Escuela de Humanidades

Juntos a la par

Transitar la universidad no suele ser algo sencillo para quienes recién ingresan. Hay reglas de juego que se desconocen y una organización del tiempo distinta. Por eso la Escuela de Humanidades desarrolló el Programa “Mentorías entre pares”, con el objetivo de ofrecer acompañamiento a lxs estudiantes. Charlas, reflexiones e intercambios que pueden servir para mejorar la vida cotidiana en las aulas y cumplir con las propias metas.

Texto: Raisa Giussi

Convertirse en estudiante no es algo que sucede cuando se pisa por primera vez la universidad. Tampoco cuando se rinde el primer exámen. Estrictamente tampoco tiene que ver sólo con “estudiar”. Es un proceso complejo que involucra una serie de cambios personales profundos, un vínculo con una institución, y que no se hace -casi nunca- en soledad. Así lo entienden en el programa “Mentorías entre pares”, creado en el año 2015 por la Escuela de Humanidades (EH) con el fin de ofrecer acompañamiento entre y para estudiantes.

En sus orígenes el programa formalizó un conjunto de experiencias de apoyo presencial y virtual creadas desde la autogestión estudiantil, entre estudiantes de Psicopedagogía y Educación. Desde la Secretaría Académica de la EH notaron la potencia de la experiencia y decidieron retomarla con el fin de ampliar y fortalecer la iniciativa. A partir de allí se conformó un equipo docente encargado de diseñar y llevar adelante el proyecto poniendo el eje en el intercambio “entre pares”. Para esto se creó un nuevo rol, el de “estudiante-mentor/a”, junto a un seminario destinado a estudiantes avanzados de la EH que les brinda una formación de apoyo para desempeñarse en dicha tarea.

“Entendemos y reflexionamos sobre la idea de que volverse estudiante no es sólo una cuestión de estar adentro de la universidad o de ser reconocido administrativamente por una institución”, sostiene Viviana Mancovsky, coordinadora del Programa, docente de la EH y doctora en Educación . “’Volverse estudiante podría pensarse como una apropiación singular de sentidos que se despliega subjetivamente en un espacio y en un tiempo determinado. No podemos perder de vista que es una construcción que hace la persona que decide intentar un proyecto vinculado al estudio en la universidad”. Según explica, este proceso da cuenta de un cambio identitario, que tiene que ver más con el devenir que con el ser, y que va más allá de las cualidades predeterminadas como la edad, la clase social o la nacionalidad. Lucía Monsalvo, docente del Programa, cuenta que “el sujeto estudiante adquiere el oficio, aprende las reglas del juego de una institución nueva y alcanza una afiliación institucional que refleja ‘un sentirse parte de la universidad. En la escucha de los/as mentores, encontramos en común una búsqueda de socialización necesaria”.

Ser mentor/a no significa imponer las ideas y experiencias propias a quienes se encuentran en la tarea de convertirse en estudiantes. Implica que los y las mentores/as puedan revisar su propia historia y trayectoria para ponerla a disposición de un otro que es par y vive su propia experiencia única, singular e irrepetible, a la vez que se reconoce como poseedor de un saber por haber transitado ese camino y el seminario. “Hicimos acompañamientos por medio de convocatorias a mateadas en distintos días y horarios. En un primer momento tratábamos de evacuar las dudas puntuales sobre temas que tenían respuestas directas como correlatividades, finales e inscripciones. Luego trabajamos temas más relacionados con miedos, sensaciones, incertidumbres y ansiedades que se presentan en cada nuevo proyecto. Les proponíamos pensarse desde un lugar más activo y no desde sentirse estudiantes que no saben nada y todo el conocimiento les será brindado”, comenta Mercedes Moyano, licenciada en Psicopedagogía de la UNSAM y estudiante mentora durante el 2023.

Los estudiantes avanzados que quieren ser parte del programa como acompañantes se inscriben en un seminario en el que trabajan con textos a partir de los cuales se reflexiona sobre la educación universitaria no sólo como un motor social sino como un espacio de subjetivación. Por esta instancia del Programa ya pasaron más de una centena de estudiantes. Explica Gabriela Lizzio, docente del Programa: “En grandes líneas, el seminario de formación que reciben los estudiantes interesados en ser mentores apunta a un doble propósito. Por un lado, ofrece un espacio formativo que posibilita la reflexión y el análisis de la propia experiencia estudiantil. Por otro, crea las condiciones institucionales para participar en el diseño, la implementación y el seguimiento de un Programa destinado a recibir y acompañar a los/as estudiantes ingresantes”.

A su vez, desde el programa realizan talleres con temáticas clave para poder atravesar desafíos de la vida universitaria, en los que abarcan temas como la organización de los tiempos de estudio y de la cursada, o cómo preparar un final.

Lourdes Caruso es estudiante de la licenciatura en Psicopedagogía en la UNSAM. Antes había egresado de una escuela secundaria para adultos e intentó estudiar en otra universidad, pero el cambió le resultó muy brusco. Se encontró con dos problemas: materias pesadas y falta de acompañamiento. “Nadie en mi círculo íntimo había ido a la universidad, entonces yo desconocía por completo cómo funcionaba. Después de dos años en los que seguía intentando y me seguía costando descubrí la UNSAM. La verdad es que acá encontré ese acompañamiento. Siento que la institución aloja, que te abraza, te da esa bienvenida”, reconoce Lourdes. En el 2019 se enteró que existía un Programa de Mentorías y se acercó a dos compañeros mentores: Pato, con quien un grupo se juntaba a hacer grupo de estudio para la materia Filosofía en la sala de estudio, abajo de la Biblioteca; y Julieta, con quien ponían en común los métodos de estudio de cada unx: cómo subrayar, cómo resumir, cómo hacer para abarcar la bibliografía. “Uno ahí ya no se siente tan solo, no solo porque está el mentor sino porque estas con compañeros en la misma condición”, sostiene Lourdes. La experiencia le resultó tan significativa que actualmente ella participa del Programa como mentora: “me parece hermoso poder devolver eso que me dieron. Yo me fui a anotar sin saber cómo era la universidad, fui tanteando. Después de eso pude acompañar a mi hermana ya con experiencia previa. Me alegra también poder ayudar y colaborar en esa transición porque sé que uno viene con muchas dudas y muchos temores como me pasó a mi”.

Los beneficios de las mentorías no van en una sola dirección. Quienes mentorean también se enriquecen y crecen en su rol de estudiantes gracias a los numerosos diálogos significativos que tienen lugar durante la experiencia, y también adquieren y mejoran habilidades como futuros profesionales: “Necesitaba tener acercamientos con estudiantes adultos para poder ampliar mi campo laboral ya que mi búsqueda se orientaba al trabajo con personas adultas. Junto a las adscripciones creo que Mentorías aporta una mirada más amplia con respecto a los aprendizajes”, explica Mercedes.

“Mentorías entre pares” busca brindar un espacio posible para que el encuentro entre estudiantes se enriquezca con la toma de la palabra compartida, la paulatina construcción de confianza, la elaboración de decisiones colectivas y la “escucha disponible”. Es por eso que no está planificado de antemano, ni se aplica a un grupo determinado de estudiantes ingresantes a partir de una serie de actividades estipuladas por alguna autoridad. “Por el contrario, dadas determinadas condiciones institucionales, el Programa se va recreando en diálogo con el momento actual, el contexto socioeconómico, en función de las necesidades institucionales y al calor del encuentro entre mentores y estudiantes. Esta propuesta de aprendizaje refuerza una formación integral universitaria y sobre todo, apunta al desarrollo del sentido de pertenencia institucional, clave para fomentar la integración, la permanencia y el egreso de la universidad”, sostiene Mancovsky.

Si querés formar parte del Programa “Mentorías entre pares” podés escribir un mail a mentoriasep@unsam.edu.ar

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Nota actualizada el 22 de agosto de 2024

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