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Una estudiante de Ingeniería Ambiental cuenta su experiencia de intercambio en España

Belén Hoffmann volvió hace un mes de una de las mejores experiencias de su vida, “tanto personal como profesional”. A principios de 2024 viajó a la Península Ibérica para cursar materias de un Máster en Técnicas y Ciencias de la Calidad del Agua en la Universidad de Granada. A continuación, el relato en primera persona.

Mi nombre es Belén Hoffmann y soy estudiante avanzada de Ingeniería Ambiental. Hace un mes volví de una de las mejores experiencias de mi vida, tanto personal como profesional. Desde que elegí mi carrera y universidad, consideré la posibilidad de realizar un intercambio, y una de las razones por las que elegí la UNSAM fue precisamente por oportunidades como esta.

Encontrar el momento adecuado para realizar el intercambio no fue fácil. Inicialmente, planeé viajar en 2023 y participé del proceso para obtener la beca. Tras no ser seleccionada y conversar con la directora de la carrera, decidimos que lo mejor era plantearlo para 2024. Aunque fue frustrante, no me di por vencida y comencé con los preparativos.

Una vez seleccionado el país, España —por el idioma y las similitudes culturales—, tuve que elegir la institución. Luego de estudiar extensamente las distintas opciones de carrera, enviar muchos correos sin respuesta y escuchar testimonios, encontré un Máster en Técnicas y Ciencias de la Calidad del Agua en la Universidad de Granada que me pareció muy interesante.

Hubo idas y vueltas, cadenas de correos, reuniones con la dirección de la carrera, mi familia y la Secretaría de Internacionalización y Cooperación Internacional, pero todo valió la pena y salió mejor de lo esperado. Tuve la oportunidad de vivir en Granada, una ciudad de Andalucía, España, durante cuatro meses. Aunque había muchos residentes, compartí piso con muchos compañeros de la universidad, incluyendo estudiantes de intercambio como yo. Esta opción es más económica y, cuando tocan buenos compañeros, puede ser igual de increíble.

En cuanto a la experiencia universitaria, el sistema educativo allá es distinto: nuestras carreras son más largas (al menos las ingenierías), por lo que, a pesar de no estar recibida, pude adaptarme al nivel del máster. Noté que mis compañeros no estaban tan acostumbrados al ritmo que llevamos en la Argentina, o había algunos contenidos que tenían menos interiorizados, lo que evidencia la increíble formación de nuestra universidad. También noté una mayor competitividad entre los alumnos, y extrañé el sentido de comunidad de la UNSAM, donde nos ayudamos y deseamos que a todos nos vaya bien.

Además de hacer nuevos amigos en Granada, pude visitar lugares típicos y vivir celebraciones y fechas especiales como una residente: llegué a celebrar Pascuas, el Día de Andalucía, el Día de la Cruz y la Feria de Sevilla. Muchas de estas celebraciones son católicas, pero lo que más me llamó la atención es que no festejan solo los practicantes, sino toda la ciudad. No se celebra la religión, sino la tradición, y todo es una buena excusa >para terminar en un bar divirtiéndote con amigos.

Creo que lo que más me llevo de esta experiencia son los vínculos personales que hice, la formación académica que me abrió la mente en cuanto a tecnología y nuevas técnicas, y la gratificación personal de haber logrado animarme y dar a conocer mi país, mi universidad y mi cultura.

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Nota actualizada el 8 de julio de 2024

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