#HacemosFuturo, #OrgulloUNSAM, Escuela de Bio y Nanotecnología (EByN)
Con la presencia de ministrxs, funcionarixs, científicxs y periodistas, Juliana Cassataro y su equipo de investigadorxs de la UNSAM anunciaron la aprobación por parte de la ANMAT de la primera vacuna desarrollada 100 % en la Argentina. “Algo así nunca se hace solo. Lo bueno de este proyecto es que contamos con la voluntad de muchísima gente”, dijo la inmunóloga.
El 18 de octubre de 2023 será recordado para siempre como el día en que la ciencia argentina fue protagonista de un hito histórico: por primera vez se presentó la aprobación de una vacuna diseñada y fabricada 100 % en la Argentina. Se trata de la vacuna ARVAC Cecilia Grierson anti COVID-19 desarrollada por la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará, aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y ya lista para ser aplicada en todas las personas mayores de 18 años como dosis de refuerzo.
El clima de “acontecimiento histórico” que se respiraba en el salón Malvinas Argentinas del Polo Científico Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires se percibía en los ojos vidriosos de lxs investigadorxs y becarixs que desarrollaron la vacuna, en los abrazos y palmadas que lxs ministrxs y funcionarios del Gobierno nacional le daban a quienes trabajaron en el proyecto ARVAC, en los abrazos que Juliana Cassataro, investigadora de la Escuela de Bio y Nanotecnologías (EByN) de UNSAM y directora del proyecto, le daba a sus hijas.
“Todos recordamos lo que costó conseguir vacunas en la pandemia. Además, siguen apareciendo nuevas variantes de COVID-19. Es un hecho que vamos a necesitar refuerzos y que nosotros podamos desarrollar esta vacuna como refuerzo es clave”, dijo Cassataro y explicó: “Año a año se necesita una actualización: estamos viendo que el virus cambia por sus mutaciones y la respuesta inmune que generamos contra las versiones anteriores no es tan efectiva contra la nueva variante”.
Durante su exposición, en la que presentó los resultados aprobados por la ANMAT, la inmunóloga de la UNSAM no paró de agradecer a las más de 600 personas que estuvieron implicadas en el desarrollo, entre científicxs, autoridades universitarias, funcionarixs públicos, empresarixs y voluntarixs. “Algo así nunca se hace solo. Lo bueno de este proyecto es que contamos con la voluntad de muchísima gente que quiso participar en forma completamente desinteresada”, destacó.
Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, reconoció la aprobación de la vacuna como “un hito para la ciencia y tecnología de la Argentina”, destacó el apoyo del Estado para la producción científica nacional y celebró el consorcio público-privado que permitió que la vacuna se desarrollara en el país, desde la mesada de investigación hasta el brazo de lxs argentinos. “Es, sin dudas, un día histórico para la ciencia argentina. No solo va a implicar ofrecer una respuesta a las necesidades locales, también es un paso enorme en el campo de las exportaciones y la posibilidad de transferir esta tecnología a otro tipo de vacunas”.
Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación, describió el proyecto ARVAC Cecilia Grierson como un ejemplo de la importancia de la educación pública, la Universidad, el CONICET y la ANMAT. “Desde el Ministerio de Salud trabajamos para saber qué es lo que el país necesita y cómo generar más derechos. Este anuncio, en este momento, es un hito muy importante para que quienes nos vean se puedan tomar un tiempo y dimensionar el modelo de país que estamos discutiendo. Tenemos que generar todos los marcos normativos y asegurar que esto continúe independientemente de las personas que tomen decisiones porque sabemos que los vaivenes políticos impactan muchísimo en las políticas públicas para la población”.
Al presentar los resultados de la ANMAT, Cassataro explicó que en los ensayos de fase II/III —que contaron con la colaboración desinteresada de 2094 voluntarios de todo el país— se probaron tres fórmulas de la vacuna: dos monovalentes para las variantes Gamma y Omicron y una bivalente contra las dos variantes. Las tres demostraron ser “muy seguras”, pero el ente regulador por el momento autorizó solo la bivalente por mostrar la mejor respuesta inmune.
“Comprobamos que los tres prototipos de vacuna aumentan los niveles de anticuerpos: hasta en un 83,6 % Gamma, 87 % Omicron y 92 % la bivalente. Esto lo vimos tanto para individuos de 18 a 60 años como para individuos mayores de 60. También es interesante que la versión bivalente incluye anticuerpos en saliva”, destacó Cassataro. Y dedicó un agradecimiento especial a lxs voluntarixs: “Muchas gracias a todos los voluntarios que participaron de este ensayo. Realmente este es uno de los momentos más emocionantes para mí”.
Carlos Greco, rector de la UNSAM destacó la “conjunción” entre la universidad pública, el sector público y el sector privado para “lograr una solución y generar esta vacuna”. “Este es el trabajo de muchos años. Significa investigadores, estudiantes universitarios y becarios que ponen todo su empeño para poder desarrollarse personalmente, pero también para desarrollar conocimiento y resolver los problemas de la sociedad”, celebró.
Finalmente Jorge Cassará, director comercial del Laboratorio Cassará, resaltó el gran orgullo y responsabilidad que conllevó a la “industrialización del producto” y anunció que “ya se está trabajando para comercializar la vacuna en el exterior”. “Ya estamos en conversaciones con varios países de la región para comercializar y ampliar la red de desarrollo y producción en la región”, adelantó.
Felicitaciones equipo!
Espero que la próxima vacuna que me de sea ésta.