El IDAES, el CUSAM y el área de Articulación territorial de la UNSAM participaron en una conferencia de prensa junto con otras instituciones y organizaciones sociales para manifestar su rechazo a la reforma de la Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. En el documento final, los organizadores consideraron que la reforma es una respuesta rápida e ineficaz al problema de la inseguridad.
Por Carolina Di Próspero | Foto: Organización social YoNoFui
El martes 16 de mayo organizaciones sociales, organismos de derechos humanos, universidades, fundaciones, académicos, operadores judiciales, familiares y personas detenidas y liberadas realizaron una conferencia de prensa en el Edificio Volta (CABA) en la que presentaron un documento en rechazo a la reforma de la Ley 24.660.
El documento plantea que dicha reforma institucionaliza la desigualdad ante la ley al establecer diferencias en la progresividad de la pena y, además, burocratiza el proceso y alarga el tiempo de detención. También limita las posibilidades de incorporación al régimen de semilibertad por restringir tanto las salidas transitorias como la libertad condicional, entre otras cuestiones.
La conferencia tuvo dos etapas: en la primera, se leyó el documento consensuado colectivamente y, en la segunda, hubo testimonios de liberados, quienes contaron sus experiencias formativas en diversos penales.
Entre sus principales aportes, el documento sostiene que “la manipulación demagógica del femicidio de Micaela jugó un papel fundamental en la activación del tratamiento de la ley y vino a reponer un discurso altamente represivo y punitivista. Esta reforma nos atrapa en el endurecimiento de la política penal, simplificando la realidad y ubicando en el mismo plano delitos de diferente orden, como los delitos contra la propiedad, los delitos contra la integridad sexual y el femicidio […]. En relación a los delitos contra la integridad sexual y los femicidios, sobre los que se apoya no solo esta reforma sino parte del discurso mediático, creemos que, a diferencia de los otros delitos, éstos requieren de un tratamiento específico y de dispositivos acordes a su complejidad”.
Asimismo, el documento menciona que, en “un estudio realizado en el año 2015 por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y la Procuración Penitenciaria Nacional, el 85 % de las personas privadas de libertad que estudian no reinciden. Esta es una verdadera política de seguridad”.
En cuanto a los testimonios ofrecidos durante la conferencia, Liliana Cabrera, de la organización social YoNoFui, aseguró: “Mi participación en los talleres de YoNoFui (poesía y fotografía estenopeica) fue lo que me permitió continuar mi vida fuera de la cárcel”. Cuando Liliana accedió a las salidas transitorias pudo hacer un taller de periodismo. Ahora, vuelve a la cárcel como docente del taller de poesía.
Además de pertenecer a la organización social YoNoFui, Liliana modera los comentarios en la web del diario La Nación, entre otros trabajos y actividades a los que accedió a partir de la educación, la relación con el afuera y la pertenencia a las redes y cooperativas. “Quitar esas oportunidades a las personas que hoy están presas es muy injusto”, opinó Liliana y reafirmó la importancia de escuchar “las voces de las personas que están adentro y las de sus familiares, organizaciones sociales, universidades e instituciones”.
Por su parte, Luis Alberto Ángel, graduado de Sociología del CUSAM, explicó que una de las tareas de la universidad en la cárcel es reducir vulnerabilidades. Ángel habló de “construir desde adentro para luego trabajar desde afuera” e hizo mención a la devolución que los liberados realizan a la sociedad, por ejemplo, la creación de una biblioteca o un merendero, como fue el caso de Waldemar Cubilla y Mario Cruz, también egresados del CUSAM.
“La importancia de la vida colectiva permitió generar nuevos lazos y vínculos: di clases en una tecnicatura del servicio penitenciario”, contó Ángel, quien ahora regresa a la cárcel como parte de su trabajo en el equipo de gestión del CUSAM, donde muchas veces se cruza con penitenciarios que fueron sus alumnos y lo saludan con un: “¡Hola, profe!”. Se trata de otra muestra de la importancia de la trayectoria educativa en contextos de encierro: no solo aprender a convivir con el otro, sino también a transformarse uno mismo en otro. “Cuando yo regresaba al penal durante la transitoria, no volvía un preso: volvía un investigador”, expresó.
Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, estuvo presente en la convocatoria y manifestó: “La cárcel tiene que ser como dice la Constitución. Que la persona que cometió un error se pueda rehabilitar […]. Que los diputados se pongan las pilas y no se elija cambiar para peor”.
Convocaron la Red de Cooperativas de Liberados y Organizaciones Sociales en Contextos de Encierro (conformada por YoNoFui, Hombres y Mujeres Libres, Rancho Aparte, Limando Rejas, Esquina Libertad, Taller Reverdecer, Cooperativa de Trabajo Inclusión en Bloque y Pensamiento Villero Contemporáneo —PVC—), la Universidad Nacional de San Martín (IDAES, CUSAM, Programa de Articulación Territorial UNSAM), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Procuración Penitenciaria Nacional (PPN), el Programa de Extensión en Cárceles, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, el colectivo Ni Una Menos, Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora) y Curas en la Opción por los Pobres.
Adhieren el Frente Sin Reversa, el Instituto de Estudios Comparados de Ciencias penales y sociales (INECIP), el Centro de Estudios de Ejecución Penal, la Facultad de Derecho (CEEP-UBA), el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC), la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACIFAD), el Grupo de Estudios sobre Educación en Cárceles (GESEC), la cátedra de Derecho Penal y Género de la Especialización en Derecho Penal de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Programa de Estudios Sobre el Control Social (PECOS), el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la UBA, el Instituto de Investigación y Experimentación Política (IIEP), la Cátedra de Formación y Acción Comunitaria de la Secretaría de Cultura de la UNLP, la Agencia para la Libertad, la Fundación El Arte de Vivir, la Comisión Investigadora de la Violencia en los Territorios, el Colectivo Radio La Cantora, Atrapamuros, la Asociación Civil Camino hacia el Siglo XXI, el Centro de Orientación para Familiares de Detenidos (COFAM), la Agrupación Lucía Cullen, YvyPorá Tierra Fértil, la Comisión Nacional de Liberados, la Cazona de Flores, el Centro de Formación Profesional N.° 24, el Colectivo de Mujeres Osadía, el Colectivo Trafo, el Frente Social y Político La Brecha, H.I.J.O.S Capital, la Biblioteca Popular La Carcova, el Centro Cultural Deportivo y Los Amigos, la Mesa Reconquista y la Clínica de la Vulnerabilidad Programa UBA XXII.