Escuela de Economía y Negocios
Durante la Semana de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, organizada por la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM, tres paneles atravesaron las temáticas de brecha de género y desigualdades, relacionadas a los efectos de la pandemia de COVID-19.
La pandemia puso en el centro de la escena la importancia de las tareas de cuidados y las persistentes desigualdades de género, que aumentaron y se profundizaron debido a la situación sanitaria mundial. Durante la Semana de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación, por primera vez se abordó este tema de manera integral en todos los encuentros, transversalizando la perspectiva de género. En particular, tres paneles de investigación atravesaron la temática de manera más específica: “Mercado de trabajo, distribución del ingreso y pobreza“, “Economía laboral e instituciones” y “Brecha de Género“. Especialistas e investigadoras/es debatieron y presentaron trabajos para visibilizar esta problemática.
El panel “La brecha de género en la pre y post pandemia: reflexiones para un futuro con equidad” marcó la necesidad de seguir instalando en la agenda pública esta problemática inicialmente planteada desde el feminismo. Nora Goren (Instituto de Estudios Sociales en Contextos de Desigualdades – Universidad Nacional de José C.Paz), Corina Rodriguez (Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas-CONICET), Diana Suárez (Comisión de Investigaciones Científicas-Universidad Nacional de General Sarmiento-Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación) y Ana Laura Rodríguez Gustá (CONICET-Escuela de Política y Gobierno-UNSAM), dialogaron acerca del efecto del COVID-19. “Desde que comenzó la pandemia, existe una sobrecarga de tareas para las mujeres al sumar el trabajo en casa a las tareas domésticas y de cuidados, el apoyo escolar a hijos/as con escuela a distancia y el sostén emocional de la familia” afirmó Goren. Las investigadoras señalaron que las mujeres son las que se vieron más afectadas en sus posibilidades de trabajar en los últimos casi dos años. Buscando una alternativa más optimista, Corina Rodríguez afirmó: “En el marco de una lógica de organización económica social, se plantea que la pandemia puede convertirse en una puerta que abra a la transformación”.
Con análisis más estadísticos y técnicos, en los paneles “Mercado de trabajo, distribución del ingreso y pobreza” y “Economía laboral e instituciones” también se presentaron trabajos con eje en la desigualdad laboral entre mujeres y hombres. En el primero, Sofia Zamparo (Universidad Torcuato Di Tella) presentó un paper realizado en coautoría con Federico Favata (Centro de Investigaciones Macroeconómicas para el Desarrollo-EEyN-UNSAM), que estima el efecto de la segregación por género en el ingreso laboral promedio en Argentina entre 2016 y 2020. Llegaron a la conclusión de que, en promedio, las mujeres ganan un 11% menos que los hombres. “Hay evidencia que avala la existencia de un efecto causal y negativo entre proporción de mujeres en una ocupación real en el mercado laboral argentino”, afirmó Zamparo, y destacó la importancia de aplicar políticas públicas que fomenten la contratación de mujeres en ocupaciones con predominancia masculina. “Se debería apuntar a tomar medidas que colaboren a deconstruir tanto el rol de la mujer como el del hombre en el mercado laboral”, concluyó.
En el panel “Economía Laboral e Instituciones”, la investigadora Roxana Maurizio (Organización Internacional del Trabajo) presentó un análisis sobre cómo impactó el COVID-19 en la brecha de género en América Latina, haciendo hincapié en los ingresos laborales y familiares. “La crisis de la pandemia generó una caída abrupta de la ocupación de los puestos de trabajo. Aún hoy, en varios países de la región, falta avanzar en materia de recuperación del empleo. Hay que destacar que las mujeres perdieron su trabajo con mayor intensidad que los hombres”, aseguró Maurizio. Jorge Paz (CONICET-Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico-UNSAM) analizó la importancia de la segregación ocupacional por género en Argentina. “Este es un fenómeno preocupante porque la población femenina es la principal perjudicada, y sirve para explicar la brecha salarial por género: las ocupaciones que actualmente cubren las mujeres, tienen una tasa salarial asociada significativamente más baja que aquellas ocupaciones cubiertas por hombres”, destacó. Según su estudio, uno de los factores que más impacta en la segregación por género, es el de los cuidados familiares: “Esto reduce la probabilidad de las mujeres de trabajar en ramas y ocupaciones con mayor proporción de hombres”, concluyó, en una línea similar a la planteada por Goren. Manuel Basombrío (CIMAD-EEyN- UNSAM) presentó el trabajo que realizó junto a Federico Favata y Nicolás Constante, y analizó el trabajo doméstico en condiciones de dominación y servidumbre, y lo diferenció de la explotación capitalista, donde existen límites que la servidumbre no tiene. “A partir de las ideas de desigualdad de Jean-Jacques Rousseau, podemos sostener que la empleada está a merced de los deseos e intereses del patrón. Y digo empleada porque suele ser la mujer quien cumple ese rol”, afirmó.
Los cinco trabajos destacados presentan varías características en común, entre las que se destacan la necesidad de incorporar políticas públicas que se enfoquen en la reducción de la brecha de género y la importancia de reconocer que son las mujeres las que pierden al realizar trabajos domésticos no remunerados. Si bien la pandemia profundizó la brecha de género, según los análisis presentados, se reconoce principalmente un problema estructural.
Todas las charlas y trabajos presentados en los paneles de la Semana de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación pueden verse en el canal de Youtube de la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM.
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