Escuela de Economía y Negocios, Notas de tapa
El director de la flamante Maestría en Desarrollo Económico de la UNSAM dice que América Latina y el mundo demandan una formación más plural que la ofrecida por los programas convencionales (“ortodoxos”) en economía, que permita comprender en toda su complejidad los problemas que plantea el desarrollo. Una entrevista antes de la charla informativa que se dará este jueves 15 en Carlos Pellegrini 125.
Por Paula Bistagnino – Fotos: Alfredo Srur / Equipo de Comunicación UNSAM
América Latina tomó distancia de la agenda neoliberal que hegemonizó las últimas décadas del Siglo XX y experimenta un giro en la orientación de sus políticas públicas. Sin embargo, ese cambio de rumbo no ha tenido un correlato definido en lo académico; y en particular tanto la formación como el pensamiento económicos siguen en gran medida inscriptos en una matriz ideológica ortodoxa.
“Salvando algunas notables excepciones, seguimos estudiando con los programas que sustentaron el diseño de las políticas económicas inspiradas en el llamado Consenso de Washington y que no son los que necesitamos para comprender los desafíos que nos propone el desarrollo económico con inclusión y justicia social”, dice Martín Abeles, creador y director de la Maestría en Desarrollo Económico que acaba de lanzar la Escuela de Economía y Negocios (EEyN) de la UNSAM.
Licenciado en Economía por la UBA y doctorado en la New School University, Abeles tiene una amplia trayectoria en la gestión pública. En los últimos años se desempeñó en el Ministerio de Economía de la Nación y en la actualidad trabaja en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
¿Qué propone esta maestría?
La propuesta es dar otro tipo de formación a los futuros economistas del país y la región. Una formación realmente pluralista que no se limite al campo analítico y metodológico establecido por la corriente ortodoxa; que conciba los procesos económicos como parte de sucesos históricos más complejos, incluyendo sus dimensiones política, social y cultural; y que al mismo tiempo provea todos los instrumentos y capacidades para el análisis formal y la investigación empírica aplicada ofrecidos por los mejores programas de economía a nivel internacional.
¿Hay una necesidad de un enfoque alternativo?
El discurso acerca de lo que se puede y no se puede hacer en el campo de las políticas económicas, y los propios programas de estudio vienen muy por detrás de los cambios políticos en la región, incluso en los países en los que hay gobiernos progresistas. Advertimos sin embargo una demanda creciente de contenidos más amplios en los programas de estudio, que vayan más allá de la ortodoxia, y que a la vez garanticen la rigurosidad técnica que se espera de un economista profesional en la actualidad.
¿Hay resistencia de la ortodoxia a que se legitime otra formación?
No sólo resistencia. La ortodoxia trabaja constantemente para deslegitimar a las corrientes que, hasta que encontremos una denominación mejor, llamamos “heterodoxas”. La ortodoxia sigue siendo la regla en el debate económico público en todo el mundo. Incluso en un contexto de crisis como el que se vive en Europa y Estados Unidos, los economistas heterodoxos son marginados del debate público; su intervención es con suerte un aporte testimonial. Eso es en alguna medida paradójico porque, aunque son contadas las opciones, los mejores programas de estudio “heterodoxos” se encuentran actualmente en los países desarrollados. Pero al mismo tiempo nos coloca a nosotros en un mejor piso para el debate público porque en nuestra región sí este tipo de cosas empieza a estar en discusión.
¿Cuáles son los contenidos del programa?
El programa ofrece dos orientaciones, una en “Macroeconomía y financiamiento para el desarrollo”, que coordina Matías Vernengo, y otra en “Organización industrial y cambio tecnológico”, que coordina Pablo Lavarello. El dictado de las distintas materias (los programas están disponibles online) contempla todas las corrientes de pensamiento económico, desde el estructuralismo y keynesianismo hasta el evolucionismo y el marxismo. Porque, justamente, no queremos aportar una dogmática alternativa a la ortodoxia neoclásica o neoliberal. Al contrario, queremos una mayor pluralidad y debate de ideas. Por eso el programa toma todas las corrientes, incluyendo la ortodoxa: porque creemos que ningún programa serio puede ignorar la matriz de pensamiento neoclásico. La crítica al pensamiento económico ortodoxo tiene que emanar de un verdadero conocimiento de su lógica de funcionamiento interno.
¿A quiénes está dirigida la Maestría?
Fundamentalmente a economistas, pero esto no es excluyente. Pueden haber profesionales de otras disciplinas interesados y son bienvenidos: contadores públicos o administradores de empresas, que suelen tener una buena formación económica, o sociólogos, politólogos, e incluso ingenieros, que cada tanto también incursionan en este campo, siempre y cuando tengan un resultado satisfactorio en el examen de nivel. Desde una perspectiva profesional la Maestría está orientada tanto a quienes aspiran a desarrollar una carrera académica, como paso previo a la realización de un programa de doctorado en Argentina o el exterior, como a quienes están interesados en formarse como técnicos en el campo de la planificación del desarrollo, sobre todo en el sector público. Y es abierto a estudiantes de todo el país y la región. Ya hemos tenido bastantes consultas de otros países de la región, lo que confirma nuestra hipótesis de que el programa puede contribuir a cubrir un interés que no se manifiesta sólo en Argentina.
¿Cuáles son las expectativas?
Hemos logrado atraer un plantel docente de primer nivel internacional. Esperamos poder contribuir en el proceso de legitimación académica de las posturas teóricas alternativas, que consideran a la inclusión social y la transformación de nuestras estructuras productivas como parte indisociable de los procesos de desarrollo. Es parte de la batalla cultural contra el neoliberalismo: demostrar que la economía heterodoxa puede ser, desde el punto de vista científico, más rigurosa que la ortodoxa. El prestigio académico de la corriente principal a lo largo de las últimas tres décadas se deriva fundamentalmente de su alineamiento con la agenda de la elite financiera global, no de su rigurosidad académica.
Charla informativa
Jueves 15 de noviembre – 19 hs
Carlos Pellegrini 125 – 2º piso – Ciudad de Buenos Aires.
Más información: www.unsam.edu.ar/oferta/carreras/273/economia/desarrollo-economico
Contacto: mde@unsam.edu.ar