El 8 de octubre nos encontramos con una gran alegría cuando se publicó el informe de reconocimiento a los Nobel de Física 2024: Hinton y Hopfield, de la Real Academia […]
El 8 de octubre nos encontramos con una gran alegría cuando se publicó el informe de reconocimiento a los Nobel de Física 2024: Hinton y Hopfield, de la Real Academia Sueca de Ciencia, al citar como avance significativo el trabajo que fuera parte del equipo de investigación nuestro egresado de Ingeniería en Materiales, Pablo Piaggi. En la referencia 39 del informe se detalla: “P.M. Piaggi, J. Weis, A.Z. Panagiotopoulos, P.G. Debenedetti and R. Car, Proc. Natl. Acad. Sci. USA 119, e2207294119 (2022)”.
Pablo se recibió de Ingeniero en el Instituto Sabato en el 2014 y, luego de trabajar como becario en el Centro Atómico Constituyentes, se fue a Suiza a realizar un doctorado en Ciencia e Ingeniería en Materiales en la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL). Cuatro años más tarde viajó a EE.UU. Al momento de realizar su trabajo de investigación citado, se encontraba en el departamento de Química de la Universidad de Princeton en New Jersey. “Ahí hicimos muchas cosas relacionadas con la simulación del agua partiendo de primeros principios, es decir, desde la resolución aproximada de la ecuación de Schrodinger.”, cuenta Pablo y agrega, “Tuve la oportunidad de participar en el desarrollo de un software que nos permite construir modelos machine learning para las interacciones atómicas que reproducen los resultados de la ecuación de Schrodinger con una alta precisión y mucho más rápido. Usando estos modelos se puede estudiar la dinámica de sistemas de 1 millón de átomos por cientos de nanosegundos. O sea, esencialmente son cuatro órdenes de magnitud más en tamaño y cinco órdenes de magnitud más en el tiempo, comparado con los problemas que pueden abordarse resolviendo las ecuaciones de la mecánica cuántica directamente”.
Las simulaciones que Pablo realizaba en equipo empezaron a tener una gran importancia para poder entender microscópicamente cómo se suceden las reacciones químicas, cómo se forman y se rompen los enlaces, con una resolución que es imposible de obtener hoy en día con un experimento: “creo que donde la técnica brilla es en eso, en entender los mecanismos microscópicos y muchas veces entender esos mecanismos permite controlar procesos de relevancia tecnológica. Porque no se puede controlar lo que uno no entiende”, aclara Pablo desde su nuevo lugar de trabajo. Hace unos meses se encuentra viviendo en España, trabajando en simulación en Ikerbasque, la Fundación Vasca de Ciencia, y nanoGUNE, un centro de investigación en nanociencia.
A la distancia Pablo reconoce lo importante que fue haber elegido una carrera como la Ingeniería en Materiales y haberla cursado en el Sabato. “Por un lado me permitió trabajar en un lugar donde los profesores son investigadores, que no es la norma en Argentina. Y eso fue una gran oportunidad. Por otro lado, la formación fue muy buena, por ejemplo, en la física del estado sólido, que en cierto sentido sigo trabajando en eso, en la materia condensada, y creo que la formación en general fue excelente”.
Es un gran orgullo conocer el avance de nuestros egresados, Pablo es el resultado por lo que nos enforzamos todos los días para brindarle a nuestrxs alumnxs la mejor formación profesional siendo la base para toda su carrera.