Ya está disponible el tercer informe institucional de autoevaluación de la Universidad. Conocé cómo la comunidad UNSAM evaluó su desempeño en los últimos diez años y el prospecto de los pasos a seguir para mejorar nuestras actividades en el futuro.
A fines de 2021 se firmó un acuerdo con la CONEAU para dar inicio a la tercera autoevaluación institucional de la UNSAM en cumplimiento con el Artículo N.º 44 de la Ley de Educación Superior 24.521. El proceso, que involucró a todas las unidades académicas y organismos de gestión de la Universidad, puso en marcha una serie de procedimientos deliberativos en torno al desempeño de la institución entre 2013 y 2023.
Hoy, el Informe de Autoevaluación Institucional 2013-2023 reúne todo ese trabajo reflexivo en torno a las funciones sustantivas cumplimentadas por la Universidad en los últimos diez años. “Se trata de una versión que presenta con potencia la idea de lo colectivo, es decir, aquello que la Universidad Nacional de San Martín efectivamente es”, definió el rector Carlos Greco, que presentó el Informe a partir de cuatro ejes principales:
Este primer axioma está apoyado en el trabajo de vinculación con el territorio de San Martín, en el que conviven “uno de los polos científico-tecnológicos más importantes del país”, el cual aloja al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), con “uno de los territorios con mayores demandas sociales, ambientales y económicas”, conformado por los barrios populares del Área Reconquista. “Símbolo de esa conjunción particular es el hecho de que, en ese territorio, la UNSAM ha establecido una Escuela Secundaria Técnica en José León Suárez, un Centro Universitario en la Unidad Penal San Martín, y, en colaboración con la CNEA, un doctorado binacional con Alemania en astropartículas”.
Sobre este punto, el informe expresa que “la consolidación del Territorio Educativo como una política integral y transversal que agrupe, articule y promueva el conjunto de iniciativas institucionales es un desafío que la Universidad deberá acometer en los años venideros”, y sobre el cual todas las unidades académicas y de gestión de la UNSAM están comprometidas. Por lo tanto, la organización institucional de la Universidad se organiza en torno al Campus Miguelete y sus sedes externas, muchas de las cuales están inmersas en el llamado territorio educativo. “Desde el momento en que la Universidad logró sentar sus bases terrenales en el Campus Miguelete comenzó a dirigir su mirada hacia el territorio profundo, es decir, hacia aquellos sectores a los que históricamente les ha resultado difícil alcanzar la universidad”.
Sobre el notable crecimiento del Campus Miguelete en los últimos diez años, el informe destaca los próximos pasos a seguir: “La Universidad está próxima a incorporar para su uso en el corto plazo a la Torre de Desarrollo Académico (5000 m2 de aulas, espacios de gestión, investigación y laboratorios). En el mediano plazo (12 meses), la etapa 5 del Edificio Tornavías (1200 m2) y el Edificio de Innovación Tecnológica y Social (2500 m2 a mediano plazo, 2500 más en 3 años)”.
Asimismo, la modificación del estatuto de la UNSAM en 2019 y la consecuente reconfiguración institucional son considerados hitos del fortalecimiento institucional.
Este segundo eje está apoyado en la calidad de la formación en la UNSAM, cuya matrícula hoy alcanza unos 26 mil estudiantes —muchos de ellos, primera generación de estudiantes universitarios de sus familias—, quienes cursan 158 carrereas de pregrado, grado y posgrado distribuidas en 12 unidades académicas.
“A lo largo de los años, la UNSAM ha consolidado una oferta de formación amplia, variada y, en general, de buena aceptación por parte de la sociedad y, principalmente, por parte de estudiantes que buscan seguir estudios superiores”. “La oferta se distingue por la incidencia de la formación de posgrado, que conforma el 56 % de la oferta total. En particular, se destaca la oferta de doctorados, con 19 ofertas funcionando al 2022 y 2 por iniciar sus actividades”, detalla el informe.
En consonancia con los siete lineamientos de políticas universitarias para mejorar las tasas de egreso hacia 2030, la UNSAM entiende la necesidad de la “formación a distancia” y establece que “si bien representa todavía una fracción menor de la oferta, hay una creciente tendencia a la actualización de los planes de estudio incorporando carga horaria no presencial en forma alternada híbrida o mixta”.
En relación a la tasa de graduación, el informe detalla: “Alrededor del 25 % de quienes egresan lo hacen dentro del tiempo teórico previsto para la carrera. Por otra parte, al medir las tasas de graduación, los índices muestran una mejora general en los últimos cinco años, si bien en algunos casos el piso es bajo. Esta mejora refleja el trabajo que las UUAA han realizado para promover el egreso. Se ha tendido principalmente a diversificar las modalidades de trabajo final e incluir instancias optativas u obligatorias que acompañen su realización”.
Así como la UNSAM transforma la vida de las personas, las personas que transitan por la UNSAM la transforman. Esta afirmación se ve reflejada en el gobierno de la Universidad.
A lo largo de su historia, desde que se aprobó su primer estatuto y pasando por la reforma de 2019, la UNSAM mantuvo su estructura de gobierno basada en una conducción conformada por dos personas (rector/a y vicerrector/a), un Consejo Superior con una representación del claustro docente igual a la mitad de sus miembros, conducción unipersonal de las unidades académicas (decano/a) y un Consejo de Escuela conformado por siete miembros en cada una de las Escuelas.
Sin embargo, la institución es lo suficientemente maleable para cambiar con las personas. “En lo relativo a la organización a mediano-largo plazo, la norma de mayor impacto introducida en la reforma se encuentra en la limitación de los mandatos, tanto de las autoridades unipersonales como de representantes en órganos colegiados, a solo dos consecutivos. Se prevé que este precepto va a impactar fuertemente en el devenir de la institución, dado que implica una permanente formación de actores que puedan ocupar cargos de dirección en todos los ámbitos de gobierno en plazos relativamente breves, con una dinámica de renovación que deberá impactar favorablemente en el desarrollo de la institución”, remarca el informe.
Uno de los aspectos centrales de este postulado se ve reflejado en la investigación, el desarrollo y la innovación que la UNSAM ha llevado a cabo desde sus inicios. Fue y sigue siendo una aspiración de quienes crearon la Universidad, y de aquellos que continúan gestionándola, que la UNSAM sea considerada una universidad de investigación.
El 50 % del personal docente se dedica a la investigación. “Con este criterio, y con casi 2.500 docentes y 1.000 investigadores, la UNSAM no es aún una universidad de investigación, pero está en camino de serlo ya que el segundo número aumenta más rápido que el primero”, establece el informe y destaca que las alianzas estratégicas que la Universidad ha establecido con instituciones de ciencia y tecnología (CNEA, INTI, CONICET) han sido determinantes a la hora de construir un perfil institucional en el que las actividades de I+D+i sean fomentadas con especial interés. Una medida de la valoración de las actividades de I+D+i es la participación de la Universidad en las convocatorias PICT, mensurable por el número de proyectos financiados cada año y las vinculaciones de sus investigadores con el sector privado.
“En conclusión, la Universidad en su conjunto está en condiciones de dar un salto importante en aras de mejorar el impacto de sus actividades de I+D+i, y esta autoevaluación es un motivador para la discusión de las políticas y estrategias a seguir”, celebra el informe.
El Informe de Autoevaluación Institucional 2013-2023 completo, acá.
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