Dirección de Género y Diversidad Sexual, Sin categoría
¿Sabías que el 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza? La fecha escogida corresponde al natalicio del bailarín y coreógrafo Jean-Georges Noverre. En nuestro país, el Día Nacional de la Danza es el 10 de octubre y la fecha recuerda el fallecimiento de 9 bailarines del Ballet Estable del Teatro Colón, que perdieron la vida en un accidente aéreo. Este año, en conmemoración de estas fechas, desde la Dirección de Género y Diversidad Sexual (Secretaría General Académica) entrevistamos a Elisa Delgado, Estudiante avanzada de Sociología en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (EIDAES) de UNSAM, acerca de su investigación Maternidad y Danza Independiente en el Conurbano Bonaerense.
Elisa, además de encontrarse finalizando su carrera en sociología, es también Licenciada en Composición Coreográfica, docente, intérprete y gestora en danza.
E: Nuestra primera pregunta es por qué elegiste como tema de investigación “Maternidad y Danza Independiente en el Conurbano Bonaerense. Estrategias de Madres – trabajadoras de la danza para crear obras escénicas”
Elisa: ¿Por qué elegí el tema de investigación? Bueno, creo que no voy a decir algo novedoso: que lxs investigadores observan y van detectando las preguntas y los problemas en torno a la biografía propia, en torno a las experiencias propias y, en ese sentido, mi tesina es bien autobiográfica. Yo trabajo en relación a la maternidad, la danza independiente y el conurbano bonaerense; y yo soy madre, soy bailarina del sector independiente y vivo en el conurbano. En ese sentido, viendo las dificultades con las que yo me encuentro para crear obra de danza escénica, me empecé a preguntar ¿qué es lo que nos sostiene en el hacer? ¿Qué es lo que nos hace persistir en ese hacer? Está este lado mío sociológico que me permite encontrar respuestas, que por un lado abran un espacio de vacancia (porque no es algo que se estudie hasta ahora) y, por otro lado, en líneas personales me dan respuestas a mí misma. Y también, esto genera una red con mis colegas en mi campo de trabajo.
E: ¿Cómo se vincula a ser bailarina y ser investigadora al mismo tiempo? ¿Cómo es dentro de la investigación formar parte de la realidad que estás explorando?
Elisa: Por un lado creo que ser bailarina y ser investigadora están totalmente relacionados. Hay algo del conocimiento que se genera en cada uno de los dos campos que se alimentan. Por un lado, la investigación es un proceso creativo y ser bailarina es estar en proceso creativo. Entonces, hay cuestiones que se alimentan, se capitalizan y hacen eco en el otro campo, en el otro ámbito. Yo me siento haciendo esta investigación como haciendo una obra de danza en palabras, como si fuera mi marco teórico. En las producciones hay un marco teórico, quizás no se verbaliza y no se escribe tanto, pero hay algo que sostiene teóricamente lo que hacemos. Y, en este sentido, yo siento que están muy relacionadas.
Ahora, relativo al cruce entre lo académico, lo escénico y el género, la danza es un espacio totalmente feminizado, hay muchas trabajadoras de la danza. Y hay condiciones o realidades que nos atraviesan en el ámbito independiente, específicamente en el que yo estoy estudiando. Es distinta la experiencia siendo mujer que siendo varón, eso es algo que está totalmente presente. Incluso más simbólica, quizás en lo explícito no se manifiesta. Pero hay una jerarquización, no es lo mismo un director que una directora, un coreógrafo que una coreógrafa, y así vamos viendo que quienes ocupan los espacios jerárquicos son más varones que mujeres, siendo que hay muchas mujeres.
Y por otro lado, la cuestión del cuidado en relación a la maternidad también pone una capa más de profundidad en esta desigualdad, porque no es lo mismo una trabajadora de la danza que no es madre, que una que sí lo es. Por un lado, por la cuestión más de disponibilidad temporal espacial y física ¿no? Es un cuerpo que gestó, que parió, que amamantó (quizás sí, quizás no), pero que está a disposición del cuidado de la supervivencia de un ser humano. Y que en ese sentido, es distinta la disponibilidad incluso imaginativa. Hay momentos en que quizás ese ese momento de puerperio, de postparto, de maternidad, en los primeros años sea posibilitador para crear, pero quizás no. Y cuando es posibilitador para crear, ¿qué espacios reales hay de visibilización y de interés en eso que se crea, no?
Y en relación a lo académico, me parece que principalmente me permite a mí pensar esta situaciones desde un análisis más macro y no tan micro, estando yo tan adentro. Y en esta pregunta que me hacés en relación a cómo me siento siendo parte del campo e investigándolo, en principio creí que me iba a sentir incómoda. Pero después digo: está buenísimo poder tener ese entendimiento de lo que se me está diciendo, porque hay menos capas de distanciamiento.
El nivel de interpretación a veces está velado por no conocer tanto el campo. En mi caso, eso no sucede, entonces eso es algo positivo con lo que yo tengo que trabajar. Es cómo no anticiparme a respuestas o interpretaciones según mi experiencia particular. Pero lo que me da en principio ser parte del campo es un interés de profundizarlo, de abrirlo, de hablar sobre ese tema. Hay estudios en relación a la maternidad y la danza, pero después sumado al territorio, sumado a la realidad de ser trabajadores de la danza – madres en el conurbano bonaerense – no hay. Me pregunto cuál es esa implicancia, cómo atraviesa el lugar de residencia, el lugar donde uno vive y el lugar donde uno crea y trabaja el hacer… Eso no todavía yo no lo encontré.
Los estudios y datos oficiales acerca de la participación de las mujeres en el mercado laboral muestran que las tasas de desempleo y precarización laboral son mayores en mujeres que en varones y, por otro lado, que éstas ocupan mayormente los puestos laborales vinculados a las tareas del hogar y a las tareas de cuidado, que suelen tener menores remuneraciones y condiciones laborales de mayor informalidad. Esto, sumado a aquellas mujeres que realizan tareas de cuidado no remuneradas, tales como el cuidado de hijxs o de personas enfermas y las tareas domésticas, aumenta la brecha salarial entre varones y mujeres. Por otro lado, la dificultad estructural de las mujeres de acceder a puestos de poder, ya sea por la reproducción de estereotipos que las excluyen o por las condiciones materiales de vida se define como “techo de cristal”, haciendo alusión a las barreras invisibles que impiden el crecimiento laboral de las mujeres. Estas desigualdades sociales dan lugar a lo que estructuralmente se menciona como feminización de la pobreza (Ministerio de Economía, 2020).
E: ¿Por qué es importante relevar o conocer el lugar de las maternidades en la danza?
Elisa: Para mí, por un lado, que es un espacio muy feminizado y que la maternidad es parte de las realidades de las trabajadoras de la danza y no siempre está problematizado. Como sucede con las maternidades en general, como que se supone que una persona es madre y eso queda en el ámbito privado: cómo resuelve cada quien el cuidado de sus hijos, cómo resuelve el tiempo en el que va a trabajar, cómo resuelve quién lo va a buscar, quién lo lleva el médico. Queda en el espacio privado y no se problematiza. Eso por un lado.
Por otro lado, también me parece importante en el sentido de que en la danza creamos desde el cuerpo, nuestra herramienta expresiva es el cuerpo a diferencia de quizás de otras disciplinas artísticas. Entonces, cómo la maternidad atraviesa el cuerpo que expresa y que crea, y cuáles son los universos que desarrolla y pone en escena. Hablo de la especificidad de la danza contemporánea independiente, que los procesos creativos son procesos de búsqueda, no hay una obra en la cabeza como quizás en un repertorio danza clásica o ballet. donde ya sabes qué rol que hacer te tocó ser y ya sabes lo que va a pasar. En las obras de danza contemporánea independiente uno entra un proceso creativo y no sabe lo que va a suceder, entra con su universo, hay una dirección que puede ser individual o puede ser colectiva, pero lo que lo que se desarrolla es muy singular de cada una de las obras. El cuerpo es la herramienta de creación, es un cuerpo que materna, es un cuerpo que gestó, es un cuerpo que parió entonces ¿cómo se pone en juego todo eso?
E: Para ser un ámbito tan feminizado ¿hay visibilización de las maternidades?
Elisa: Mi opinión personal es que depende de cada grupalidad. Si en las grupalidades hay mayoritariamente mujeres que maternan, se contempla de una manera distinta. Ahora, si es una excepción, hay algo que se invisibiliza, pero también porque se desconoce incluso. Yo pensándome a mí misma: la madre que fui, la madre que soy, no es ni ahí la que yo suponía que iba a ser. Uno no sabe, desconoce un montón de ámbitos de la maternidad y de la responsabilidad, lo afectivo y cómo te atraviesa. Entonces, si no pasas por esa experiencia, quizás no la terminas de comprender. Y las llegadas tarde son más vistas como irresponsabilidad, o el suspender compromisos también. La reiteración de esas situaciones quizás puede generar molestias que no suceden tanto quizás si hay mayoritariamente madres. Y ahora quiero ir a lo que yo encontré en el campo, que tiene que ver con que una de las estrategias de las madres trabajadoras de la danza era asociarse con otras madres. Porque realmente podían organizar el tiempo y el espacio de una manera que les sea realmente posible llevar adelante el proceso creativo. Entonces, respondiendo a tu pregunta, creo que hay algo que se tiene en cuenta si es una experiencia compartida.
Porque si no, realmente, hay dimensiones muy sutiles y sensibles de lo que implica maternar que no se terminan de comprender y que se pueden leer como falta responsabilidad o falta de priorizar el espacio creativo y otros tipos de lecturas.
E: Nombrabas el cuerpo y decías que “la investigación es como hacer una obra de danza, pero con palabras”, ¿qué lugar tiene el cuerpo o los cuerpos en colectivo dentro del ámbito académico?
Elisa: En relación al mundo académico, puedo decir que lo bajé del nivel abstracto. Principalmente, por el ejercicio de investigación y de relación entre empiria y teoría. Porque era concretamente una problemática que a mí me atravesaba, tantas herramientas del mundo académico que se pueden aplicar y que pueden leer y a través de lo que yo puedo analizar esta realidad y poder, en esa articulación, transformarla. Porque si no queda muy esta cosa de bueno investigamos – y- observamos – los – problemas.
En este caso sería: investigamos – observamos los problemas – pero vemos cómo la agencia hace que esos problemas de alguna manera encuentren pequeñas respuestas y pequeñas salidas. Hay algo que tiene que ver mucho con lo personal y el proceso individual: lo primero que yo hice después de ser madre fue bailar con mi hijo, porque era lo único que podía hacer, o sea, no había chance de tener un espacio propio. Entender que la maternidad nos corporiza de alguna manera y que nos condiciona, porque en el sistema patriarcal capitalista en donde la distribución de los roles es tan estanca, pero también por una cuestión estructural. Sentir que algo que te condiciona también puede ser motor de creación y de espacios nuevos que uno desconocía. Esto lo conecto tanto con la investigación, como con lo escénico y creativo. Encontrar o llegar a espacios que uno desconoce igual que la investigación. En esos dos ámbitos, llegar a esos lugares creativos.
E: Nos llamó la atención, en lo que vimos sobre tu investigación, que encontraste en los perfiles de tus entrevistadas que las maternidades fueron deseadas. ¿Fue algo que vos decidiste en tu recorte del campo o fue, en general, la experiencia de quienes fuiste entrevistando?
Elisa: Fueron características que me fui encontrando en el trabajo de campo, como también que en general el principal sostén económico del hogar es el varón. Estas son las condiciones estructurales que hacen en la desigualdad de los roles, si el varón es el que tiene el trabajo estable con más horas por fuera del hogar necesariamente recae el cuidado en la mujer que está en la casa con los horarios más flexibles, con trabajo más informal. Fue una realidad con la que yo me encontré en el campo y son familias en las que hay una problematización de los roles, no es que se viva de forma liviana o naturalizada.
Me encontré también con las características laborales de las trabajadoras de la danza independiente: el multiempleo, diversidad en la formación, el trabajo escénico es un aspecto del trabajo que no es el que da el mayor ingreso económico. Después hay otras actividades laborales como la docencia formal informal, o trabajos en relación al cuerpo (yoga, masajes) y también otras profesiones, por ejemplo, entre mis entrevistadas hay una psicóloga. Y yo que estudio sociología, que me estoy recibiendo de socióloga, ¿no?
Y me encontré con mujeres que sí, que desearon ser madres, y una maternidad muy consciente. Muchas mencionaban la cuestión del parto respetado, la crianza respetuosa, la crianza de el porteo, el colecho, entre otras. Mencionaban referentes profesionales del tema. Pero no me imaginé que fuera así, no estaba dentro de mis presupuestos, al igual que también encontré mucha militancia del territorio. Así como mucha decisión en la maternidad, como de elegir vivir en el conurbano, o de persistir de vivir en el territorio.
Desde el área de Contenidos (DGyDS-SGA) desarrollamos acciones de divulgación científica. Estas actividades incluirán la convocatoria a docentes, estudiantes e investigadorxs de nuestra casa de estudios para la presentación de resultados de investigaciones, ensayos, artículos académicos, libros, encuentros de formación, síntesis de jornadas o congresos, entre otras. Para conocer más sobre esta iniciativa podés contactarnos a contenidosdgs@unsam.edu.ar