Conmemoramos una fecha central en nuestro calendario patrio y junto a la Licenciatura en Historia de la EH te proponemos abordar la efemérides revisando las rupturas y transformaciones de este período histórico. Te invitamos a aprender jugando en nuestras redes
Las revoluciones en América hispánica buscaron, a partir de 1810, alternativas a una monarquía en crisis que significó el derrumbe de los fundamentos del orden, de la obediencia y de referencias para la acción política. Frente a la desconfianza y a la desunión, la salida debía legitimarse por un llamado a la confianza y a la unidad. Por primera vez los territorios conquistados por España se gobernaban a través de representantes que no habían sido designados por la corona sino instituidos por el pueblo.
Cuando nuestra revolución asume su nombre, Mariano Moreno la presenta como una lucha por la libertad de los americanos contra la dominación de los españoles. Este concepto que ilumina un ideario patriótico con la herencia de otras revoluciones sociales, hay que comprenderlo en varios sentidos. Por un lado, entendía la libertad política como emancipación de un pueblo contra un pasado de tres siglos, concebido a partir de 1810 como esclavitud. Pero por el otro, esta libertad política no era contradictoria con la existencia de esclavos, que continuó existiendo en el Río de la Plata hasta su abolición gradual durante la primera mitad del siglo XIX. La libertad para los esclavos tampoco significaba la igualdad: la mayoría se convertían en “libertos”, una libertad condicionada y desigual en derechos.
El nuevo poder que representó la Junta de Mayo es indisociable de la creación de nuestra república. Un campo de problemas se abre cuando se la considera no sólo como una institución de gobierno, sino también como la forma política que hace a un conjunto de hombres transformarse en una comunidad política o res publica: el poder, la ley, la legitimidad, la libertad, el ciudadano, el gobierno, la virtud, la guerra, la alteridad.
Para conmemorar los 212 años de esta gesta que nos encaminó a la Argentina de hoy, nos propusimos re-pensar lo que sabemos del evento y junto a nuestros docentes de la Licenciatura en Historia preparamos una trivia con algunas ideas fuertes para explorar los acontecimientos del pasado desde nuestras preguntas actuales. Te invitamos a jugar en nuestras redes para dejar de ver los hechos históricos como una página escrita y pensarlos como una herencia viva que continúa interpelándonos. Sumate a nuestras redes IG @humanidades_unsam y Facebook @UNSAMHumanidades y aprender jugando con nuestra #Triviarevolucionaria
Tres nociones esenciales que no hay que dejar de cuestionarse
¿Por qué el “25 de mayo de 1810” fue una Revolución?
La Primera Junta fue organizada en nombre del rey, de la religión y de las leyes de la monarquía. Y ninguno de sus nueve miembros hablaron durante los primeros meses de “revolución”. Sin embargo, por primera vez un auto-gobierno se había constituido en Río de la Plata que no dependía de ninguna autoridad peninsular. Con la Junta comenzaba la guerra y las disputas por la construcción de una nueva legitimidad política basada en el Pueblo soberano.
¿La revolución de 1810 fue una revolución de independencia?
La revolución no comenzó en mayo de 1810 como una lucha por la independencia. Entre la revolución y la declaración de independencia de las Provincias Unidas en Sud-América pasaron seis años. Durante esos años se ensayaron distintas formas de creación de un sujeto político (el Pueblo, la República, la Nación) capaz de declarar una independencia como forma de terminar la revolución e instalar un orden político que pudiera ser reconocido por el resto de las naciones.
¿La revolución de 1810 significó la libertad en el Río de la Plata?
Cuando la revolución asume su nombre, su principal ideólogo, el secretario de la Primera Junta Mariano Moreno, la presenta como una lucha por la libertad de los americanos contra la dominación de los españoles. Pero la libertad tenía varios sentidos. Por un lado, la libertad política como emancipación de un pueblo contra un pasado de tres siglos descripto a partir de 1810 como esclavitud. Por otro lado, la libertad política no era contradictoria con la existencia de esclavos, quienes eran legalmente considerados una propiedad: si bien desde 1812 se promulgaron medidas contra la esclavitud (prohibición del tráfico de esclavos, libertad de vientres, etc.), la esclavitud continuó existiendo en el Río de la Plata y su abolición fue gradual durante la primera mitad del siglo XIX. La libertad para los esclavos tampoco significaba la igualdad: la mayoría se convertían en “libertos”, es decir, tenían una libertad condicionada y desigual en derechos.
*Agradecemos especialmente la colaboración para elaborar la trivia y las actividades conmemorativas a nuestra profesora y colega Inés Yujnovsky ¡Gracias Inés!
Para profundizar este período de nuestro pasado compartimos tres textos que integran la bibliografía de la asignatura “Historia Rioplatense” de la Licenciatura en Historia de la UNSAM dictada por lxs profesorxs Gabriel Di Meglo, Gabriel Entin, Aylen Enrique y Mario Etchechury:
- Goldman, Noemí: “Buenos Aires, 1810: la ‘revolución’ y el dilema de la legitimidad y de las representaciones de la soberanía del pueblo”, Historia y Política, nº 24, Madrid, 2010, pp. 47-69. Descargar el texto AQUÍ
- Fradkin, Raúl “¿Qué tuvo de revolucionaria la revolución de independencia?”, Nuevo Topo, Revista de historia y pensamiento crítico, nº 5, Buenos Aires, 2008, pp. 15-43. Disponible en HistoriaPolítica.com
- Candioti, Magdalena: “‘El tiempo de los libertos’: conflictos y litigación en torno a la ley de vientre libre en el Rio de la Plata (1813-1860)”, História [online]. 2019, vol.38, http://dx.doi.org/10.1590/1980-4369e2019001
25 de Mayo, acción política, comunidad política, Efemerides, invención de lo político, Libertad, relaciones sociales, república, revolución, sentidos