Entrevista con el historiador mexicano y Doctor Honoris Causa de la UNSAM que esta semana visita la Argentina, invitado por el Programa Lectura Mundi. Su pasión por el pasado, el valor de la educación pública y popular, los próceres y los maestros. Y un adelanto de las tres conferencias que dictará en la Biblioteca Nacional, el Campus Miguelete y el CeDInCI.
Por Paula Bistagnino – Foto: Gentileza Javier Garciadiego
Una abuela que padeció la Revolución mexicana y un bisabuelo senador que en 1914 marchó al exilio le abrieron el hambre por la historia, cuando era todavía un chico. Después, mientras estudiaba Ciencias Políticas en la UNAM, aquella curiosidad infantil se transformó en necesidad: “En ese tiempo dominaba un grupo y no había procesos electorales ni respeto por la ley. Comprendí que la fundamentación del sistema era histórica. Y que sólo podía comprender el presente si entendía el pasado”. Así resume Javier Garciadiego su llegada a la historia, que no tardó en sentir vocación, y que lo convirtió en uno de los académicos más reconocidos de su país y lo llevó hasta la presidencia del prestigioso Colegio de México (Colmex).
Después de recibir el título de Doctor Honoris Causa de la UNSAM en 2011, Garciadiego vuelve a visitar la Argentina esta semana invitado por el Programa Lectura Mundi para dar tres conferencias: el miércoles 5 en la Biblioteca Nacional, A cien años de la Revolución mexicana (el eje será el proceso de nacionalización del petróleo), el jueves 6 en el Campus Miguelete Cultura, intelectuales y política en el México actual, y el viernes 7 en el CeDInCI, Perfiles de Alfonso Reyes. “He construido una relación importante con esta Universidad que me enorgullece y me enriquece. Porque además de los amigos que he ganado en estos años, creo en la unión de nuestros países, que debería ser algo natural porque tenemos mucho en común”, dice Garciadiego, que también es Doctor Honoris Causa de la Universidad de Atenas.
Maestro de Historia por la Universidad de Chicago, dos veces doctorado –en México y América Latina-, fue docente en las casas de estudio más importantes de su país y profesor visitante en Alemania, Italia, España, Estados Unidos, Inglaterra, Grecia, Israel y toda Latinoamérica. Es miembro de la Academia Mexicana de la Historia y del Sistema Nacional de Investigadores, y autor de una decena de libros sobre la Revolución Mexicana, tema del que es especialista. Pero además de la investigación y la docencia, también ejerce su profesión en los medios: desde 2004 conduce semanalmente Conversaciones sobre Historia, un programa radial que llega a todo el país a través de las frecuencias del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). “Hay historiadores que se dedican sólo a la parte más encerrada de la investigación de documentos. A mí me apasiona la tarea más académica y la docencia, pero también me interesa llevar todo esto a la sociedad, al ciudadano. Si no, ¿de qué sirve?”.
¿Por qué es importante conocer la historia?
Porque, como me pasó cuando era un estudiante de Ciencias Políticas, la historia sirve para entender el presente, para conocernos como país, para querer más a nuestra patria, para armar nuestra identidad y para querer nuestra cultura. A mí me interesa especialmente llevar la historia al ciudadano mexicano en este sentido. Sacarla de la academia y ponerla a circular.
En los últimos años en la Argentina, hay un movimiento revisionista importante que ha llevado a desmitificar a algunos próceres y a descubrir a otros “olvidados” por la historia oficial. ¿Ha pasado algo similar en México?
Sí, claro. Nosotros venimos de celebrar en 2010 el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. Y esas dos fechas tan importantes para nuestro país generaron un revisionismo inevitable y muy interesante. La historia siempre se está revisando y es bueno que así sea. Es parte de conocerla, enriquecerla y traerla al presente. En ese sentido, no creo en la historia como algo quieto y cerrado, sino como algo que está en movimiento.
Para eso, ¿se necesita salir de una visión nostálgica y glorificadora de la historia?
Fundamental. Hay que finalizar con dos visiones: la de que el pasado siempre fue mejor y la superficial, que la convierte en un cuentito de niños. Nuestra tarea, la mía como historiador, pero la de la sociedad en general también, es la de repensarla, discutirla y convertirla en aprendizaje y experiencia. Para que nos ayude a no caer en los errores del pasado y a retomar los logros para construir un país más democrático, más justo, que valore a sus instituciones y a su pueblo. Yo hablo de México, pero esto vale para todos.
¿Por qué cree que, con tanto en común, la relación de Argentina y Sudamérica en general es tan distante con México?
Es un absurdo que debemos revertir. En otros tiempos estuvimos mucho más cerca, no sólo en lo político y diplomático sino también en la identidad de los pueblos. Hoy México está muy alejado del proceso sudamericano. Pero creo que con este regreso del PRI al gobierno se puede recuperar la relación histórica que tuvimos con la Argentina y trabajar por una unión continental. Es interesante lo que está pasando en la región, aunque con procesos muy disímiles. Hay algunos que tienen que ver con cambios institucionales muy interesantes y otros demasiado basados en liderazgos personalistas. Más allá de eso tenemos que encontrar lo que nos une, sin dejar de ver las diferencias y siempre con la inclusión de todos, porque no sólo sería positivo e importante. Es nuestro futuro y nuestro destino.
Usted siempre menciona el orgullo de haberse formado en la Universidad Pública y de la importancia de que se amplíe el acceso a los sectores populares.
Justamente ese es el desafío mayor de las universidades públicas hoy. Te pongo el ejemplo de México: aquí, a diferencia de la formación inicial que es mala, la educación superior sigue siendo de calidad. Sin embargo, contra el ciento por ciento de inclusión primaria, en la Universidad sólo tenemos al 30 % de los jóvenes en edad de estudiar. Pongámoslo al revés: el 70 % no accede a la universidad. Por eso realmente celebro lo que hacen la UNSAM y todas estas universidades jóvenes que hay en Argentina en las afueras de la ciudad. No sólo por la cercanía, sino por el dinamismo que tienen. La UBA, si bien es una gran universidad, ha perdido el dinamismo en los últimos años. En cambio estas universidades nuevas tienen otro aire. Y se proponen el objetivo de volverse accesibles a los sectores populares, que es importantísimo: la educación es la mejor manera, además de la más rápida, de ascenso social, de inclusión, de equidad, de justicia: el futuro de un país.
¿Qué lugar tienen los maestros en ser potenciadores de ese talento que es el futuro?
Los maestros son fundamentales en la vida de todas las personas y para todas las cosas. El talento no es nada si no se lo potencia y se lo inspira. Entonces es clave. Pero para eso se necesitan buenos maestros. En mi caso, otra cuestión central que me pasó para que yo decidiera dedicarme a la historia fue justamente haberme topado con determinados maestros. Son muchos y todos muy buenos, pero uno en particular fue Gastón García Cantú. Con él aprendí a amar la historia del país. Entonces luego de terminar Ciencias Políticas decidí hacer el doctorado en el Colegio de México, donde otros maestros siguieron alimentando mi entusiasmo. Y de verdad que les estoy muy agradecido a todos ellos.
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Lecturas del mundo
Javier Garciadiego
5 al 7 de septiembre
A cien años de la Revolución mexicana
Conferencia pública.
Presentan: Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, y Horacio Crespo, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNSAM
Miércoles 5 / 19 hs / Auditorio Jorge Luis Borges – Biblioteca Nacional (Agüero 2502. C.A.B.A.)
Cultura, intelectuales y política en el México actual
Coloquio con Javier Garciadiego y los investigadores de la UNSAM, Horacio Crespo y José María Casco.
Jueves 6 / 18h / Auditorio Lectura Mundi –Campus Miguelete (Av. 25 de Mayo y Francia, General San Martín, Prov. Bs. As)
Perfiles de Alfonso Reyes
Conferencia pública
Presenta: Andrés Kozel, director de la Maestría en Estudios Latinoamericanos, CEL-UNSAM e investigador del CONICET.
Viernes 7 / 16 hs / CeDInCI -Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierda en Argentina (Fray Luis Beltrán 125- C.A.B.A.)
Actividades gratuitas.
Informes e inscripciones: lecturamundi@gmail.com / 4006-1557 / 4724-1557