#TalentoUNSAM, Escuela de Ciencia y Tecnología, Notas de tapa
Ezequiel Álvarez, científico del Centro Internacional de Estudios Avanzados (ICAS) y el CONICET, creó la plataforma QLink.it, un sistema para mandar e-mails confidenciales por medio de un servidor seguro. La innovación no deja rastros de los mensajes enviados y está inspirada en la teoría de la mecánica cuántica.
Texto y foto: CONICET
El Centro Internacional de Estudios Avanzados (ICAS) de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) tiene como objetivo fomentar la interconexión entre las instituciones académicas de ciencias básicas en la Argentina y la comunidad internacional, con particular interés en física, matemáticas y química. Uno de sus investigadores es el físico y especialista en partículas de altas energías, Ezequiel Álvarez, quien hace tres años, preocupado por la seguridad de los mensajes que enviaba, desarrolló un sistema para mandar e-mails confidenciales por Internet a través de un servidor seguro: QLink.it.
“La idea es que al tipear un mensaje, en lugar de enviarlo por mail o por un servicio de mensajería, lo hagas a través de la página de QLink.it y esa información se encripta y es enviada al servidor de Qlink.it. Por otro sistema como el mail, Skype o Whatsapp se envía la clave y un código indica dónde está alojado el mensaje. El servidor nunca tiene acceso al contenido y tampoco sabe quién envía ni quién recibe”, agrega Álvarez.
En criptografía cuántica, explica el científico, cuando uno ‘mira’ una partícula elemental, su función de onda colapsa y cualquier otra persona se da cuenta de que fue ‘vista’. Este proceso es el que inspiró al investigador. Cuando alguien recibe el mensaje, se destruye. Si el receptor entra al link que avisa el envío de un mensaje y no lo ve es porque un tercero ya lo leyó.
“La idea surgió porque necesitaba enviar contenido sin que lo viera nadie y me inspiré en este método de encriptación. Pasa mucho con las investigaciones en física, la ciencia hace aportes que aparentemente no son inmediatamente útiles pero es fundamental invertir en ella porque es toda una cadena que va desde lo más abstracto a lo más aplicado y la interacción entre esos eslabones es lo que genera el verdadero avance, de hecho la web fue inventada de manera colateral”, advierte Álvarez.
Si bien existen otros sistemas buenos para el envío de mensajes confidenciales como Telegram o Mailvelope, requieren de la instalación de un software tanto por parte del emisor como del receptor y aprender a usarlos puede ser difícil. Por esta razón, no es frecuente que la sociedad en general encripte sus mensajes.
“Creo que no tomamos noción de lo que nos afecta en el día a día. Si tomo cualquier celular, seguro encuentro por ejemplo el número de la tarjeta de crédito del dueño. Si alguna vez compró algo o hizo una reserva, está. En cambio si lo manda con QLink.it, no. Es importante tomar conciencia de esto, quizá no es algo para usar todos los días, pero seguro en la semana hay algún mensaje que mandás que preferís que no quede registrado. Para eso hay una herramienta que es fácil de usar, gratis y desarrollada por la UNSAM y el CONICET”, asegura Álvarez.
Actualmente, el sitio de QLink.it tiene 3 mil visitas diarias en su mayoría provenientes de Latinoamérica y Estados Unidos. A través de él se pueden enviar archivos adjuntos de hasta 1MB y textos con un límite de 2 mil caracteres.
Recientemente, Álvarez y su equipo realizaron algunas actualizaciones al sistema. La primera fue convertir el código en open source, es decir que el software es distribuido y desarrollado libremente. Ahora toda la comunidad puede mirar el código e instalar en un servidor, un servidor de QLink.it y modificarlo para mejorar aspectos como la seguridad, entre otros.
Asimismo, desarrollaron una aplicación móvil para iOS y Android, con herramientas y funciones complementarias a las del sitio web de QLink.it por ejemplo, puede avisar cuando el mensaje es leído porque el celular tiene una función que lo chequea cada cinco minutos. La aplicación es la que se fija en el servidor, y no al revés, ya que si no el servidor sabría quien envío el mensaje.
Finalmente, crearon un complemento para Google Chrome, se trata de una extensión que incorpora nuevas funciones al navegador. Al descargarlo y redactar un correo electrónico en Gmail, se puede seleccionar una parte del texto y mandarlo por QLink.it, de esta manera Google tampoco puede leer lo que manda.
“La privacidad es un derecho fundamental del hombre, por algo muchas de las constituciones del mundo dicen que las cartas epistolares no se pueden vulnerar, desde hace más de 200 años se sabe que es una cuestión importante. Muchas herramientas informáticas empiezan como open source y gracias a los aportes de la comunidad se transforman en gigantes como pasó con algunos navegadores, esperamos que de igual manera, QLink.it pueda crecer y mejorar”, concluye Álvarez.
CONICET, Ezequiel Álvarez, QLink.it