El Programa Psicopedagógico para Adolescentes (PPA) brinda asistencia clínica psicopedagógica gratuita a adolescentes de escuelas del partido de San Martín y otras localidades que tienen dificultades escolares y en el aprendizaje. Funciona desde el año 2012 como un espacio de formación, investigación y acercamiento a la práctica psicopedagógica para estudiantes y graduadxs de la Licenciatura en Psicopedagogía de la Escuela de Humanidades. Es coordinado por la Cátedra de Psicología del Desarrollo II.

Gerardo Prol, coordinador del programa y director de la Licenciatura en Psicopedagogía, explica que el PPA nació con el objetivo de armar un servicio asistencial de características universitarias que permitiera, por un lado, asistir gratuitamente a quienes tuvieran problemas psicopedagógicos y, por el otro, promover que lxs estudiantes universitarios y lxs egresadxs de la carrera de Psicopedagogía pudieran continuar sus experiencias formativas en adolescencia. “Si bien el corazón del programa era el servicio asistencial, no queríamos quedarnos solo con eso, por eso propusimos a su vez acciones de características preventivas, que tienen que ver con talleres en el territorio, en los que trabajamos con los docentes y con los chicos en las escuelas”, expresa Prol.

La creación del programa fue motivada por una demanda de las escuelas. “Luego de terminar un voluntariado en el que promovíamos la capacidad de lectura y escritura en adolescentes, la directora de la Escuela N°36 de San Martín nos planteó que tenía muchos chicos con problemas de aprendizaje y que no encontraba dónde derivarlos. Ya teníamos la idea de armar un servicio asistencial psicopedagógico en la comunidad para adolescentes, y este pedido fue el puntapié que nos impulsó”, relata Prol.

Este año, desde el programa comenzaron a trabajar junto con investigadores de otras cátedras y de otras Escuelas de la UNSAM en el Programa Humanidades Investiga II. Además, el PPA tiene becarios dentro del área de investigación y docencia de posgrado. “Armamos un programa gratuito en la comunidad, pero no es para suplantar ningún servicio asistencial ya existente. El propósito tiene que ver con la investigación y la docencia. Queremos investigar cuáles son las problemáticas de los adolescentes y cómo trabajar psicopedagógicamente con ellos”, subraya Prol.

En tanto servicio asistencial, el PPA recibe a estudiantes derivados por las escuelas. Tras una entrevista de admisión -con el adulto responsable, en caso de que sea posible, o directamente con el o la adolescente, si no lo es- el equipo del PPA realiza un proceso diagnóstico. Cecilia Kornblit, psicopedagoga, profesora e integrante del programa, detalla: “Este proceso consiste en varias entrevistas con administración de técnicas proyectivas y psicométricas, y con un enfoque clínico que nos permite entender cómo aprende, cómo piensa y la significación de la dificultad que ese adolescente está teniendo en la escuela”. A partir de ese diagnóstico, se decide el tipo de estrategia terapéutica a implementar, si es que es necesaria. Tanto los diagnósticos como los tratamientos -que se realizan generalmente en forma grupal en el Campus Miguelete- están a cargo de psicopedagogxs que en su mayoría empezaron en el PPA siendo estudiantes, y al recibirse se incorporaron como parte del equipo terapéutico. Lxs profesionales del programa llevan atendidos cerca de 150 adolescentes de 15 escuelas.

Los objetivos del PPA, su funcionamiento y su carácter de asistencia a la comunidad están determinados por la actividad docente y la actividad investigativa. Kornblit sostiene: “Es importante el aporte a la formación de psicopedagogos, porque el programa se constituye como unidad de práctica y de observación tanto para grado como para posgrado dentro de la Escuela, y a la generación de conocimientos disciplinares específicos en relación con la psicopedagogía con adolescentes. Nos constituimos como fuente de material clínico, como insumos para la investigación, y nos interesa particularmente poder profundizar conceptualmente en la clínica de la adolescencia desde el punto de vista de la Psicopedagogía”.

Mariela Siesto es estudiante de la carrera de Psicopedagogía de la Escuela de Humanidades e integra el PPA. “En nuestra formación, la mayoría de las materias está abocada al abordaje en niños, en relación a las problemáticas que surgen durante la escuela primaria. Sin embargo, en la adolescencia es cuando más se evidencia la fractura en las trayectorias educativas y se concretiza el fracaso escolar”, señala. Participa de los debates que se dan en el marco del trabajo clínico que realiza el PPA, en torno a las problemáticas de aprendizaje, su relación con el contexto (familiar, escolar, social), los diagnósticos y los tratamientos.

La estudiante resalta que el programa le permitió valorar la importancia de la construcción grupal de conocimiento y de pensar con otrxs. “En el PPA hay profesionales con más de veinte años de experiencia en clínica e investigación, que se detienen a escuchar lo que un estudiante o un profesional recién recibido está pensando en torno a algún tema”, asegura. Asimismo, hace hincapié en que el trabajo en el PPA le sirvió para comprender que “para abordar situaciones complejas, es necesario moverse del lugar de las certezas y traer la teoría para pensar las problemáticas reales que traen los adolescentes y sus familias”.

Karina Sereno, graduada de la carrera de Psicopedagogía, comenzó a participar del PPA hace casi 2 años. Explica que en el marco del PPA, pudo acompañar procesos diagnósticos, proyectos de investigación y supervisión de grupos de tratamiento. “Nos encontramos todos los lunes para intercambiar, conversar y reflexionar en equipo sobre cada adolescente que ingresa al programa, cada grupo de tratamiento y cada proyecto de investigación que se decide abordar. Son encuentros sumamente enriquecedores, donde se trabaja en conjunto y desde diferentes miradas”, destaca.

La graduada de la carrera de Psicopedagogía considera que el programa es tanto un ámbito de “escucha, diálogo e intercambio, en el que el objetivo es repensar en conjunto los mejores modos de ayudar a los chicos y a sus familias” como un lugar de crecimiento personal y profesional, que le brindó sostén y acompañamiento para iniciar su recorrido como psicopedagoga. “Es un espacio absolutamente enriquecedor. Siempre se generan reflexiones y debates que nos invitan a repensar nuestros supuestos, los diferentes contextos y las propias prácticas”, concluye.

Licenciatura en Psicopedagogía, Programa Psicopedagogico para Adolescentes