Haz a los demás lo te gustaría que te hicieran a ti. Nuevas realidades para cambiar los estilos de vida. A partir de este lema, el diseñador italiano Aldo Cibic creó el proyecto Repensar la felicidad, una propuesta para construir y reconstruir comunidades desde el concepto de bienestar y con el fin último de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El proyecto fue presentado por primera vez en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2010, con tanta repercusión que se convirtió en una conferencia magistral que ahora recorre el mundo. Y el jueves 6 de septiembre llegó a la Argentina, en el marco de la visita de su creador a la UNSAM.

Fue en el Instituto Italiano de Cultura, donde el director de Cibic&Partners dio una conferencia pública junto a su colega Tommaso Corá y acompañado por el director del programa UNSAM+6D, Leopoldo Maler. “Aldo se destacó desde joven como diseñador de Memphis  y miembro de la Domus Academy. Ahí nació esta corriente de pensamiento que lidera el grupo de Milán que invitamos al programa y que nos alegra que esté siendo cada vez más reconocida en las bienales”, presentó Maler a Cibic, a quien definió como un ciudadano del mundo.

La génesis de Repensar la felicidad + cultivar una comunidad, según las palabras de Cibic, no debe buscarse más que en la realidad del mundo actual: “Nos enfrentamos a un futuro en muchos casos, lleno de incertidumbres; al mismo tiempo, sin embargo, somos conscientes de los muchos problemas que tenemos por delante. La lista es larga, pero sólo por mencionar algunos, tenemos que hacer frente a la integración, la seguridad personal, la seguridad alimentaria, la seguridad energética y las fuentes, la economía, la seguridad de los desechos, la seguridad de los recursos, la degradación del barrio, etc…”. Es en ese contexto que surgen la necesidad y el valor de hacer foco en el bienestar como concepto clave en la búsqueda de nuevos y mejores estilos de vida. “Para luchar contra nuestros miedos tenemos que encontrar la manera de proceder con una planificación sensible, creativa e interesante que pueda producir ideas, propuestas y respuestas capaces de garantizar una mejora de la calidad de vida, para nosotros, para nuestros hijos y la gente que nos rodea. Es una idea de la felicidad que construimos al arremangarnos, y que es generada por diferentes personas que comparten la intención de vivir juntos para crear nuevas comunidades. Esta idea se traduce en cuatro nuevos lugares, cada uno de ellos narrado a través de cuatro modelos hiperrealistas”.

El proyecto muestra 4 nuevas comunidades posibles en una superficie de 4 km cuadrados. Apoyado en ilustraciones, renders, dibujos e infografías que se proyectaron en una pantalla gigante, Cibic contó el proceso creativo y los objetivos de tres de los desarrollos. El primero fue Nuevas comunidades, nuevas polaridades. Cómo un pequeño centro puede convertirse en un gran centro, basado en el pedido de una corporación internacional que decidió mudar su casa central a una zona industrial de un pueblo a los pies de los Alpes. “La empresa tiene unos mil empleados, la mayoría de los cuales son profesionales jóvenes y creativos de todo el mundo. En un área abandonada del centro del pueblo, se crea un nuevo barrio en el que esta comunidad foránea puede encontrar su hogar y convertirse en recurso del territorio”. El segundo fue Un campus en el campo. Valle agrotecnológico en Venecia, un comunidad modelo para 250 jóvenes que deciden instalarse en una zona rural de mucha riqueza y biodiversidad donde vivir y trabajar. “Permite la posibilidad de desarrollar una comunidad ideal, en situación de autosatisfacer sus necesidades de comida y energía a través de la agricultura, el turismo y la tecnología conviviendo en un mismo lugar”. El tercer proyecto, y último presentado por Cibic, fue Superbazar. Un lugar para vivir, encontrarse, comprar, vender e intercambiar, un espacio construido en una nueva estación de subtes en las afueras de Milán que es punto de conexión con el tren metropolitano. “Es una oportunidad para crear un nuevo espacio público que combina actividades funcionales de un vecindario, tales como biblioteca, cine, teatro, mercados, etc; con pequeños departamentos y oficinas de alquiler baratas para estudiantes e inmigrantes”.

La cuarta propuesta la presentó el diseñador industrial italiano Tommaso Corá, otro de los invitados internacionales del programa UNSAM+6D. Con el título Urbanismo real. La ciudad entra en el campo, el campo entra en la ciudad, se trata de un desarrollo pensado para una zona de tradición agrícola milenaria ubicada a una hora de Shangai. “Se crea un parque agrícola de 4 kilómetros cuadrados que se trabaja y es a la vez el jardín de la comunidad, en la que viven 8 mil personas que comparten servicios y actividades sociales”, explicó el joven diseñador.

Luego de algunas preguntas del auditorio, Cibic cerró la conferencia con su intención de llevar estos modelos de vida sustentable y armónica a todos los lugares donde se pueda: “Nuestro compromiso es hacer reales estos modelos en Italia o en otros lados, donde haya interés y posibilidades de desarrollarlos”.