Por Gaspar Grieco | Fotos: Archivo TAREA-IIPC

El Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson es el orgullo de San Juan. Fundado en 1936, hoy es considerado uno de los museos más importantes del país por la calidad de sus obras y por su homenaje sostenido al pintor sanjuanino Benjamín Franklin Rawson, uno de los artistas del siglo XIX que pertenecieron a la primera generación de pintores argentinos, llamados “los precursores”. La historia del museo no fue fácil: tras el famosos terremoto que en 1944 sacudió a toda la provincia, su edificio quedó devastado, por lo que las obras que integraban su colección debieron ser trasladadas a diferentes sedes, lo que provocó su deterioro. En 2008, el Museo asumió una política de conservación y restauro de esos bienes, e inauguró, pocos años después, su nueva sede. El trabajo conjunto con TAREA-IIPC de la UNSAM inició en 2013.

Néstor Barrio, decano del Instituto, cuenta: “Para nosotros, federalizar la conservación y restauración del patrimonio es fundamental. Con ese espíritu, hemos buscado establecer, junto con las autoridades del museo Rawson, un grupo de restauración y conservación que atienda a las necesidades de la región. Así nace un nueva sede de TAREA-IIPC. Es un acontecimiento muy importante para San Juan, TAREA y la UNSAM”.

El decano Néstor Barrio en la inauguración de la muestra Restauración y descubrimiento-rescate del patrimonio del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson

Tras la firma del convenio entre la UNSAM y el Museo Franklin Rawson, el proyecto de la nueva sede comenzó a materializarse: con la ayuda de un subsidio otorgado por el Fondo Nacional de Las Artes y el Banco San Juan, el espacio de la nueva sede de TAREA-IIPC ya está montándose. Pero ¿cómo se acercó la UNSAM al museo sanjuanino? En 2013, las autoridades y los técnicos del museo comenzaron a trabajar con TAREA-IIPC para restaurar las obras de su colección, deterioradas por el paso del tiempo, las condiciones ambientales y los traslados. En una primera etapa, llevada a cabo entre junio y diciembre de 2013, los especialistas de la UNSAM restauraron 14 obras de Rawson. En una segunda etapa, realizada entre 2015 y 2016, se restauraron 11 pinturas más, entre las que destacan dos gigantescas obras de Quinquela Martín.

“La mayoría de estas obras son pinturas sobre lienzo del siglo XIX. Estaban muy dañadas, tenían roturas, restauraciones anteriores, golpes, envejecimiento. También tenían ocultamiento político: en los retratos que había pintado Rawson, la cinta federal estaba taponeada y los chalecos federales se pintaron de otro color”, detalla Barrio.

A su vez, la docente e investigadora de TAREA-IIPC Laura Malosetti Costa revela que, gracias a la tarea de restauro, tres obras atribuidas a Rawson tuvieron que ser reatribuidas a su verdadero autor: “Cuando las obras fueron traídas a nuestro taller, los restauradores comenzaron con el trabajo de limpieza y, en el proceso, encontraron la firma del artista italiano Angelo Moschini en tres de los cuadros históricamente atribuidos a Rawson”.

Luego del trabajo de restauración y puesta en valor de gran parte de la colección del museo, se realizó la muestra Restauración y descubrimiento-rescate del patrimonio del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson. Allí, los especialistas de la UNSAM le explicaron al público visitante cómo se llevó a cabo el trabajo de restauro y hablaron sobre la importancia de la conservación del patrimonio nacional.

“Hoy se ve una revalorización de la herencia y la identidad, que es un derecho que la gente reclama”, advierte Barrio, quien agrega: “La restauración no es una ciencia exacta, cada obra es un caso distinto y requiere un abordaje interdisciplinario”.

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