Por Gaspar Grieco | Fotos: Pablo Carrera Oser, Archivo Escuela Secundaria Técnica UNSAM

La Escuela Secundaria Técnica de la UNSAM no para de cosechar éxitos. A los logros obtenidos en 2015 con el concurso de programación Girls in Tech y el Festival de cine Hacelo Corto, ahora se suma el concurso Nano x un Día de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN) con el premio a las alumnas de tercer año Melody Cañete, Brisa Figueroa y Tamara Flores en la categoría Proyecto.

De izq. a der.: Melody Cañete, Tamara Flores y Brisa Figueroa

“Estamos reemocionadas. Todavía no caemos y no podemos creer que ganamos, ¡esto es muy fuerte!”, dicen las chicas entre risas y bromas. Por su parte, la profesora de Matemáticas Karen Mongelos, que ofició como tutora del proyecto, comentó: “Creo que ni ellas ni yo no dimensionamos que es un concurso nacional y que lo ganamos nosotros. Pensamos que el proyecto se destacó por su propuesta social y el impacto que tiene en la comunidad. Con el dinero del premio vamos a llevarlo a cabo en el barrio”.

Las alumnas galardonadas por la FAN desarrollaron una solución económica a uno de los problemas más recurrentes en los barrios de José León Suárez (San Martín): las goteras y filtraciones en los techos los días de lluvia. El trabajo “Desarrollo de una formulación bloqueadora de rayos UV con partículas de TIO2-Aplicación de espumas de poliuretano en recubrimiento de agujeros” consiste en una propuesta para la aplicación de espuma de poliuretano en chapas deterioradas y un recubrimiento de barniz sintético con nanopartículas de óxido de titanio para proteger la espuma.

Durante el proceso, las estudiantes estuvieron asesoradas por los becarios del Instituto de Nanosistemas (INS) de la UNSAM Rodrigo Medina y María de los Ángeles Ramírez. “Elegimos el tema de las goteras porque es un problema que afecta a nuestros compañeros: casi todos tienen techos de chapa y cada vez que llueve les entra agua. Queremos concretar el proyecto y ayudar a la gente de nuestros barrios”, explicó Melody, que vive en el barrio Independencia.

Hoy existen diversos productos en el mercado que presentan soluciones a estos problemas, como las membranas impermeabilizantes, pero sus costos exceden las posibilidades de muchas familias y deben ser colocados por especialistas. El producto que desarrolló el equipo de la Escuela Secundaria Técnica ofrece dos ventajas: es más accesible en términos de costo y, además, puede ser aplicado por cualquier persona de manera fácil y rápida.

La profesora Mongelos celebra la experiencia: “Lo más interesante es que eligieron una problemática social que es propia de sus barrios. La Escuela nace del deseo que tiene la UNSAM de solucionar temas del territorio. Yo estuve acompañando, pero las chicas fueron las que hicieron todo y me pone muy orgullosa el compromiso que asumieron. Es muy difícil que los adolescentes le pongan tanta garra, esfuerzo y horas de trabajo al estudio”.

Nanoexpertas de sus barrios

Una mañana, la profesora Mongelos —que está finalizando la Licenciatura en Ciencias Aplicadas en la UTN— decidió dar una charla sobre nanotecnología a su grupo de alumnos de tercer año de la escuela. Tras explicar en qué consiste el gran mundo de lo ínfimo, impulsó a sus alumnos a participar del concurso Nano x un Día, para el que tendrían que desarrollar una solución a un problema específico utilizando nanotecnología.

La profesora Karen Mongelos junto al equipo ganador de Nano x un Día

Tamara, Melody y Brisa se interesaron de inmediato y entonces comenzó la aventura. Sobre los primeros días de trabajo, Brisa cuenta: “No sabíamos por dónde empezar. Buscamos videos, nos pusimos a escribir, después abrimos una casilla de correo electrónico y nos contactamos con mucha gente. Yo siento que aprendí un montón”. Luego de comunicarse con empresas, investigadores y nanotecnólogos, el equipo tuvo un encuentro con el decano del Instituto de Nanosistemas, Galo Soler Illia, quien les presentó a sus becarios Ramírez y Medina. Los científicos se interesaron de inmediato con la propuesta.

“Primero, ofrecimos en la Escuela una serie de charlas introductorias para acercar la nanotecnología a los alumnos. Luego, para el equipo de Cañete, Figueroa y Flores pensamos en algo viable que pudieran concretar y que no solo quedara en la escritura de un proyecto”, contó Ramírez.

Antes de comenzar con el desafío nanotecnológico, las jóvenes investigadoras buscaron saber cuántos compañeros de la escuela tenían problemas de filtración de agua. Para ello, durante catorce días realizaron una encuesta dirigida a sus compañeros y obtuvieron resultados contundentes: el 68 % de las viviendas de los alumnos de la Escuela Secundaria Técnica tiene techos de chapa, de los cuales un 40 % tiene problemas de goteras y filtraciones cuando llueve.

Los becarios del INS acercaron algunas alternativas de materiales para que las alumnas pudieran elaborar una propuesta diferente: “La espuma de poliuretano es un material que, cuando se seca, queda completamente duro y puede servir para tapar los orificios de cualquier chapa. El problema de ese material es que, expuesto al sol, se degrada. La idea entonces fue colocarlo en la cara interior de la chapa y, del otro lado, cubrir la chapa con un barniz sintético al que le agregamos nanopartículas de óxido de titanio, que protegen la espuma de los rayos UV”, explicó Medina.

Manos a la obra

Tamara, Melody y Brisa trabajaron durante varias jornadas en los laboratorios del INS, donde aprendieron a usar algunos de los equipos. Llevaron chapas deterioradas y chapas nuevas y realizaron análisis con una pistola de fluorescencia de rayos X que les permitió conocer la composición y el estado de cada chapa. Además, realizaron pruebas con espuma de poliuretano.

“Aplicamos la espuma con una espátula del lado de adentro de la chapa y el barniz con nanopartículas por fuera. La función de la espuma es rellenar el agujero e impedir el paso del agua y la del barniz, proteger la espuma de los rayos solares”, contó Tamara y destacó: “Yo me sentí muy bien haciendo esto, me gustó y fue una experiencia inolvidable porque nunca pensamos que íbamos a llegar a tanto”.

La conquista del primer lugar en el concurso de la FAN no fue sencilla. “Trabajamos hasta en las vacaciones de invierno”, contó Melody sobre las largas horas de estudio que demandó la redacción del documento y los experimentos en el laboratorio. Hoy, las jóvenes investigadoras están ansiosas por visitar los centros de investigación nanotecnológica de Santa Fe y Paraná.

Para la profesora Mongelos, lo principal de esta experiencia es “que los chicos se interesen por la nanotecnología y por la ciencia”. Al respecto, Brisa afirmó: “A mí me gustó esto, yo quiero ir a la universidad y estudiar nanotecnología”.