Por Gustavo Fernández Walker

Entre junio y julio de 2015 realicé una estadía como fellow en la Forschungsstelle für Vergleichende Ordensgeschichte (FOVOG – Dresden). Mi actual proyecto de investigación se propone investigar en qué medida los autores medievales consideraban la duda (dubitatio) como una herramienta útil para la actividad filosófica. Un locus clásico para analizar la cuestión es el tratamiento de la proposición probable y su utilidad para las disciplinas filosóficas en el primer libro (101a25-b4) de los Tópicos de Aristóteles. Así, al comentar ese pasaje, Walter Burley (ca. 1310) concluye: dubitatio valet ad inquisitionem veritatis. Ahora bien, la mayor parte de los comentarios a los Tópicos posteriores a 1280 permanecen aún inéditos, por lo cual resulta necesario acceder a los manuscritos para analizar en detalle los diversos tratamientos de ese pasaje en los magistri artium de las universidades europeas.

Durante la estadía en Dresden, y gracias a la invalorable colaboración de Gert Melville, Cristina Andenna y todo el equipo de investigación de la FOVOG, logré acceder no sólo a la bibliografía más reciente acerca de la producción de los maestros universitarios de los siglos XIII y XIV, sino que me fue posible también acceder a los fondos manuscritos de diversas bibliotecas alemanas (Bibliotheca Amploniana, Erfurt; Universitätsbibliothek, Leipzig; Staatsbibliothek, Berlin; Ratsschulbibliothek, Zwickau; Sächsische Landesbibliothek – Staats- und Universitätsbibliothek, Dresden) para acceder a los códices que transmiten los comentarios a los Tópicos de autores como Radulfo Brito, Simón de Faversham, Angelo da Camerino, Hartlevus de Marca y algunos maestros anónimos del siglo XIV.

Tras esa primera etapa de la investigación, dedicada a la recopilación del material, su organización y clasificación, sumada a la actualización bibliográfica, seguirá a continuación el análisis, comentario y eventual edición de aquellos comentarios que resulten significativos para determinar en qué medida los autores medievales atribuían a la duda un lugar determinante en su actividad filosófica.

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