Si la bomba atómica fue el temor global del siglo XX, el cambio climático es el gran miedo del siglo XXI. Sin embargo, hoy resulta difícil seguir el debate científico sobre el calentamiento mundial debido a la extrema incertidumbre sobre la problemática.

Las narraciones, por el contrario, nos brindan la oportunidad de enfrentar estos temores —que a primera vista nos exceden— activando nuestra dimensión emocional. Vivenciar, mediante la ficción, la subida del nivel del mar en Nueva York o sentir el hambre, el calor, la sed, la humillación de ser un migrante rechazado por los países ricos son experiencias que nos acercan a los cambios sociales que el calentamiento climático traería aparejados.

La autora canadiense Margaret Atwood define estas ficciones como “especulativas”, dado que le ofrecen al lector una visión de lo que podría llegar a suceder en el planeta Tierra. Se trata, ni más ni menos, del gran poder de las historias: el recurso más antiguo que la humanidad haya encontrado para transmitir experiencias.

Bruno Arpaia. Un viaje por el cambio climático, las migraciones y las neurociencias hacia el poder de las narraciones. Está pasando Algo, ahí fuera. Bruno Arpaia es licenciado en Ciencias Políticas, periodista (colaborador de La Repubblica), asesor editorial y traductor de literatura española y latinoamericana. Ha publicado las siguientes novelas: Il futuro in punta di piedi (1994); Tempo perso (1997), Premio Hammett Italia y finalista del Premio Procida-Isola di Arturo-Elsa Morante; L’angelo della storia (2001), Premio Alassio-Un autore per l’Europa y Premio Selezione Campiello 2001 (publicado en español por Lumen con el título La última frontera); Il passato davanti a noi (2006) premios Minerva, Napoli y Comisso; L’energia del vuoto (2011), premios Merck Serono y Stresa, y finalista del Premio Strega (2011); Prima della battaglia (2014). Su última novela Qualcosa, là fuori (publicada en español por Alianza con el título Algo, ahí fuera) se desarrolla en un escenario internacional futuro modificado por el cambio climático. Sus novelas han sido traducidas al español, catalán, francés, inglés, holandés, griego, portugués y coreano. Es también autor del libro-conversación con Luis Sepúlveda Raccontare, resistere (2002) y de un libro con Javier Cercas, L’avventura di scrivere romanzi (2013). En 2007 publicó el ensayo Per una sinistra reazionaria, que suscitó un amplio debate en Italia. En 2013, junto con Pietro Greco, publicó La cultura si mangia!, sobre la importancia de las inversiones culturales para el desarrollo económico.

Sebastián Verea. A la Tierra le tomó cerca de dos millones de años cambiar de época. Al hombre tan solo le tomó doscientos para transformar esa época en una nueva. ¿Por qué el arte es una parte fundamental de la exploración de las nuevas problemáticas y cómo puede ayudar a encontrar soluciones? Sebastián Verea es compositor, artista sonoro, docente e investigador. Dirige el Área de Artes Sonoras del Instituto de Artes Mauricio Kagel (UNSAM). En colaboración con C-EENRG (Universidad de Cambridge), y junto con Jorge Viñuales. codirige el proyecto Antropoceno. Investiga y produce sobre los cruces entre ciencia, arte, cultura, naturaleza y medioambiente. Sus trabajos incluyen composiciones para artistas como Gerardo Hochman, Diana Szeinblum y la soprano Nadja Michael, y cuerpos como el Ballet Folklórico Nacional y el Ensamble Vocal Contemporáneo. Desde la UNSAM ha colaborado con la Escuela Juilliard, el Centro GRAME, la Universidad de Cambridge y el IRCAM (para más información, clic aquí).

Carolina Vera. Cotidianamente recibimos noticias de desastres producidos por fenómenos climáticos vinculados con las olas de calor, las inundaciones y las sequías, que son atribuidos al cambio climático. Pero ¿qué tiene que ver el cambio climático con esos desastres? ¿Qué ocurrirá en el futuro? ¿Podremos reducir los riesgos? Carolina Vera es doctora por la Universidad de Buenos Aires con orientación en Ciencias de la Atmósfera. Es profesora titular en el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos e investigadora principal del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CONICET-UBA) y del Instituto Franco-Argentino sobre Estudios de Clima y sus Impactos (CNRS-CONICET-UBA). Sus líneas de investigación se centran en la variabilidad y el cambio climático en el hemisferio sur y sus influencias sobre Sudamérica. Es vicepresidente del Grupo de Trabajo 1 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Presentación de Algo, ahí fuera

La nueva novela de Bruno Arpaia describe una Europa devastada por el cambio climático. En ese contexto, decenas de miles de “emigrantes ambientales” se trasladan hacia Escandinavia, que junto con las otras naciones cercanas al círculo polar ártico se ha convertido en un territorio climático favorable para los asentamientos humanos.

Algo, ahí fuera es una novela visionaria y actual que demuestra las consecuencias extremas del cambio climático. En esta obra, Arpaia combina la ciencia, el arte y la filosofía, y hace honor a esos campos del saber que, según Italo Calvino, constituyen la vocación más profunda de la mejor literatura italiana.

Organizan el programa Lectura Mundi, el Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires y la Embajada de Italia.

Inscripción: lecturamundi@gmail.com

Valeria A. Hernández es doctora en Etnología y Antropología Social por el Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) y se desempeña como profesora en la UNSAM e investigadora en el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) de Francia. Además, es representante del IRD para la Argentina y Chile, y codirige el Programa de Estudios Rurales y Globalización del IDAES.

Silvina Heguy es periodista y editora, y se desempeña como secretaria de redacción de la revista Anfibia y editora jefa de la sección Zona del diario Clarín. Escribió los libros Viaje al fin del Amazonas (2016), Los Juárez, terror, corrupción y caudillos en la política Argentina (2006), Joe Baxter (2007) y 132.000 volts. El caso Ezpeleta (2007). Fue galardonada con el Premio Rey de España en 2006 por su investigación sobre el tráfico de bebés y recibió la beca Avina por su trabajo sobre víctimas de las redes de trata.