Con éxito de convocatoria, el 12 de marzo la Escuela de Humanidades generó un espacio de encuentro dedicado al debate sobre el derecho al aborto y la histórica manifestación de este reclamo.
La mesa del conversatorio estuvo integrada por Jenny Durán, Victoria Tesorieri, Martha Rosenberg y Julia Martino, representantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Las panelistas presentaron una contextualización histórica del movimiento de las mujeres y de la construcción como grupo plural y participativo que dio origen a la campaña nacional —que logró la despenalización social del aborto y luego su incorporación en la agenda política—.
Marta Rosenberg realizó un recorrido de los movimientos de mujeres partiendo de las primeras asambleas que desembocaron en 2005 en el primer encuentro de Campaña realizado en Córdoba conformado por la unión de decenas de manifestaciones de mujeres. En 2007 se presentó el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) abalado por centenares de organizaciones gremiales, sociales y políticas y que cuenta con el apoyo de diputadas y diputados de gran parte de los bloques. El reclamo por el derecho al aborto requirió de la construcción y maduración colectiva, de la generación de estrategias y de la resistencia para incorporar un derecho en la agenda parlamentaria y política. Rosenberg concluyó haciendo referencia al reciente paro y movilización del #8M como representación de la densidad política que conlleva el tema del aborto en la sociedad actual. En este sentido afirmó que “la escena del aborto es una escena del ejercicio de poder de las mujeres, del poder social y del poder político”.
Julia Martino hizo referencia de forma más detallada al Proyecto de Ley IVE y su vínculo directo desde la salud. El proyecto es el resultado de una construcción colectiva cuya propuesta original de 2007 fue modernizada en función de la incorporación de la Ley de protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes, la Ley de identidad de género y la Ley de los derechos del paciente. La mujer en base a sus derechos humanos y de salud, tiene el derecho a interrumpir el embarazo hasta las 14 semanas de gestación, luego se contemplan casos particulares como un embarazo producto de violación o malformaciones fetales graves. El Proyecto de Ley plante incluir la práctica de interrupción en todo el sistema de salud como una práctica más.
Julia se refirió también al largo camino que el movimiento de mujeres ha desarrollado en las últimas décadas y que tuvo como resultado su crecimiento en cantidad, calidad y organización. Todo esto hizo posible que hoy se llegara a instaurar en la agenda social y en la agenda política el debate sobre el derecho al aborto. Julia cerró su intervención con una certeza “Este movimiento no sobrevive a tantas dicotomías. Nos acostumbramos a la unión de las mujeres de diversas corrientes y pertinencias políticas, así se ha logrado todo” -concluyó.
Luego tomó la palabra Jenny Durán del Movimiento Autónomo Católicas por el Derecho a Decidir, quien remarcó lo expuesto por sus compañeras y resaltó la estrategia política junto a la idea de transversalidad que atraviesa la Campaña unificando demandas, organizaciones y voces bajo un mismo reclamo. En este sentido afirmó que #Ni una menos, surge de esta gran transversalidad que requiere la incorporación de diferentes actoras sociales y también de la estrategias de medios. Las periodistas también venían dando una batalla, reemplazando términos como el de “crímenes pasionales” por femicidios, replicando el eco de #Ni una menos, y las cifras y las historias detrás de las muertes por abortos clandestinos. Marcar agenda en función de los temas y testimonios de la campaña fue muy importante para movilizar a la opinión pública- afirmó.
La representante del movimiento se refirió también a la culpabilización y la forma en la cual repercute la subjetividad de la mujer que pasa por un aborto. La instauración del debate en las calles y desde los medios de comunicación ha generado un posicionamiento e identificación de las mujeres más jóvenes en casos como el de Belén. En este sentido considera que son los propios discursos más conservadores los que atentan contra sus propios argumentos y es esto mismo lo que ha generado el rechazo de la sociedad. Pensar el aborto desvinculando la imagen del bebe porque la maternidad es una decisión y retomarlo desde la salud, la ciencia y el derecho a elegir.
Finalmente, Victoria Tesorieri hizo referencia a la importancia de contrarrestar los argumentos de la Iglesia que ha atentado histórica y sistemáticamente contra la educación sexual y el derecho a decidir. La Campaña expandió la demanda del aborto y también trascendió espacios a otros sectores de la sociedad que han tomado la palabra. El movimiento fue ganando espacios y también permitió la creación de redes como la red de profesionales de la salud por el derecho a decidir, la red federal, que incluye diferentes representantes provinciales, socorristas en red, y la red de docentes por el derecho al aborto que hacen materiales y charlas para que se de educación sexual que incluya en aborto en las escuelas.
“El aborto libre y gratuito no es nuestra única plataforma de lucha. Esta demanda es simplemente una exigencia elemental. Si no se la toma en cuenta, el combate político no puede ni siquiera comenzar.” (Simone de Beauvoir, “Manifiesto de las 343”, publicado en el Nouvel Observateur N.º 334, 5 de abril de 1971)
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