La mesa redonda contó con la moderación de Daniel Cicerone, coordinador del Doctorado en Ciencia y Tecnología mención química. El moderador abrió el panel presentando las iniciativas de la Organización de Naciones Unidas durante los últimos veinte años. A través de los Reportes de la situación hídrica fue reseñando la evolución del abordaje multidisciplinar del agua por dicho organismo.
Cicerone sostuvo que a nivel global “1 de cada 4 personas probablemente vive en un país afectado por la problemática de escasez crónica de agua dulce”. Además planteó que según esos reportes el 74 % de los desastres naturales entre 2001 y 2018 está relacionado con el agua. Esto implica reconocer que para la sociedad en su conjunto la problemática del agua es un tema que tiene vigencia y que amerita una atención especial.

Luego de la presentación, la Ing. Ingrid Kliman, docente del IT-EHyS, se refirió al punto de vista del Transporte sobre el agua. Para esto, analizó la importancia que reviste el modo acuático de transporte para el comercio internacional. De acuerdo a Kliman, “en el mundo el 85% de la carga está movilizada a través del agua”.
Una consecuencia de la preminencia de la matriz marítima del transporte de cargas es la baja emisión de gramos de carbono por 1 tonelada. Esto implica, sostiene la docente, “que el modo marítimo genera menor contaminación que otros modos”.  En su exposición también planteó las diversas formas de contaminación ambiental del modo acuático. Entre ellas, Kliman se refirió a las “Aguas de lastre” y su impacto ecológico negativo; a las emisiones de azufre, aguas sucias, contaminación por hidrocarburos y emisión de GEIs, entre otros.

La segunda exposición estuvo a cargo de la Dra. Marta Litter, investigadora del 3iA-EHyS, quien abordó el agua como derecho humano. En su presentación, comenzó tratando los diversos tipos de contaminación en aguas, – como la contaminación biológica (bacterias y virus), mineral e inorgánica, orgánica y contaminación radioactiva. También describió las fuentes de contaminación según actividad o facilidad. La investigadora dedicó un segmento de su exposición a identificar las principales industrias contaminantes (alimenticia, láctea, papel, metalúrgica, petróleo, minería, etc.), y las fuentes de contaminación por arsénico en aguas subterráneas y superficiales.

Otro aspecto relevante de la exposición de Marta Litter fue el abordaje de las enfermedades hídricas, es decir, de aquellas que se relacionan con el agua contaminada o saneamiento deficiente. En vista a proponer orientaciones para las políticas públicas en la materia, Litter identificó el 28 de julio de 2010 como el momento en el que la Asamblea de Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua.

Litter remarcó la importancia que tiene el agua potable, segura y el saneamiento para ser considerado un derecho humano, base indispensable sobre la que se asientan otros derechos sociales, económicos y culturales. Entre sus conclusiones y recomendaciones sobre el problema del agua plantea que “en Argentina el agua segura, el saneamiento y la presencia de arsénico deberá ser política de estado en los gobiernos nacional, regionales y locales” y que es necesario brindar a las comunidades “sistemas adecuados y sustentables para el saneamiento del agua con instalación de redes de agua potable”.

En la última exposición, el Arq. Demián Rotbart, docente-investigador del IA-EHyS, analizó los procesos de convergencia de infraestructura azul y verde para desarrollar ciudades sostenibles. Planteó que esa convergencia es fruto del diálogo entre los procesos de producción de conocimiento y la experiencia de gestión a nivel local. A partir de esa conjunción de prácticas, saberes y competencias se pueden articular propuestas de intervención urbana que consideren a la naturaleza.

Rotbart comentó su experiencia de gestión urbana en el Municipio de San Martín, basada en promover la convergencia de infraestructura azul y verde. El docente se refirió a la propuesta de Sistemas de Drenaje Urbano Sustentable (SUDS). Estos sistemas, refiere Rotbart, son capaces de controlar la cantidad de agua para evitar inundaciones pluviales y recuperar el ciclo hidrológico urbano. A su vez, estos SUDS permiten cuidar la calidad del agua a partir de la disminución de la polución en cuerpos de agua. Otro de los aportes de este tipo de intervención es que promueve la biodiversidad mediante la recuperación de micro ecosistemas y posibilita mejorar el paisaje urbano.

La mesa redonda fue una actividad que permitió el intercambio de perspectivas disciplinares dentro de la comunidad académica de la EHyS.

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