Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental
La especialista en ciencias de la atmósfera y coordinadora de la Ingeniería Ambiental de la UNSAM, Diana Mielnicki, explicó el alcance de los registros de la Estación Meteorológica Automática (EMA) que funciona el Campus Miguelete.
Por Mariana Lanfranco
Diana Mielnicki, coordinadora de la Ingeniería Ambiental de la UNSAM, explicó que los radares meteorológicos están diseñados para identificar celdas de tormenta. “Las superceldas, que llegan a tener más de 40 kilómetros de extensión horizontal y más de 15 de altura, pueden producir fuertes lluvias, granizo o tornados. Estas tormentas también generan corrientes descendentes que desatan fuertes vientos en la superficie. Los daños por precipitaciones dependen de la velocidad y la cantidad de la caída, la velocidad de la tormenta y las características de la superficie en la que cae”.
Al respecto, Mielnicki señaló que la situación meteorológica general a fines de abril en el país era propicia para la formación de tormentas, dada la aparición de un frente estacionario en el centro del territorio que presentaba inestabilidad de la masa de aire.
El 29 de abril pasado, los radares de Ezeiza y Pergamino que cubren la región del Área Metropolitana de Buenos Aires registraron una supercelda que sobrevoló el partido de San Martín alrededor de las 3 de la mañana.
La Estación Meteorológica Automática de la UNSAM (EMA), ubicada en el Edificio del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA), registra las condiciones meteorológicas en el Campus Miguelete. Durante la madrugada del domingo 29 de abril se registraron ráfagas de viento de 123,9 kilómetros por hora. Ese valor fue el más alto registrado por la EMA desde el inicio de sus operaciones en julio de 2013. Asimismo, la intensidad de la lluvia fue de 1625 milímetros por hora y la precipitación diaria alcanzó los 193 milímetros, que también fue el máximo valor de precipitaciones diarias registrado por la EMA.
En ese marco, el Edificio del 3iA sufrió una filtración de agua en el cuarto piso ocasionada por la presión del agua sobre un desagüe pluvial. Dicha filtración provocó el ingreso de agua en las cuatro plantas del edificio. Por seguridad, se mantuvo un corte de luz hasta asegurar que los tableros eléctricos se encontraran secos.
Actualmente, la EMA está funcionamiento.