CUSAM, Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, home, Instituto del Transporte
Veintiocho estudiantes de la unidades penitenciarias 47 y 48 de José L. Suárez completaron la Diplomatura en Logística que se dicta en el Centro Universitario San Martín. El curso, que busca ampliar las opciones laborales, aporta nociones teóricas, metodológicas y técnicas para la aplicación de instrumentos de gestión logística. “Lo bueno es que los estudiantes respetamos el espacio educativo y dejamos un poco de lado el contexto de detenido/trabajador penitenciario, esa lógica que siempre es muy distante”, dice Alejandro Martínez, director de la Unidad 48, que cursó la Diplomatura junto con otros tres compañexs del servicio, además de internos e internas.
La Diplomatura en Logística es una de las propuestas educativas de pregrado del Centro Universitario San Martín (CUSAM), que funciona en la Unidad Penitenciaria N.° 48 de José León Suárez. Inaugurada en 2023, concluyó su segunda experiencia en octubre de este año con la graduación de 28 estudiantes: 19 internos de la Unidad 48, 5 internas de la Unidad 47 y 4 directivos del Servicio Penitenciario Bonaerense.
“Si bien los profesores que participamos de esta propuesta dictamos materias parecidas en la UNSAM, en este caso tratamos de darles conocimientos más concretos, por lo que armamos un plan de trabajo con foco práctico”, cuenta Fernando Dobrusky, director de la Diplomatura y exdecano del Instituto de Transporte (IT) de la UNSAM. “Los contenidos de esta diplomatura ofrecen muchísimas posibilidades laborales, ya que cualquier organización o empresa que mueva cosas —sea pública o privada, mayorista o minorista—siempre puede trasladarlas y almacenarlas de una manera más eficiente”.
A diferencia de las carreras de grado que nuestra Escuela IDAES dicta en el CUSAM, esta propuesta es impulsada por el IT de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad (EHyS). Se cursa durante un cuatrimestre con clases semanales de cuatro horas, a las que se suman trabajos que los estudiantes deben realizar en sus propios tiempos.
“Todo lo que podamos articular con otras escuelas de la UNSAM siempre suma, tanto al interior del CUSAM como al de la propia Universidad”, señala Gisela Bustos, directora del CUSAM, entusiasmada con esta diplomatura en particular porque resultó ser “una propuesta muy potente” que convocó a estudiantes privados de su libertad, pero también a personal jerárquico de la Unidad 48″. La idea, cuenta Gisela, es seguir avanzando con otras propuestas similares para fortalecer ese diálogo entre estudiantes privados de la libertad y el personal del servicio penitenciario, “lo que hace del CUSAM una experiencia muy particular”.
“Lo bueno del CUSAM es que los estudiantes respetamos el espacio educativo y dejamos un poco de lado el contexto de detenido/trabajador penitenciario, esa lógica que siempre es muy distante”, cuenta por su parte Alejandro Martínez, director de la Unidad 48, que cursó la Diplomatura junto a otros tres compañeros del servicio y personas privadas de su libertad. Para Martínez, esta oportunidad fue “un desafío del que se llevó una grata sorpresa”, ya que se generó una dinámica “linda e inesperada”, en la que todos respetaron el espacio académico y se formó una buena relación entre lxs estudiantes, con intercambios que fueron más allá del contexto de encierro. “Se dieron charlas en un contexto académico, y eso es muy esperanzador para que, de acá a unos años, esto pueda seguir evolucionando y podamos cambiar esa lógica que se mantuvo años atrás y que es muy controvertida”, subraya.
Otra de las particularidades de esta diplomatura es que, en el encuentro de cierre de cada cursada, participan invitados del sector. El año pasado, lxs estudiantes pudieron conversar con el representante de una asociación que nuclea a las empresas de logística y, este año, con un director de operaciones de una empresa de logística. Para lxs internxs en particular, esta clase de experiencias aportan herramientas a la hora de salir a buscar un empleo, una vez recuperada la libertad. Algo que cobra mayor relevancia en el contexto actual, “que es muy complicado, incluso para alguien que no tiene antecedentes”, señala Dobrusky.
“Decidí hacer la diplomatura porque me atrajo el contenido, y también porque me pareció una buena oportunidad para hacer un curso guiado por Fernando, a quien ya había visto trabajar en el CUSAM”, cuenta Mariela Lucero, una de las egresadas de este año, que se destacó por su trabajo final sobre logística en farmacias. “La logística fue la parte que más se me atrapó, porque una va a comprar a los mayoristas, los supermercados y las góndolas, y son cosas sobre las que tenemos noción, pero no conocimientos de otra índole, como el modo de acomodar la mercadería según su fecha de vencimiento, sobre todo si son productos perecederos”.
Por su parte, René Segovia, que también participó de esta experiencia educativa mientras estuvo preso, dice que la diplomatura “estuvo buenísima”. “Creo que el estudio es el camino para muchas cosas, tanto para uno como para la familia y los hijos”, comparte René, que acaba de recuperar la libertad y ya se inscribió en la Tecnicatura en Gestión y Tecnología Ferroviaria de la UNSAM. “Hoy veo la vida de otra manera: quiero seguir enfocado en la universidad. Estoy acá porque quiero cambiar mi vida y lograr muchas cosas para mí”.
Sobre el grado de compromiso de lxs estudiantes durante la cursada, Dobrusky destaca: “El nivel de atención y participación que prestan las y los estudiantes son espectaculares, no hay nadie durmiéndose ni mirando el celular, son cuatro horas en las que están totalmente compenetrados con lo que estamos viendo. Además, la calidad de los trabajos finales es excelente”. Para él y para el resto de lxs profesorxs de la Diplomatura no se trata solo de ir a enseñar: “Es una experiencia nueva, es abrir la cabeza y conocer situaciones completamente distintas, poder compartir, escuchar y entender todo eso te acerca mucho más a la realidad”.