Las figuras del trabajador, de los desocupados y de los luchadores anónimos en formato gráfico, pintura y boceto conforman el eje de esta nueva exposición del artista plástico argentino, organizada por la UNSAM y el Centro Cultural ‘Haroldo Conti’. Se trata de una de las más importantes muestras de los últimos 20 años debido a la gran cantidad de material inédito que se presenta.

Tras un trabajo de acondicionamiento del archivo Carpani -llevado a cabo por el Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural  (TAREA-IIPC)-, las obras cedidas por convenio a la UNSAM podrán verse hasta mediados de octubre en el predio de la ex ESMA. Se trata de un conjunto de más de 100 piezas, que abarca parte de su producción gráfica iniciada en 1962, además de pinturas de gran formato y material inédito, que incluye dibujos, grabados y bocetos.

“Hacia diciembre del año pasado, el rector de la UNSAM firmó un convenio con Doris Halpin para que la Universidad, junto a un equipo de investigación encabezado por Silvia Dolinko, hiciera un trabajo de conservación e investigación de la obra de Ricardo Carpani. Este esfuerzo que se ve concretado en la sala es el primero de muchos otros que se esperan en el futuro. La UNSAM, a través de TAREA-IIPC, se encuentra francamente comprometida con la conservación del patrimonio. Este compromiso importante revela una decisión fundamental hacia el futuro: una universidad pública que pone sus mayores esfuerzos para trabajar en este área tan descuidada en los últimos años, tan olvidada. Quiero agradecer al rector Carlos Ruta por habernos apoyado en semejante empresa, que se inscribe entre otros programas que estamos desarrollando para dar respuesta a este clamor que tiene la sociedad actual, la conservación del patrimonio”, dijo Néstor Barrio, decano de TAREA-IIPC, en la inauguración de la muestra, que además contó con las presencias de Carlos Ruta; Eduardo Jozami, director nacional del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti; Andrés Labaké, coordinador de Artes Visuales; Laura Malosetti Costa, secretaria de Coordinación ejecutiva de TAREA-IIPC; Doris Halpin, viuda de Carpani; del artista plástico Luis Felipe Noé; y de las curadoras Silvia Dolinko e Isabel Plante.

José María Dobal, Silvia Dolinko, Néstor Barrio, Carlos Ruta, Doris Halpin, Andrés Labaké, Federico Quillici, Isabel Plante, Laura Malosetti Costa.

“Las figuras características de Carpani fueron concebidas para su reproducción masiva. Por eso las vemos aparecer en diferentes ejemplares, formatos, técnicas y tamaños, según el fin previsto para cada imagen y la etapa de trabajo a la que corresponden. En esta muestra en particular, esos motivos emblemáticos se alternan y multiplican en dibujos a lápiz o tinta con óleos y grabados, y bocetos preparatorios con afiches impresos en offset o serigrafía”, cuenta Silvia Dolinko, investigadora del IDAES y una de las curadoras de la muestra.

El impacto de la obra del artista en el espacio público es otro de los ejes de la exposición: “La idea es dar cuenta del salto que dio Carpani cuando puso su obra gráfica a circular en la calle, en colaboración con distintas organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos. Ese fue un momento de entrada a la representación del universo obrero que también se potenció con la ayuda de los recursos de la industria de la impresión. En este sentido, pensamos a Carpani como un artista pregnante, que a través de la imagen gráfica intervino distintos escenarios”, explica Dolinko.

Sobre el trabajo de restauración de la colección, Nora Altrudi -una de las responsables del proyecto por TAREA-IIPC, detalla: “Lo que nosotros hicimos fue someter la colección a un proceso de acondicionamiento general: limpiamos, reparamos, humectamos y aplanamos las distintas piezas para su exhibición en el Centro. En una segunda etapa realizaremos un trabajo de catalogación de todo el material, que incluye la biblioteca personal del artista”.

Para Isabel Plante, historiadora de arte (IDAES) y curadora asociada, esta muestra es sólo el comienzo: “Desde el punto de vista del proyecto del archivo, esto es una suerte de primera actividad; si bien todavía no se avanzó con la catalogación, la selección curatorial para la muestra permitió hacer descubrimientos interesantes. Además del valor de las piezas gráficas, todas de época y originales, creemos que la estrella de la colección son los materiales de cámara, que no se han visto hasta el momento, y que permiten confirmar el talento de Carpani como dibujante. Por otro lado, la dimensión material de lo que en los ‘60 implicaba hacer un afiche es interesantísima: Carpani abandonó el circuito de las galerías y comenzó a producir en vinculación directa con el movimiento obrero argentino, acercándose por ejemplo a la CGT de los Argentinos y a la Federación Gráfica Bonaerense”.

Ricardo Carpani (1930-1997) creó imágenes distintivas dentro de la historia del arte social en la Argentina. Alegorías del sindicalismo combativo y del peronismo revolucionario, sus dibujos de trabajadores robustos circularon en numerosas piezas gráficas que empapelaron las ciudades durante los años sesenta y setenta. Aún hoy, esas figuras son marcas de una cultura visual compartida, recuperada incluso por diversas corrientes militantes.

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