Por Gaspar Grieco | Fotos: Pablo Carrera Oser

“Marcelo Cavarozzi es uno de los constructores de esta casa. Hay que honrar su tarea porque tuvo la visión de lo que nuestra universidad podía llegar a ser”. Con estas palabras, el rector Carlos Ruta dio inicio en el Teatro Tornavía a la ceremonia de entrega del título de doctor Honoris Causa al director de la Maestría en Políticas Públicas  y Gerenciamiento del Desarrollo de la UNSAM. La ceremonia, que contó con la presencia del intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, reunió a autoridades, profesores y alumnos de la Universidad.

Luego de recordar algunas anécdotas compartidas con Cavarozzi durante los primeros años de la UNSAM, Ruta propuso “seguir construyendo este horizonte de sentido junto con los jóvenes” y consideró que, para lograrlo, “es necesario mirar a sus primeros constructores, como Marcelo, que es un verdadero maestro”.

Más tarde, el senador nacional y politólogo Juan Manuel Abal Medina brindó una emotiva laudatio. “En primer lugar, quiero agradecerle a la UNSAM por concederme el honor de poder decir estas palabras y, en segundo lugar, agradecerle a Marcelo por todo lo que ha hecho por mí. Gran parte de los que soy como politólogo se lo debo a él y quiero destacar su permanente humildad”, expresó.

Tras enumerar las razones por las cuales hoy Cavarozzi es uno de los politólogos más importantes de América Latina, Abal Medina añadió: “La ciencia política de Marcelo Cavarozzi siempre estuvo profundamente preocupada por el manejo analítico. Aplicó una mirada rigurosa y multidisciplinaria a la realidad social de la región y nos enseñó que esta ciencia tiene que ver con la búsqueda de respuestas para las grandes preguntas de nuestro tiempo”.

Marcelo Cavarozzi y la soledad de la democracia

“Muchas gracias, han conseguido emocionarme”, dijo Cavarozzi al comenzar su conferencia “La soledad de la democracia en la América Latina contemporánea”, en la que explicó que “el sentido de la democracia varía según el espacio y el momento histórico” y que Latinoamérica hoy se encuentra en soledad por varias razones. “Estamos atravesando una época en que la democracia no está amenazada, pero está buscando un nuevo sentido. Un ejemplo es lo que sucede en México, donde la sociedad está desgarrada y la convivencia se vuelve difícil”, reflexionó el politólogo.

Asimismo, si bien caracterizó la situación colombiana como “esperanzadora” —gracias a la reciente firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC)—, Cavarozzi habló con pesar sobre el juicio político llevado a cabo en Brasil contra Dilma Rousseff, que culminó con su destitución: “Hoy estamos asistiendo al derrumbe del modelo brasileño, que nos dio tantas esperanzas”.

Más tarde, Cavarozzi analizó los inicios de la democracia en América Latina, cuando sostenía otros principios e idearios, como el de soberanía corporativa, el del pueblo asociado a un líder o el de la presencia de un Estado regulador entre las relaciones económicas y sociales. “Luego, con el avance del capitalismo organizado, en los setenta todo eso se modificó. Desde hace 40 años, estamos buscando remedios para la democracia y encontramos panaceas que fracasan, como el neoliberalismo o los gobiernos progresistas. Si bien, en América Latina, la democracia existe, no sucede lo mismo con los mecanismos que la sustentan”, advirtió el politólogo.

Finalmente, Cavarozzi propuso analizar el futuro con ojos críticos: “Hay que mirar al horizonte con preocupación, pero con esperanza, no para encontrar las panaceas, sino para llevar adelante una construcción social y política”.

Finalmente, Carlos Ruta le entregó a Cavarozzi el diploma correspondiente al título de doctor Honoris Causa por su contribución al desarrollo de la ciencia política en la Argentina y en América Latina. A su vez, la politóloga Brenda Fernández, ayudante de cátedra del homenajeado, le hizo entrega de un obsequio institucional.

La ceremonia contó con el acompañamiento musical del dúo de guitarra y violín Giuntini-Ferrara, que interpretó los tangos “A Evaristo Carriego”, de Eduardo Rovira; “Escarbadientes”, de Bruno Giuntini; “Las Comadrejas”, de Lucas Ferrara; y “Responso”, de Aníbal Troilo.

El evento concluyó con un brindis en la planta baja del Edificio Rectorado.