En las últimas semanas trascendió la noticia del desarrollo de una nueva vacuna UNSAM, ¿de qué se trata este avance? 

Es una vacuna que la Argentina incorpora en el plan sanitario para el control de la brucelosis, una enfermedad que afecta a animales y a humanos se contagia por consumo de leche sin pasteurizar o contacto con materiales infectados, por lo que es importante generar inmunidad entre las poblaciones ganaderas sanas. Es un desarrollo que llevamos adelante en el Instituto de Biotecnología de UNSAM. El proceso de un fármaco no es algo tan común en las universidades argentinas. Requiere muchos años de investigación y tiene que atravesar una serie de fases de evaluación hasta poder llegar al mercado. Es la segunda vez que logramos desde UNSAM recorrer todo el camino.  

¿Qué se necesita para tener éxito en este tipo de proyectos? 

No basta con tener los mejores investigadores en los laboratorios, implica tener una serie de dispositivos institucionales que permitan generar el vínculo con el sector productivo. Si lo quisiéramos hacer todo en UNSAM no podríamos, se requiere una empresa con capacidad productiva aprobada por los organismos regulatorios para poder llegar a buen término, por supuesto en diálogo permanente con los investigadores que hicieron el desarrollo original. Estos procesos llevan años y son costosísimos, por eso es necesario el aporte del sector privado. En este caso el avance se dio con el laboratorio Agropharma Salud Animal, uno de los principales productores de vacunas antibrucélicas en el país, y con el que veníamos ya en un proceso de vinculación desde hacía tiempo. 

 ¿Cómo fue esta experiencia en particular?  

Fue un proceso largo que empezó hace como 20 años atrás como un tema de investigación de una tesis doctoral del que es actualmente el Decano de la Escuela de Bio y Nanotecnología – UNSAM, Juan Ugalde, y después continuamos con equipos que fueron mutando a través de los años.  

Es importante el rol en la conformación y la constancia de los equipos para llegar al objetivo, y el trabajo interdisciplinario que conlleva.  

Absolutamente. No todo depende del personal científico, hacen falta desde la gente que ha cuidado a los animales, los veterinarios que han hecho los distintos estudios, médicos, investigadores, agrónomos, de todo. Son equipos dinámicos que se van armando. El nivel de complejidad que tiene la investigación últimamente requiere de equipos multidisciplinarios. Es central: es importante la visión del bioquímico, del genetista, del veterinario, del inmunólogo, tal vez en distintos momentos, pero necesitás que todos hagan su aporte.  

Particularmente en la Diplomatura en Bionegocios hay muchos proyectos que recién están en la fase de idea, ¿cómo esta Diplomatura puede ayudar a que se concreten? 

En los últimos años el ecosistema de investigación y de desarrollo en el país ha ido mutando y han empezado a aparecer actores como, por ejemplo, los fondos de inversión, capitales de riesgo con la idea de invertir en nuevas empresas, y eso ha permitido que los investigadores empiecen a ampliar su campo de acción. Lo que estamos tratando de hacer con la Diplomatura en Bionegocios es juntar dos mundos: el que viene del sector de la administración de empresas, de la contabilidad, de los negocios financieros, con el que viene de la investigación más nivel laboratorio, más biotecnológica y ponerlos juntos a hablar de los dos temas, para que empiecen a generar un lenguaje común. Notamos que esto favorece el desarrollo de equipos multidisciplinarios para embarcarse en proyectos de creación, por ejemplo, de nuevas empresas de base científico-tecnológica. De hecho, estamos contentos porque de la primera cohorte ya surgieron dos empresas que han conseguido financiamiento de fondos de inversión, así que se están cumpliendo los objetivos que nos habíamos propuesto cuando la empezamos a diseñar.  

Recién hablaste de lenguaje común, algo importante para la Diplomatura en Industria Farmacéutica, que justamente trabaja el lenguaje técnico que requiere el sector. 

Tal cual, en este caso se trata de una demanda concreta del sector farmacéutico nacional, un sector importante con capacidad exportadora, de incorporar innovación y de llevar adelante el desarrollo científico y tecnológico. Les está costando formar técnicos químicos, siendo una industria altamente regulada, donde se trabaja bajo un sistema de gestión de calidad a todo nivel. Aprender eso es complejo y en general no lo están dictando ni las escuelas secundarias técnicas, ni la universidad; así surgió esta Diplomatura, una formación para el trabajo.  

¿Está ligado el horizonte de la Universidad de cara a la innovación científica a las necesidades del sector productivo? 

Nuestra universidad -y todo el sistema universitario- necesitan trazar más puentes con las demandas sociales y productivas. Tenemos que acercar mucho más la investigación, el conocimiento y la enseñanza hacia esas demandas, y creo que ésta es una de las maneras. Con diplomaturas, tecnicaturas y cursos bien enfocados a la formación para el trabajo, pensando en un mundo cada vez más tecnologizado, automatizado, robotizado.  Es un camino sumamente necesario, por supuesto sin desatender el otro tipo de investigación más tradicional de la Universidad, la investigación académica enfocada más en un asiento académico global, pero no se es menos en calidad por enfocarse en lo otro, al contrario, nos complementa y nos enriquece.  

Diplomatura en Industria Farmacéutica 

La industria biofarmacéutica es un sector estratégico para la Argentina, que contribuye al desarrollo económico, social y sanitario del país. Esta nueva diplomatura es desarrollada en colaboración con SERLAB, consultora integral dedicada al servicio de laboratorio, y con la Escuela de Bio y Nanotecnologías de la UNSAM, con el objetivo de brindar una formación integral y práctica que permita a los egresados incorporarse a una empresa farmacéutica, desempeñando funciones técnicas y operativas con eficacia y eficiencia. Sus directores, Juan Carlos Farrán y Eduardo Bruzzone, son farmacéuticos con una larga trayectoria en el sector.  

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Diplomatura en Bionegocios 

Un programa que une el mundo de los negocios con la biotecnología, creado en conjunto con la Escuela de Bio y Nanotecnología de la UNSAM. Tiene una modalidad de cursada híbrida, con encuentros semanales virtuales y un encuentro presencial el primer viernes de cada mes en el Campus Miguelete. Con la dirección de Mariela Balbo y Alejandro Germe, esta oferta académica se consolida como un programa necesario para el nexo entre los negocios y la investigación en biotecnología.   

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