Recibimos la triste noticia de la partida de quien fuera docente de nuestra casa de estudios, y una de las mayores referentes en los estudios demográficos en nuestro país. La despedimos con palabras de sus colegas.
In Memoria
Por Mariana Heredia y Lorena Poblete
Era un día de lluvia y nos recibió en su casa del barrio River. Poco tiempo antes había decidido dejar de dictar su materia en el IDAES y se ofreció a conversar con nosotras sobre el curso que, de algún modo, nos legaba. No era una materia más. Piedra angular de la formación en ciencias sociales, los estudios sobre demografía y estructura social eran su gran pasión y ella estaba convencida, como nosotras, que las sociedades humanas no pueden comprenderse sin aproximarse al modo en que se agrupan e interactúan las personas a lo largo del tiempo. Cultivando esa curiosidad desde la investigación y la docencia, en el CONICET, en la UBA y finalmente en la UNSAM, Susana Torrado contribuyó a formar a sucesivas generaciones en cuestiones tan nodales como el análisis de la familia, la pobreza o la clase social.
Nacida en Buenos Aires, se inició en estos temas en el Instituto de Sociología en la Universidad de Buenos Aires donde conoció a su maestro Gino Germani. Como a otros jóvenes de su generación, el profesor italiano la incitó a seguir sus estudios en el extranjero y con ese impulso se instalaría en Paris junto a Emilio de Ípola donde completó su maestría y doctorado analizando la demografía argentina entre 1870 y 1960. Las condiciones en que se había sumido el mundo universitario después del golpe de la Revolución Argentina en 1966 la llevaron a permanecer más de una década en el extranjero viviendo en París, Montreal, Santiago de Chile y Madrid.
La democracia la encontró como liminar normalizadora de la carrera de sociología de la UBA donde congregó a los mayores talentos de su generación, preparando los grandes años de la carrera en el periodo siguiente. Poco más tarde, se encargaría del diseño del Censo 1991 en el INDEC donde también se rodeó de especialistas. Desde entonces, Susana Torrado sería a la vez una defensora aguerrida de ciertas formas de definición y medición de aspectos sociales claves (las categorías ocupacionales, muy particularmente) y crítica de las medidas económicas adoptadas por el país. De hecho, se convirtió en una suerte de representante del pensamiento científico independiente cuando en 1994 el ministro de economía Domingo Cavallo la mandó “a lavar los platos” por señalar las consecuencias sociales de la convertibilidad.
Su producción no cejó en los últimos años de carrera. Al tiempo que se desempeñaba como profesora titular de demografía en la UBA, nombrada profesora emérita de esta casa en 2006, y galardonada con el premio Dr. Bernardo Houssay a la trayectoria científica por el CONICET, publicaba entre sus últimas obras Historia de la familia en la Argentina moderna (1870-2000) (2003) donde se presentan en números y fotografías las transformaciones de la conyugalidad y la filiación a lo largo del tiempo y dos voluminosas compilaciones: “Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo centenario” (2007) y El costo social del ajuste (2010) que sintetizan un esfuerzo coral por comprender las condiciones y oportunidades de vida de los argentinos.
Aquella tarde nos invitó a acercarnos a su escritorio, nos habló con cariño de sus alumnos y con respeto de aquello que nos recomendaba enseñar. La autora de La estructura social de la Argentina (1945-1983), la primera normalizadora de la carrera de sociología después de la dictadura, la aguerrida defensora de los censos argentinos, la gran demógrafa de su generación, con humildad y dulzura compartió con nosotras algunos de sus tesoros: textos, gráficos, anécdotas. Desde su lugar ayudó a sostener y renovar el conocimiento sobre la sociología argentina, no solo a través de su curiosidad de investigadora, también por su rol institucional en el que intentó hace confluir pluralismo y excelencia, el cultivo de una tradición frondosa y la transmisión de esas ideas a quienes la conocieron y a quienes vendrían detrás.
Escuela IDAES, Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Homenaje, IDAES, Lorena Poblete, Mariana Heredia, Susana Torrado