Los equipos del programa de Desarrollo y Articulación Territorial de Lectura Mundi y el Núcleo de Estudios de Violencia y Muerte del IDAES desarrollan dispositivos didácticos y de divulgación para futuros encuentros del taller en 2020. El objetivo es construir un espacio de reflexión sobre cómo se construye y reproduce la violencia de género.
Las primeras experiencias del taller Desarmando Masculinidades fueron en 2018. “Ofrecimos tres talleres junto con miembros de organizaciones de la Mesa Reconquista y la experiencia fue fructífera”, contó Cecilia Allemandi, del Programa de Desarrollo y Articulación Territorial de la UNSAM.
Para dar continuidad a la iniciativa, los organizadores del taller presentaron el proyecto a una convocatoria de la Secretaría de Políticas Universitarias. “Nos adjudicaron el financiamiento para empezar a implementar la segunda etapa del taller. El año que viene vamos a ofrecer seis talleres en el territorio”, agregó.
“El objetivo de los talleres es generar un espacio de reflexión para los varones acerca de cómo se construye y reconstruye la dominación y la violencia de género. Buscamos reflexionar para no reproducir ciertas formas de violencia, sobre las cuales estamos todos interiorizados y las reproducimos mucho”, explicó el director del proyecto, José Garriga Zucal, secretario académico del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) e integrante del Núcleo de Estudios de Violencia y Muerte.
“De la primera experiencia podemos decir que identificamos diferentes niveles de deconstrucción de la masculinidad. Hay hombres que están deconstruidos y otros nada. Ahí tenemos un diagnóstico que nos sirve para pensar cómo encaramos nuestro trabajo. La mayor parte de los varones no reconoce que vive en una situación de privilegio, y eso es un punto importante para empezar a reflexionar”.
Los talleres del año pasado tuvieron dos etapas. En la primera etapa, los participantes conversaron sobre sus privilegios y sobre cómo esos privilegios generan situaciones de dominación y reproducen lógicas violentas. En la segunda etapa, se reflexionó sobre la cuestión del cuerpo a través del teatro-foro, a cargo de Nancy Salvatierra, del Programa de Desarrollo y Articulación, y del Grupo Osadía.
En 2020 los talleres estarán dirigidos a seis grupos: empleados no docentes, docentes, estudiantes de la UNSAM, estudiantes de la Secundaria UNSAM, trabajadores de la Cooperativa Bella Flor y detenidos del Complejo Penitenciario de José León Suárez.
El objetivo es armar dispositivos de divulgación y luego adecuar su contenido a cada población y espacio. Los dispositivos incluirán contenido académico y recursos de teatro-foro. El equipo de trabajo estará integrado por docentes, investigadores, estudiantes y referentes de los grupos con los que trabajarán.
“El escenario es muy complejo, pero entendemos que damos los primeros pasos para reflexionar sobre la masculinidad”, celebró Garriga.
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