Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, Instituto de Arquitectura y Urbanismo, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Instituto del Transporte

La Nación consultó al investigador de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, Gustavo Curuchet

“La Cuenca Media baja es la zona más contaminada del Reconquista. Llegan a la zona, por arrastre, diferentes tipos de contaminación”, afirma el investigador  Gustavo Curutchet. Destaca,  que además de agroquímicos y residuos domiciliarios,  hay una gran cantidad de desechos industriales, entre estos, restos tóxicos de metales pesados.

“La Cuenca Media baja es la zona más contaminada del Reconquista. Llegan a la zona, por arrastre, diferentes tipos de contaminación”, afirma el investigador  Gustavo Curutchet. Destaca,  que además de agroquímicos y residuos domiciliarios,  hay una gran cantidad de desechos industriales, entre estos, restos tóxicos de metales pesados.

Sin embargo, afirma, el olor a huevo podrido que sienten los vecinos de esta zona de Tigre y San Fernando se da a causa de industrias con residuos orgánicos “mal tratados”. “El olor a huevo podrido lo genera el ácido sulfhídrico -explica-. La sangre animal, al igual que cualquier resto orgánico, es comida. Para comerla, para biodegradarla, los microorganismos necesitan oxígeno. Cuando los restos orgánicos que se desechan son muy abundantes, el cuerpo de agua deja de tener oxígeno y tiene un proceso anaeróbico: se pone negro y genera otros microorganismos que empiezan a generar ácido sulfhídrico. Es por eso existen las normas de descarga”, explica el Curuchet.

Según especialistas consultados, los datos son preocupantes. “Los que más denotan contaminación son los valores de Nitrógeno Amoniacal y el Fósforo Total, que son valores altísimos. Son preocupantes porque van a producir eutrofización”, sintetizó el investigador del Conicet Gustavo Curuchet, especialista en Biorremediación y tratamiento de residuos y efluentes especiales, con años de trabajo de campo en el río Reconquista. “Estos valores muestran que no hay tratamiento terciario en la planta. También, denotan que la planta está funcionando, que hay tratamiento secundario”, siguió.

A su vez, subraya que el proceso, que podría resumirse como la podredumbre del cuerpo de agua, tiene efectos nocivos, que incluyen la muerte de la vida acuática y un impacto negativo en la vegetación de las orillas.

 

 

Más información: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/contaminacion-el-corredor-bancalari-crece-con-barrios-cerrados-pero-el-olor-a-huevo-podrido-acecha-a-nid14062024/

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Nota actualizada el 19 de junio de 2024

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