Escuela IDAES, UNSAM en los Medios
En el marco del debate por la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la docente e investigadora del IDAES opinó en una columna de la sección La Ventana sobre la democratización de la comunicación en relación con el reparto equitativo del poder.
“Democratizar las voces implica dos caras, inseparables, de un mismo proceso: hablar y escuchar. Si nos quedamos con una sola de las caras (la correspondiente al hablar), corremos el riesgo de promover un escenario donde aparentemente existen muchas voces que en realidad siguen siendo no-escuchadas en su plenitud. O peor: estigmatizadas o banalizadas. Incluso se corre el riesgo, paradojal por cierto, de celebrar la aparición de tantas voces como formando parte de un multiculturalismo que, en verdad, no es más que una fachada, puro ruido, desafinaciones. De hecho, a pesar de la híper-visibilización de actores que expresan la diferencia cultural registrada en los medios en los últimos años, lo que se observa concretamente es que esa visibilización está mediada por comentarios y encuadres cognitivos que oscurecen la palabra, contribuyen al estigma, califican/descalifican, producen discursos morales. En fin: no se los escucha, no se les concede la plenitud de su experiencia socio-cultural y política”
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