Escuela de Humanidades, Notas de tapa
La Escuela de Humanidades recuerda al gran pedagogo argentino, creador del Programa para la Mejora de la Enseñanza de la UNSAM, quien falleció el 8 de mayo de 2017. En este texto, el director del Centro de Documentación e Investigación acerca del Peronismo (CeDINPe), Darío Pulfer, destaca su legado teórico, su activa participación política para la mejora de la educación y su capacidad de reflexión sobre los problemas de la enseñanza, la educación y la igualdad en Latinoamérica.
Recuperar a Juan Carlos Tedesco a un año de su partida tiene múltiples dimensiones.
Resulta un acto de justicia para una figura del mundo académico que trascendió los límites de nuestro país con sus contribuciones en reflexiones, acciones y libros.
Importa además un merecido recuerdo para un maestro y colega que desplegó su actividad en el ámbito de la UNSAM de manera constante y comprometida.
Aparece también, en los tiempos que vivimos, como una necesidad de orden intelectual y político fundada en varias razones.
En primer lugar, el aporte sustantivo que Tedesco hizo al modo de pensar la educación en la Argentina y América Latina vinculándola con la realidad social, la configuración estatal, los bloques históricos y los proyectos de país. Esa asociación activa lo llevó a establecer un marco conceptual que se diferenció tanto del reproductivismo como del optimismo pedagógico. Desde esa matriz de análisis pudo integrar las dimensiones políticas, económicas y culturales de la vida social y ponerlas en diálogo con lo educativo sin perder la especificidad del campo. Dicho análisis recuperó la necesidad histórica de proveer a la comprensión de los procesos una dimensión temporal más amplia, que aportaría profundidad y sentido.
En segundo lugar, su particular modelo de intervención intelectual, que entendía la actuación política, técnica y profesional como parte de la responsabilidad pública del intelectual. La vocación de Tedesco por participar del debate público quedó evidenciada en el deseo de dar a conocer sus elaboraciones por todos los medios disponibles. Su inclinación a incidir en el diseño y desarrollo de las políticas públicas en el ámbito de la educación no solo derivó de los distintos roles que ocupó como funcionario internacional o decisor político sino también de un marco conceptual que impulsaba el cruce de la investigación y los trabajos académicos con la práctica. Esto se vio reflejado en los esfuerzos que en sus últimos años volcó en la UNSAM —en la que buscó introducir nociones pedagógicas inclusivas a través del Programa de Mejora de la Enseñanza— y en el Instituto Tecnológico Beltrán, donde propuso combinar una renovación de los contenidos y de las tecnologías con el estímulo a la permanencia de los estudiantes. Asimismo, el alcance de su pensamiento en la Argentina, América Latina e Iberoamérica lo convierte en uno de los más prestigiosos estudiosos de la educación de las últimas décadas. De hecho, algunas de sus obras de índole histórica siguen siendo materia de consulta y cita obligada al momento de trabajar y reconstruir determinados períodos.
En tercer lugar, sus obras más recientes sobre la educación en América Latina y la Argentina contienen elementos valiosos para la agenda educativa de este tiempo. Hablar de educación y justicia social en América Latina implicó la introducción de una perspectiva que problematizó la educación regional y, a la vez, actualizó la mirada sobre los procesos reformistas de las últimas décadas. En línea con otros materiales que relevan la cultura, la sociedad y el estado, su libro La educación argentina hoy —publicado por Siglo XXI—constituye en nuestro país un diagnóstico y un repertorio de propuestas que es necesario volver a mirar. En efecto, se trata de un libro colectivo que se presentó en la coyuntura de las elecciones de 2015, pero que trascendió ese marco al abordar cuestiones vinculadas con el financiamiento de la educación, la formación docente, la instancia de la evaluación y la perspectiva pedagógica en las universidades, entre otras, e incorporar un análisis de los escenarios socioeducativos para una aproximación a la diversidad geográfica y social argentina. Asimismo, el libro recuperó buena parte de los avances de la implementación de la Ley de Educación Nacional y señaló los desafíos de orden pedagógico pendientes.
En materia de diagnósticos y proposiciones en torno a la educación nacional, La educación argentina hoy constituye su último legado. Se trata de un material que logró abordar de manera argumentada los temas centrales de la agenda democratizadora: cómo lograr el cumplimiento de la obligatoriedad del secundario; cómo jerarquizar la docencia integrando profesionalidad y condiciones laborales dignas; cómo mejorar los aprendizajes; cómo movilizar las instituciones desde la conducción de los directores; y qué avances desplegar para el financiamiento, entre otros. En su planteo quedó claro el lugar que ocupan el Estado en el desarrollo educativo así como la educación configurada como bien social de carácter público.
Los llamados de Tedesco a pensar estratégicamente la educación en una serie temporal que trascienda el cortoplacismo —ubicando lo educativo en el corazón del estilo de desarrollo y promoviendo un debate público sobre las características y sentidos de la misma— nos siguen interpelando.
Recuperar su pensamiento es dar continuidad a ese modo de pensar que integró la educación con la sociedad y el Estado, intervino en la cualificación de la agenda del debate educativo, propuso líneas de avance en la democratización educativa y se comprometió con la tarea cotidiana de educar.
Juan Carlos tedesco un gran maestro y precursor del pensamiento latinoamericano .