencias del sistema. El país necesita desarrollo y nosotros desde la UNSAM tenemos que trabajar en ese sentido. La ciencia se hace desde la interdisciplina y esta jornada es un ejemplo hermoso para que eso suceda”.