Malargüe, abril 2024. En este rincón de la provincia de Mendoza se llevó a cabo, durante abril, una reunión científica muy importante. Allí se encuentra el Observatorio Pierre Auger de Rayos Cósmicos (PAO, por sus siglas en inglés), el mayor observatorio del mundo dedicado al estudio de las partículas más energéticas del universo, que se extiende cubriendo una superficie de 3.000 km². Desde hace más de dos décadas, el PAO utiliza varios tipos de detectores ubicados en toda su extensión para estudiar la radiación de origen cósmico más extrema que llega a la Tierra: partículas microscópicas con energías macroscópicas cuyo origen es, a más de 100 años de su descubrimiento, aún un gran misterio.

La última reunión de abril, parte de las reuniones periódicas que los científicos del PAO llevan a cabo alternando Malargüe con otras locaciones del exterior —pero siempre, entre marzo/abril y noviembre— tuvo un significado especial: se debatió cómo preparar la ceremonia de extensión de la vida útil del PAO por otros diez años. Construido entre 1995 y 2008, el observatorio fue originalmente concebido para tomar datos hasta 2015. Sin embargo, gracias a la relevancia de sus resultados, se decidió una primera extensión por diez años que se cumplirán en diciembre 2025. En estos últimos años, el PAO introdujo nuevos detectores y mejoras sustantivas en todo su sistema de adquisición. La comunidad de científicos que lo llevan adelante decidió, por lo tanto, continuar con el estudio de esta esquiva radiación por otros diez años, hasta 2035.

La recomendación de continuidad de las operaciones por otra década fue respaldada por un comité de asesorxs científicxs independientes de gran trayectoria y relevancia internacional. El reporte del Comité se elevó a la junta de agencias financiadoras para que aprueben la asignación financiera que permitirá la continuidad de las operaciones. Este proceso culminará en noviembre de este año con una ceremonia de firma de la que participarán las máximas autoridades de las agencias en Malargüe.

La UNSAM es parte de esta colaboración internacional de la que participan más de 400 científicxs de 18 países. Lo hace a través del Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas (ITeDA), una unidad ejecutora que la Universidad comparte con la CNEA y el CONICET. Varios científicos del instituto son docentes de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT) de la UNSAM y de allí han egresado 17 doctores en Astrofísica y 1 ingeniero electrónico especialista en técnicas de detección avanzadas. Todos en el marco del programa de doble titulación con el Karlsruhe Institute of Technology (KIT) de Alemania.

Federico Sánchez, docente de la ECyT, nuevo coordinador de la Junta de la Colaboración del Pierre Auger hasta 2026

Otro hito, muy relevante para nuestra comunidad, definido en esta última reunión en Mendoza: la Junta de la Colaboración, órgano colegiado integrado por representantes institucionales del PAO y máxima autoridad para la toma de decisiones del Observatorio, eligió como coordinador (chair) a un investigador argentino, el doctor Federico Sánchez, gerente de Tecnología e Investigación en Altas Energías de la CNEA, investigador del CONICET y docente de la ECyT.

Sánchez, miembro del ITeDA desde su fundación, estará al frente de la Junta por los próximos 2 años acompañando en el Comité Ejecutivo del PAO a los actuales voceros (spokespersons): la doctora Antonella Castellina (Italia) y el doctor Markus Roth (Alemania), que tienen mandato hasta 2026.

Felicitaciones a nuestro docente e investigador por otro logro de nuestra comunidad que nos enorgullece.