Por Gaspar Grieco. Fotos: Archivo TAREA-IIPC y MNBA

Ernesto de la Cárcova nació el 3 de marzo de 1866 y se convirtió en uno de los mayores exponentes de la pintura realista argentina. Sin pan y sin trabajo, su obra cumbre, retrata la situación del obrero argentino hacia fines del siglo XIX. Esa escena no es la única contribución que De la Cárcova hizo al arte nacional, dado que su carrera también estuvo dedicada a la gestión de museos y a la formación de nuevos artistas. A un siglo y medio de su nacimiento, la UNSAM invita a un homenaje en el que se conjugan todas las facetas del maestro.

En 1906, Sin pan y sin trabajo (125,5 x 216 cm) fue adquirido por el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) gracias a la gestión de su fundador y entonces director Eduardo Schiaffino. La curadora de la muestra e investigadora de TAREA-IIPC, Laura Malosetti Costa, define la obra como “una pieza emblemática del arte nacional” por tratarse del “primer cuadro de tema obrero con intención de crítica social”.

A partir del 8 de noviembre, además de la célebre pieza, también se exhibirán en el MNBA los estudios técnicos sobre esa pintura —realizados por el equipo de Gestión de Colecciones del MNBA y TAREA-IIPC—, que permiten apreciar las diferentes instancias del proceso creativo de la obra. También se exhibirán cuadros de destacados artistas contemporáneos influenciados por el pintor.

Carolina Vanegas Carrasco, investigadora de la UNSAM y otra de las curadoras de la muestra, adelanta detalles de la exhibición: “En una sala estará la exposición póstuma de Ernesto de la Cárcova, que incluye algunos de sus cuadros. En la otra, se expondrá Sin pan y sin trabajo, además de las reapropiaciones que la cultura popular hizo de ese ícono de la pintura nacional a lo largo del tiempo y donde se muestra la vigencia del cuadro desde el momento de su realización hasta hoy”.

Al respecto, Malosetti Costa destaca el avance del trabajo de restauro, al que definió como “la nueva estrella de los museos”: “Desde hace algunos años, los museos muestran sus procesos y exponen su taller, algo que a la gente le encanta ver y que le ayuda a tomar conciencia de que no es por arte de magia que una determinada pintura está bien en una determinada pared”.

Los muebles de la historia

De la Cárcova fue el primer director de la Academia Nacional de Bellas Artes y el fundador de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Nación, donde funciona el Museo de Calcos y Escultura Comparada, el cual comenzó a llevar su nombre un año después de su muerte en 1927. Hoy, el museo es visitado regularmente pero su fachada e interiores no son los mismos que a principios del siglo XX. ¿Cómo eran entonces? Gracias a la intervención del TAREA-IIPC, a partir del 12 de noviembre el público podrá averiguarlo.

Marisa Baldasarre, curadora de la exposicion, propuso restaurar los muebles que Ernesto de la Cárcova donó al museo que hoy lleva su nombre: “Restauramos los muebles para recrear cómo hubiera sido su habitación con los muebles originales. Se exhibirán vitrinas, un mesón, un secreter, un mueble gabinete, unas sillas tijeras y dos arañas de vidrio y bronce”.

Por su parte, el restaurador especialista en madera y docente del TAREA-IIPC Sergio Medrano cuenta cómo se realizó el trabajo: “Al mobiliario se le hizo una limpieza superficial, una desinsectación, porque estaba muy atacado, y después un encolado para fijar las estructuras. Por último, se lijó y se le realizó el acabado final. Tratamos de dejarlo lo más original posible”.

Del barrio al museo 

“Carcova no es basura, Carcova es cultura pura” puede leerse en el grafiti del barrio de la localidad de José León Suárez, uno de los más humildes del partido de San Martín. Allí funciona la Biblioteca Popular de la Cárcova, fundada y dirigida por el sociólogo del Centro Universitario San Martín (CUSAM) Waldemar Cubilla. A ella asisten niños y adolescentes de todas las edades para recibir clases de apoyo escolar y realizar actividades artísticas.

Para que los chicos pudieran conocer quién fue el artista que da nombre a su barrio, los investigadores del TAREA-IIPC y el IDAES, coordinados por las investigadoras Natalia Gavazzo y Dolores Canuto, llevaron algunas reproducciones de obras del pintor para que pudieran observarlas. Luego, invitados a crear sus propias obras, los chicos reprodujeron su visión de Sin pan y sin trabajo. La profesora del taller de plástica de la biblioteca popular, Florencia Miguel, cuenta la experiencia: “Trabajamos observando diversas obras de realismo social pensando el concepto de injusticia: incendio de vivienda, personas con armas, tiroteos. Nuestros chicos saben mucho de injusticia. Después trabajamos específicamente con la obra Sin pan y sin trabajo imaginando que pasaría si esta se titulara Con pan y con trabajo. De repente, la mesa se llenó de comida, las caras de la pareja cambiaron, apareció el humo de las fábricas, salió el sol”. Pero la experiencia no terminó allí: así como De la Cárcova visitó el barrio, los chicos visitaron el Museo de Bellas Artes y conocieron la obra original. “Reconocieron la obra con asombro. Preguntas, respuestas, manos en alto con ganas de saber…”, concluyó la profesora de plástica.

Los dibujos serán exhibidos a partir del martes 15 de noviembre en el festival artístico Cárcova en la UNSAM, organizado por el IDAES y TAREA-IIPC. Será en el Edificio de Ciencias Sociales del Campus Miguelete (Av. 25 de Mayo y Francia, San Martín). Habrá un espectáculo musical y los asistentes podrán pintar un mural.

A su vez, la muestra Ernesto de la Cárcova podrá visitarse en las salas 29 y 30 del primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes, del 8 de noviembre de 2016 al 26 de febrero de 2017, de martes a viernes de 11 a 20, y sábados y domingos de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

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