Luciano Pozo, egresado y docente de la Licenciatura en Artes de la Escuela de Humanidades desarrolló una técnica de grabado sobre pétalos de flores. Su obra forma parte de la New York Latin American Art Triennial que se inauguró la semana pasada en Estados Unidos. En esta entrevista se refiere al proceso creativo que lo llevó a indagar sobre su identidad y a la necesidad poética de expresarse a través de las rosas que él mismo cultiva.
La semana pasada inauguró la New York Latin American Art Triennial 2022 que se exhibirá en diferentes espacios de esa ciudad estadounidense hasta enero del año que viene. Se trata de una gran muestra de artistas emergentes con prácticas innovadoras. Allí llegaron las obras de una docena de artistas de Argentina, entre las que se encuentran los particulares grabados de Luciano Pozo, egresado y docente de la Licenciatura en Artes de la Escuela de Humanidades de UNSAM.
Luciano es un joven artista que creó una técnica de grabado única, que realiza sobre pétalos de rosas que él mismo cultiva y procesa con sustancias vegetales para lograr la superficie adecuada sobre la cual imprimir sus imágenes. Como nadie había hecho esto antes, tuvo la necesidad de nombrar su práctica como “florisgrafía”, que significa hacer un grabado sobre un pétalo de flor.
Docente, investigador y artista, Luciano desarrolla su obra en Junín, provincia de Buenos Aires. Allí, en el campo en el que pasó buena parte de su vida, está el rosal que plantó con su bisabuela. La planta mide hoy más de tres metros de alto y lo provee de la materia prima para elaborar sus diminutos grabados.
El artista juninense terminó su licenciatura durante la pandemia por Covid-19 y fue también durante el aislamiento de aquel momento que comenzó a elaborar una obra potente a partir de la reflexión sobre su propia identidad. “Durante toda mi adolescencia algo que me definió era ser un flor de puto, y la sociedad te hunde, te aplasta. Yo para ese momento no era la normalidad, entonces estaba como en el barro, me sentía una flor en el barro”, recuerda el artista. Justamente “Como una flor en el barro” es el título de su primera muestra individual, que tuvo lugar en julio y agosto en Junín,
en la Fundación Casa Pronto, un espacio amplio de dos plantas que abrió sus puertas no solo para exhibir sus florisgrafías, sino para realizar diversas experiencias con el público en torno a este tipo de grabado y a su materialidad específica.
-Vos te recibiste de docente de Artes en Junín y luego ingresaste a la Escuela de Humanidades de la UNSAM. ¿Qué es lo que te llevó a iniciar la Licenciatura en Artes?
Yo trabajo acá en Junín en primaria, secundaria, educación superior y también doy clases en extensión universitaria en la Unnoba (Universidad Nacional Noroeste Buenos Aires ). Pero cuando me recibí quería ir al nivel universitario a ejercer la docencia y me di cuenta de que tenía algunas falencias. Entonces, hice la Licenciatura en Artes para tener una parte teórica fuerte y potente, para después poder desenvolverme profesionalmente. Cuando llegué a la UNSAM, en el último cuatrimestre que tenía que cursar, empezamos con la investigación y me di cuenta de que el mundo académico me atraía muchísimo. Yo, a su vez, daba clases y producía. Soy grabador, básicamente, porque hago grabados, es la disciplina en la que me desenvuelvo.
-¿Qué te aportó la universidad en este proceso creativo que te lleva a la florisgrafía, en tu búsqueda estética?
Sobre todo en esto de pensar la práctica, de crear una obra y reflexionarla. Entonces, esto de pensarme a mí como artista, me hace pensarme en mi propia práctica, y me llevó a escribirlo. La universidad propicia que empiece a pensar sobre lo que yo estaba haciendo como artista. Yo vengo de una formación de profesorado, con mucha parte técnica. Si bien yo me dedicaba a la docencia anteriormente, el momento en el que empiezo a producir es en ese lapso en el que comienzo a reflexionar sobre lo que estaba haciendo, para poder decir “esto es grabado y se llama florisgrafía”.
-¿Cómo desarrollás esta técnica novedosa de grabado a la que bautizaste “florisgrafía”?
Le puse nombre, porque no existía. En el 2020 empiezo a trabajar muchísimo, y me di cuenta de que tenía una necesidad poética, y tuve que empezar a investigar a un pétalo de rosa. Entonces es ahí cuando se me ocurre hacer grabado sobre pétalos de rosa que, en la historia del arte, nunca nadie había hecho un grabado sobre pétalo de rosa. ¿Por qué? Porque es muy delicado. Y un grabado implica que tiene que haber tinta y presión. Pero sí mucha gente ya en el siglo diecinueve y principios del siglo veinte empezó a hacer revelados de fotos sobre hojas, por ejemplo. Pero es otro espectro técnico, porque es con un material fotosensible. No es que yo inventé una técnica, sino que desarrollé una práctica, porque el grabado ya existía, mi disciplina es el grabado y la práctica que desarrollo es simplemente hacer un grabado sobre un pétalo de rosa, eso no existía y no tenía nombre.
–¿Por qué elegiste los pétalos de flores para hacer tus grabados?
El pétalo de flor surge por una necesidad poética. Yo reflexiono en mi obra sobre mi identidad. Durante toda mi adolescencia a mí algo que me definió era ser un “flor de puto”, y la sociedad te hunde, te aplasta. Yo para ese momento no era la normalidad, entonces estaba como en el barro y era lo que yo sentía, me sentía una flor en el barro. Entonces, todo eso me hizo llegar al pétalo de flor. ¿Y qué más explícito que mostrar eso que me definía con un autorretrato en un pétalo de flor? Entonces, esa necesidad poética fue la que me llevó a investigar en el pétalo de esta flor. Y a partir de esta búsqueda, este año decidí hacer mi primera exposición individual acá en Junín, en la Fundación Casa Pronto. Como reflexiono sobre mi identidad, la muestra se llamó “Como una flor en el barro”.
-¿Cómo trabajás los pétalos para que se mantengan y no se marchiten ni se deterioren?
Yo grabo el pétalo, lo conservo entre unos papeles de arroz, y quedan guardados en un libro para que el pétalo quede plano. A algunos les pongo barniz, pero si no, están adentro de unas cajas de cristal, están pegados en libros, están pegados en textiles, hay muchas formas de conservarlos. Entonces, como a veces hay humedad, aire acondicionado, calefactor, para que no se dañen yo los conservo con barnices.
-¿Cómo es el proceso de trabajo con los pétalos?
Yo trabajo con un rosal que planté cuando tenía cinco años con mi bisabuela en mi casa en el campo. Todos los pétalos de flores que utilizo son de rosas que cosecho de esa planta que hoy tiene tres metros de altura. Mis pétalos están cuidados por mí, los cosecho y después los grabo. Mi matriz es un papel especial que yo mando a hacer a una imprenta que trabaja con tintas orgánicas, a base de solventes de plantas. Para grabar apoyo la matriz en el pétalo, me humedezco el dedo con un solvente de resina de pino, hago presión y se imprime el pétalo. Ése es el procedimiento. Para llegar a esto investigué mucho. Traté de hacer con un montón de técnicas, usé un montón de solventes, hasta que me di cuenta de que como esto es orgánico, mi material tiene que estar hecho a base de solventes y tintas orgánicas, sino no funciona. Esto me llevó todo el 2020 de investigación, de hacer pruebas y de mandar a imprimir el material, de que me enviaran las estampas y las matrices. Constantemente esto, como procedimiento técnico, a mí me va dando frutos totalmente diferentes. Ahora estoy experimentando haciendo polvo de pétalos de rosa para crear mis propias tintas, o estoy haciendo mis propias carbonillas con lo que queda de las rosas que voy cosechando. Entonces, utilicé la rosa como soporte, ahora la rosa como tinta y la rosa como solvente. Estoy experimentando a full con la materialidad.
-¿Se pueden hacer muchas copias con esta técnica?
Una vez que usé la matriz, la tengo que tirar, me permite hacer una sola copia. Lo que hago es tener muchas matrices, porque una vez que entra en contacto con la resina de pino, el papel se daña, porque lo que hace es pasar la tinta de la resina al pétalo. Entonces, pétalo orgánico, tinta orgánica, con un solvente orgánico, hace que todo sea compatible. Por eso es importante decir que la florisgrafía es hacer un grabado, porque a un objeto yo le paso una imagen mediante presión, que es lo que hace el grabado. Hay una matriz, un objeto receptor y un poco de presión para transferir la imagen.
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