Escuela de Hábitat y Sostenibilidad, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental

Daniel Álvarez: ”Las decisiones en materia de transporte a corto, mediano y largo plazo deben planificarse desde una visión integradora, contemplando la eficiencia y reequilibrio del territorio”

El director de la Maestría en Política y Planificación del Transporte de la EHyS-UNSAM analiza la dinámica del transporte en nuestro país y aborda los desafíos que tiene el sector en la actualidad.

Por Mariana Lanfranco

Daniel Álvarez es Doctor en Geografía, Transporte y Territorio por la Universidad Complutense de Madrid y Magíster en Relaciones Comerciales Internacionales y Gestión Logística por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Actualmente es director y docente de la Maestría en Política y Planificación del Transporte de la EHyS-UNSAM.

Licenciado en Geografía de formación de grado, cuando cursaba la carrera en la Universiadad Nacional de Mar del Plata asistió a una charla que brindaba José Barbero, quien sería el decano del Instituto de Transporte de la UNSAM desde su creación hasta 2021. Álvarez, que en ese momento era estudiante, cuenta que esa conferencia sobre el transporte vinculado a cuestiones regionales y urbanas, fue determinante en la definición exacta del tema que realmente le interesaba. Más adelante fue admitido en el Centro de Estudios del Desarrollo Urbano CEDU – perteneciente a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNMDP – donde desarrolló la tesis de licenciatura sobre transporte y desarrollo urbano en la ciudad de Mar del Pata.

“La huella de la charla del año ´87 perdura hasta el día de hoy”, relata el especialista, e identifica sus inicios en la temática del transporte vinculados al estudio del territorio y el análisis espacial. Durante toda su formación resultó clave considerar que el transporte requiere un enfoque multidisciplinario, que pueda combinar las diversas perspectivas necesarias para interpretar los múltiples impactos que genera: “No solo se trata de un sector complejo, integrado por diversos elementos que tienden a ser vistos en forma independiente, sino que atraviesa la vida económica y social: afecta la competitividad de la economía, la inclusión social, el ordenamiento territorial y la integración regional.”

Daniel Álvarez | Foto: María José Villarroel

Álvarez señala que la complejidad del sector también está determinada por requerir recursos en grandes magnitudes (financieros, energéticos, espacio urbano). “Además, el transporte produce múltiples externalidades, muchas de ellas negativas, como emisiones contaminantes, gases de efecto invernadero, accidentes, entre otras problemáticas”. En particular, se interesó por la planificación y la logística del transporte, con hincapié en el transporte marítimo de cargas. “La comprensión y revisión de los principales procesos involucrados en la logística de cargas frente a un escenario de economía globalizada configurada por largas cadenas de valor, como así también el transporte en sus diferentes escalas de prestación urbana, interurbana, e internacional, constituye un desafío como objeto de estudio e investigación “, explica.

¿Cuál es el escenario actual de la dinámica del transporte en nuestro país?

“El sistema de transporte en Argentina ha experimentado una significativa transformación en su estructura y modalidad de operación durante las últimas décadas, por eso necesita ser repensado y mejorado estructuralmente en sus prestaciones nacionales e internacionales.” Álvarez indica que el futuro desarrollo del transporte está estrechamente vinculado con el modelo de país que se quiere planificar. “El diseño y oferta de infraestructura del transporte y consiguientemente, el tipo de equipamiento utilizado para la prestación de los servicios, están ligados al modelo de desarrollo económico imperante y a la impronta tecnológica, existiendo una influencia recíproca entre ambos factores”

Para entender la dinámica del transporte en la actualidad, se debe tener en cuenta que con la expansión de las ciudades se han ido modificando los patrones de movilidad, bajo presupuestos urbanísticos que a la vez fragmentan la funcionalidad de la ciudad. “Esta dinámica refuerza el incremento de la motorización (autos y motos) y reduce en forma gradual la capacidad de la población para desplazarse”. El especialista advierte que la segregación espacial de las funciones urbanas aumenta las distancias (con las consecuentes necesidades de desplazamientos) e impone el uso del vehículo privado debilitando el rol del transporte público. Esta situación, vinculada con una serie de factores asociados, a lo largo de las últimas décadas, intensifica una tendencia declinante en términos de transporte público.

Durante los últimos años, se han producido importantes reestructuraciones en los sistemas de transporte público de pasajeros en un gran número de ciudades en América Latina. La falta de adecuación de los sistemas de transporte a las nuevas demandas de poblaciones en constante crecimiento repercute negativamente en la calidad de vida de los habitantes. “La deficiencia del servicio público, la caída del número de pasajeros transportados, el aumento del tiempo de los desplazamientos, la superposición de recorridos, la debilidad cuantitativa de la oferta, y la ausencia de una planificación integrada del transporte, se encuentran entre los principales problemas a enfrentar”, explica Álvarez. Además, en el caso de las áreas metropolitanas se suma a dichas debilidades, la falta de articulación entre las jurisdicciones.

La dinámica particular del transporte marítimo

“El transporte marítimo ha pasado de ser considerado como un servicio complementario a un proceso integrado en lo que hace a la operatoria del comercio exterior de un país, en particular de gran extensión como es el caso de Argentina”, señala Álvarez. A nivel internacional, la problemática de los sistemas portuarios suele estar más enfocada en el foreland -los mercados externos a los que un puerto sirve- que en el hinterland o su área de influencia. “Esto debe ser analizado teniendo en cuenta la evolución del transporte internacional y en particular la reducción de los efectos de la distancia, como consecuencia del progreso tecnológico y el avance en las operaciones de los sistemas de transporte. Esta evolución ha tenido efectos beneficiosos (como la multiplicación de mercados), pero también ha aumentado la competencia inter-puertos, llevando a una transformación en la dimensión de los hinterlands”, detalla.

La reducción general de los costos del transporte marítimo y tiempos en la operatoria de grandes distancias ha tornado relevantes los costos locales ubicados en los extremos de las cadenas logísticas, es decir entre los puertos de salida/llegada y los centros de producción y consumo al interior de los países. “De ahí la importancia de analizar las redes de transporte locales, sus condiciones de operación y las posibilidades de reducción en los costos logísticos. Todo esto no sólo mejoraría la competitividad de los puertos facilitando su accesibilidad a través de la mejor conectividad con las redes de transporte terrestres, sino que potencialmente sus hinterlands atraerían las cargas más alejadas de los puertos, permitiendo competir en mejores condiciones por la ampliación y funcionalidad de sus áreas de influencia”, amplía el especialista, quien ha realizado su tesis de doctorado en base a esta temática.

Hacia una mejora del sector

El sector del transporte abarca el movimiento de personas y bienes mediante diferentes modos (carretero, ferroviario, aéreo y marítimo – fluvial) a escala urbana, interurbana e internacional. “Pensemos en el papel significativo que representa el sector para el desempeño social y económico de un país: constituye una porción importante del gasto de los hogares (en general superior a la combinación de todos los demás servicios de infraestructura), representa uno de los mayores componentes en los planes de inversión pública (generalmente explica más del 50%), y es la fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de más rápido crecimiento (alrededor del 15% globalmente)”, detalla Álvarez.  Esta situación torna de vital importancia los vínculos del transporte con otras políticas públicas: productivas, energéticas, urbanas, regionales y ambientales, entre otras.

” Las decisiones en materia de transporte e infraestructura a corto, mediano y largo plazo en el sector deben ser planificadas desde una visión integradora, contemplando la eficiencia y reequilibrio del territorio”. Álvarez menciona que, para atender la importancia estratégica del sector, es imprescindible identificar los factores que inhiben su pleno desarrollo y emprender acciones que permitan revertir la tendencia a su desactualización e ineficiencia.

¿Cómo se abordan estos temas desde las carreras de posgrado del IT-EHyS?

“Las políticas del transporte, movilidad urbana y logística de cargas son de fundamental importancia en las transformaciones producidas durante los últimos años, lo cual ha gravitado en forma favorable como soporte del aparato productivo, funcional a un sistema social en expansión”, afirma Álvarez. Estos desafíos colocan la temática del transporte en un lugar destacado como parte de la formación universitaria. “Desde la EHyS de la UNSAM, podemos realizar un aporte significativo en materia de investigación y formación. Nuestras carreras de posgrado están orientadas a formar profesionales capaces de planificar, diseñar y evaluar proyectos de transporte, que contribuyan a la mejora de las políticas públicas o privadas del sector, y que permitan vincular los enfoques de planificación y operación del transporte con diferentes dimensiones; territoriales, ambientales, productivas y sociales entre otras”.

 

 

 

Nota actualizada el 8 de septiembre de 2022

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