Mercedes Gonzalez Bracco es Doctora en Ciencias Sociales por la UBA e investigadora adjunta de CONICET. Recientemente se incorporó al Centro de Investigación y Desarrollo de Turismo de la Escuela de Economía y Negocios (CIDeTur), donde desarrolla líneas de investigación sobre turismo, historia y patrimonio cultural y, en esta oportunidad, presentó parte de un estudio en el que se encuentra trabajando actualmente. “Por un lado, el rol de la cultura, el arte, el patrimonio y ciertas políticas que se están llevando adelante por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y, también, por parte de actores privados y sociales; y, por otro, cómo esto impacta en los procesos de mercantilización y estetización de la ciudad”, comentó. Para introducir el tema, recorrió los diferentes tipos de arte urbano, relacionados al activismo político, en la escena nacional (los graffitis de mensaje en los años ‘70, los plásticos en los ‘90, y el street art a partir de los 2000) e internacional (el muralismo mexicano en los años ‘30, el situacionismo francés en los ‘50/60, el graffiti neoyorquino de los años ‘70/80, y el street art global a partir de los ‘90).

En lo referido específicamente a la Ciudad de Buenos Aires, la investigadora hizo referencia a algunos festivales organizados por el Gobierno de la Ciudad, entre ellos Color BA, donde se reflejaba el antes y el después de las intervenciones en paredes, muros y barrios, producido por artistas contratados que no responden a demandas sociales o políticas, sino que eran parte de un proceso de festivalización. “En el contexto de esta escena, empecé a ver una rispidez donde, por un lado, el arte urbano se considera vandalismo y, por otro, se considera como ‘la nueva gran atracción’”, reflexionó al respecto de esta diferencia. Siguiendo esta misma línea, mencionó la repercusión mediática cuando se acusaba de vándalos a quienes realizaban graffitis en plazas, paredes o subtes, mientras que al mismo tiempo presentaban tours de arte urbano en la ciudad con “grafiteros legales”. A través de esta explicación, demostró que no hay una sola versión en términos de quién puede pintar, qué se puede pintar y de qué manera. 

Gonzalez Bracco también mencionó a los colectivos barriales que trabajan a partir de diferentes tipos de intencionalidad, buscando representar la identidad del barrio, alejándose de los circuitos de festivales y de los artistas individuales que no buscan referenciar los territorios. “El muralismo barrial dialoga y está en conflicto con lo macro: el mural utilizado como forma de domesticación del espacio público y del disciplinamiento. Es posible pensar que algo tan efímero como un mural tiene un rol importante y permanente en la configuración de la ciudad”, aseguró sobre el folklore que envuelve la práctica. Para ilustrar al mural como celebración de la identidad barrial presentó imágenes de La Boca, Boedo, La Paternal, Parque Patricios y la Isla Maciel.

Al finalizar el encuentro, se le consultó sobre la existencia de alguna forma de contabilización del impacto y el aporte del arte urbano al turismo. “Es un poco inestable que se organice algo por el hecho de que todo el tiempo aparecen y desaparecen murales. De todas formas, existen algunos circuitos organizados por el Gobierno de la Ciudad y colectivos privados; sin embargo, en términos turísticos, no es tan explotado. El problema es que el circuito es reticente a la presentación de murales que no pertenecen a festivales”, concluyó. 

Los Seminarios de Investigación son organizados desde la Secretaría de Investigación de la Escuela de Economía y Negocios. En nuestro canal de Youtube pueden ver este Seminario y también los anteriores. 

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