“Hoy nos toca poner palabra para repudiar la violencia en cualquiera de sus formas. Y todo lo que nos lleve a reflexionar sobre esta terrible pérdida tiene que estar en nuestra voz y multiplicarse. Es de esperar que la reflexión, el diálogo y la educación puedan llevarnos a que nunca más sucedan hechos como éste”, dijo Patricia Vila, coordinadora de la licenciatura en Psicopedagogía, de la que Valeria era estudiante de segundo año.

Desde Rectorado se presentó un programa para la erradicación de las violencias basadas en géneros en el que se trabajará en forma conjunta y articulada con organismos públicos y organizaciones sociales para dar respuesta y contención a esta situación. El programa llevará el nombre de Valeria Gioffre en homenaje a la alumna de la Universidad.

La joven alumna de la Escuela de Humanidades fue asesinada junto con su madre, Silvana Eiriz, por la ex pareja de la mujer, el sábado 23 de noviembre en su casa de San Martín, en un nuevo caso de violencia de género.

“Hoy damos testimonio de que vamos a hacer todo lo posible para que esto no se repita -manifestó Carlos Ruta-. En 2012 hubo en Argentina 255 femicidios, de los cuales 77 ocurrieron en la provincia de Buenos Aires. Cifras que nos llevan a pensar que no podemos dejar de asumir nuestra responsabilidad; porque una estudiante nuestra fue asesinada delante de nuestras narices. Cabe preguntarnos si tenemos información y conciencia de lo que sucede con nuestros estudiantes. Porque esto que pasó puede repetirse”.

Las muertes de Valeria y de su madre se suman a la triste y dolorosa estadística de víctimas de violencia de género en la Argentina y el mundo que, según Naciones Unidas, alcanza a un 35 % de las mujeres de todo el planeta.

“Y no nos vamos a cansar de repetir que la Universidad debe ser un factor de transformación: de su gente, de sus estudiantes y de su territorio. Tenemos que organizarnos y reflexionar, y tenemos que salir a trabajar sobre nuestros estudiantes, sus familias y sus barrios. Porque hay muchas mujeres que hoy están en situación de riesgo y no tienen protección legal, ni instituciones donde guarecerse, ni dispositivos sociales que les permitan encontrar una contención”, señaló el rector, quien agregó: “Sobre todo, este es un compromiso de la comunidad académica, desde donde gestamos educación, que es ni más ni menos que la protección y el cultivo de la vida. No deberíamos dejar pasar este doloroso hecho sin transformarnos”.

Al cierre del acto, y tras pedir un minuto de silencio por la muerte de Valeria, Ruta advirtió: “Quizá sea hora de que la sociedad se organice para proteger a las mujeres, y que nosotros estudiemos de qué forma lograr ser más contundentes. Que esta pérdida nos convierta en luchadores de la causa.”