Escuela de Humanidades, LICH - Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas

Deborah Youdell: “Me interesa entender qué tipo de respuestas bioquímicas se convierten en barreras para el aprendizaje”

Reconocida internacionalmente por sus aportes en Sociología de la Educación, la británica Deborah Youdell investiga cuestiones relativas a las inequidades en el aprendizaje. Estuvo de visita en la UNSAM para compartir una perspectiva novedosa que propone considerar tanto lo biológico como lo social para propiciar un sistema educativo más justo. Trabaja junto a neurocientíficos y biólogos moleculares para entender cómo es posible enseñar mejor.

Texto: Verónica Engler

¿Qué es lo que hace que unos/as aprendan y otros/as no en su paso por la escuela? ¿Es el desempeño docente, la puesta en práctica del plan de estudios, la historia personal de cada estudiante? ¿Son sólo sociales las causas que configuran escenarios amigables o no para el aprendizaje? ¿O será también aquello que se respira o la alimentación factores clave a la hora de explicar lo que acontece en las aulas? De alguna manera estos interrogantes impulsaron a la británica Deborah Youdell, especialista en Sociología de la Educación reconocida internacionalmente, a explorar cómo las desigualdades se entrelazan con factores sociales pero también biológicos que forman el contexto en el que cada persona se desarrolla. Por eso en sus investigaciones más recientes trabaja junto a biólogos moleculares y neurocientíficos para intentar comprender la vida diaria en la escuela y abordar las inequidades que se dan en ella. Sobre estas cuestiones estuvo hablando Youdell en su reciente visita a la UNSAM, en donde brindó la conferencia “Biosocial futures: Putting leading-edge science to work for justice and equity”, en el marco de la Plataforma para el Diálogo del CALAS Center.

Youdell fue nombrada recientemente como decana de la Escuela de Educación de la Macquarie University (Australia). Previamente ocupó el cargo de decana de la Escuela de Educación de la Universidad de Birmingham (Reino Unido). Entre sus libros se destacan Impossible Bodies, Impossible Selves: Exclusions and Student Subjectivities; Judith Butler and Education; School Trouble: Identity, Power and Politics in Education; y Biosocial Education: The Social and Biological Entanglements of Learning.

“Además de comprender las barreras sociales, económicas, políticas y relacionales, quería saber cómo éstas afectan al cuerpo y cómo funcionan los procesos corporales para permitir o bloquear el aprendizaje”, explica la especialista. “Los educadores tienen una comprensión práctica de que la buena alimentación, el buen sueño y las buenas relaciones promueven nuestra capacidad de aprender, pero sabemos mucho menos sobre los procesos biológicos que sustentan eso, y menos aún sobre los mecanismos biológicos a través de los cuales podríamos intervenir”.

-¿Podría definir el término de “biosocial” y por qué considera que es tan importante en el campo de Educación?

Para mí lo biosocial tiene que ver con con la unificación de lo biológico y lo social, y con los métodos de conocimientos de esos dos campos. Este concepto me permite afirmar lo inseparable de ambos. En relación a por qué es importante para la Educación, hay muchas razones. Una es que sufrimos en la Educación una concepción de larga data en la que la mente y cuerpo están divididos, en la que se supone que el niño posee una mente dócil que debe ser educada. Pero los niños, los educadores y los padres, todos sabemos que el cuerpo está constantemente en ebullición en el proceso de aprendizaje. Y por eso resulta tan importante tener en cuenta al cuerpo y sus afectividades, y no ignorar estas cuestiones. Ha habido muchos esfuerzos en la teoría social y en el trabajo feminista para atender ese tema y hablar de ello. Para mí el análisis de lo biosocial brinda la posibilidad de ayudarnos a pensar sobre el cuerpo en la clase y lo que sucede cuando el cuerpo está ahí, activo, presente y sintiendo. Y no se trata de que eso sea intelectualmente muy interesante para mí, sino que también tenemos el potencial de brindar una nueva comprensión de lo que significa aprender, de lo que entendemos que puede llegar a ser aprender, de por qué algunas personas parecen aprender muy bien y fácilmente, y otras personas parecen luchar infinitamente. Y también creo que tiene el potencial de dar a los políticos y a quienes desarrollan políticas educativas un nuevo conjunto de evidencia para que podamos mostrar la importancia de las relaciones en las clases, la importancia de dar tiempo a los maestros para conocer a los niños y ser responsables, y comprender por qué ser inclusivo en una clase es significativo. Algunos de las investigaciones de lo biosocial nos muestran la capacidad de cambio, de que los niños pueden ser diferentes, de que no aprender hoy no significa que no podrás aprender mañana. Y, en realidad, creo que una de las cosas que me ha hecho seguir con esta línea de lo biosocial es que sigo llegando a la evidencia de la posibilidad de cambiar, de la plasticidad, de que no hay estudiantes buenos y malos, sino constelaciones de factores e influencias que lo hacen posible un día, y tal vez mañana lo podamos hacer diferente.

-¿Es por eso que considera que el abordaje biosocial es útil para atacar las desigualdades en el aprendizaje?

Sí. Creo que hay una pregunta intelectual y escolar sobre cómo una aproximación biosocial nos permite entender mejor el aprendizaje. Pero mi deseo de entender el aprendizaje mejor es realmente entender quién está comprendido o no en el aprendizaje, quién está incluido en el éxito en la escuela, y cómo y por qué eso sucede. A menudo vemos aproximaciones que miran al niño y lo que está mal con el niño, las deficiencias en el niño o las deficiencias en la comunidad de los niños. Me parece que una comprensión biosocial que esté centrada en la escuela también nos puede ayudar a entender cómo el sistema educativo, su currícula, sus rutinas y prácticas, la relación con el profesor, cómo esas cosas actúan en el aprendizaje de los niños. Como socióloga, he estado escribiendo sobre qué sucede en las escuelas, cómo las escuelas actúan para excluir a los niños incluso cuando intentan incluirlos. Y lo biosocial agrega otra línea de análisis y evidencia para mostrar lo que sucede en las escuelas. Tal vez la evidencia biológica al lado de la etnográfica será más conveniente para encarar el tema de otras maneras.

-Usted está colaborando con colegas del campo de la Bioquímica y de las Neurociencias. ¿Qué puede contar sobre su investigación?

Bueno, la primera parte de eso fue de mucha lectura, y hacer amigos en otros campos. Y ha sido muy divertido, con algunos científicos claramente hay muchas más posibilidades de colaboración. Una de las personas con las que he trabajado más es (el biólogo molecular) Martin Lindley, que trabaja con aceite de pescado Omega-3 y con compuestos orgánicos volátiles [NdR: el interés de Youdell por el Omega-3 tiene que ver con evidencia científica que asocia niveles más altos de este aceite con un desempeño más alto en lectoescritura, y niveles deficientes del aceite con diagnósticos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)]. Mucho de nuestro intercambio, por supuesto, tuvo que ver con hablar sobre el método, sobre lo que medía y cómo lo hacía. Me interesó si se podía hacer eso, esa medición, en una clase. Y luego, con los neurocientistas ha sido fascinante porque tienen diferentes orientaciones a mis preguntas. Una de las personas con la que he trabajado es Kimro Shapiro. Él es muy conocido porque ha identificado el límite de atención. Y yo le he hablado de las preguntas que me interesaban sobre cómo aprende el cerebro. Me interesa cruzar la ciencia básica, la neurociencia alrededor del aprendizaje y la cognición y la memoria, y la política educativa. La política educativa se mueve mucho más rápidamente que los resultados que arrojan las investigaciones en neurociencia. Hay cuestiones realmente interesantes para ayudarnos a pensar qué deberíamos cambiar de lo que hacemos en las escuelas. Hemos desarrollado un estudio sobre la sincronía en el aprendizaje. Hay algunos evidencias interesantes sobre cómo las oscilaciones en el cerebro se sincronizan en una comunidad de aprendizaje en una escuela. Y también sabemos, desde el trabajo sobre la organización de compuestos orgánicos volátiles, que hay una sincronización de las oscilaciones en la exhalación cuando la gente tiene una experiencia compartida. ¿Y qué nos puede decir todo esto sobre un ambiente de aprendizaje? Ahí estamos, en la etapa de desarrollar protocolos de investigación y buscar financiamiento que permita hacer este tipo de trabajo multidisciplinario y hacerlo muy bien, y hacerlo de una manera que sea apropiada para los niños, para sus padres y para las escuelas.

-Recientemente usted dijo que le gustaría tener un espectrómetro de masa móvil para poder llevarlo a las escuelas. ¿Qué tipo de investigación podría hacer posible este equipamiento en el campo de la Educación?

Si tuviéramos un espectrómetro de masa móvil que pudiéramos hacer trabajar tomando muestras del aire en un aula durante el fin de semana, y luego la semana siguiente mientras hay personas en esa clase, podríamos tomar muestras de respiración de los niños y de los profesores y otros adultos en el aula, y muestras atmosféricas de la clase en sí misma. Podríamos invitar a los niños a pasar por el equipamiento y dar una muestra voluntariamente. Por supuesto, es necesario estar grabando la actividad en la clase muy atentamente para poder hacer sentido con estas muestras. Pero el espectrómetro de masa móvil permite ir directamente de la donación de la muestra a su procesamiento y análisis inicial en el mismo momento. Entonces, no es necesario llevar las muestras de respiración a un laboratorio para que puedan ser procesadas después. Y es por eso que los espectrómetros de masa móvil son muy caros. Pero nos permitiría, en tiempo real, recoger ese dato de una manera muy sencilla y hacerlo parte de la clase. Y a la semana siguiente se puede llevar el espectrómetro de masa móvil a otra clase para entender la variabilidad, no solo entre los niños en un sitio, sino también con los de otros sitios. Entonces, de esta manera se puede empezar a compilar una biblioteca de muestras con el espectrómetro de masa móvil que nos ayude a entender qué está sucediendo dentro de los cuerpos de los niños cuando están aprendiendo y qué tipo de respuestas fisiológicas y bioquímicas son las que se convierten en barreras para el aprendizaje.

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Nota actualizada el 18 de octubre de 2023

Un comentario

  1. Sonia dice:

    Muy interesante la nota.
    Para compartir.

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