Escuela de Humanidades, LICH - Laboratorio de Investigación en Ciencias Humanas
La hindú Pushpa Arabindoo estuvo de visita en la UNSAM en el marco de la Plataforma para el Diálogo “El Antropoceno urbano y sus transformaciones en América Latina”. Especialista en Estudios Urbanos, se dedica a investigar los problemas globales de la urbanización creciente. En esta entrevista se refiere a la importancia de volver a mirar a las tierras del interior como una “naturaleza” indispensable para evitar los desastres ambientales en las ciudades.
Recibida de arquitecta en India, Pushpa Arabindoo continuó su periplo académico por diferentes países y variadas áreas del conocimiento. Tiene una formación interdisciplinaria que se nutre de la geografía, la planificación y los estudios urbanos. Actualmente es profesora titular de Geografía y Diseño Urbano en la University College London (UCL), codirectora del Laboratorio Urbano de la UCL y editora del City Journal. Sus temas de investigación tienen que ver con la ecología en las ciudades, la etnografía urbana, las energías renovables y una serie de cuestiones candentes para las poblaciones citadinas del siglo XXI.
Arabindoo estuvo de visita en la UNSAM en el marco de la Plataforma para el Diálogo “El Antropoceno urbano y sus transformaciones en América Latina”, una actividad de vinculación entre la Sede Cono Sur del CALAS -localizada en la UNSAM-, y el Laboratorio de Conocimiento “El Antropoceno como crisis múltiple: Perspectivas Latinoamericanas”, llevado adelante por la Universidad de Bielefeld (Alemania) y la Universidad de Guadalajara (México). El encuentro fue co-organizado por Silvia Grinberg, directora del LICH de la Escuela de Humanidades, y Ricardo Gutierrez, decano de la Escuela de Política y Gobierno.
Desde hace años Arabindoo investiga los cambios ecológicos de la región de Chennai (capital del estado de Tamil Nadu, en el este de India) producidos por los desarrollos inmobiliarios urbanos. En esta charla se refiere a la necesidad de re pensar las ciudades en su relación con el “interior” (hinterland), con la naturaleza, como una forma de abordar la complejidad de un planeta marcado por los significativos impactos que las actividades humanas tienen sobre los ecosistemas terrestres.
-¿Qué relación le parece que se da entre los procesos de urbanización y el Antropoceno?
-Creo que hay diferentes maneras de ver la relación entre los procesos de urbanización y el Antropoceno. En un nivel podría decir que es un proceso concurrente, que tiene lugar al mismo tiempo. Para mucha gente que está obsesionada con la idea del Antropoceno como algo que es un marcador temporal, este inicio de la urbanización es una buena forma de marcar el aspecto temporal, el tiempo geológico. La relación puede verse a nivel espacio-temporal en el sentido de que las manifestaciones espaciales del Antropoceno están teniendo lugar en gran medida en las ciudades a nivel planetario. Esa es otra forma de pensar en la relación entre urbanización y Antropoceno. Para mí son dos metanarrativas que son concurrentes y concomitantes, y se co-constituyen. Creo que se informan mutuamente y son muy intuitivas en un sentido epistemológico. Así que hay una realidad ontológica del Antropoceno, que en gran medida forma parte de los procesos de urbanización. Y no se puede pensar en la urbanización actual sin tener en cuenta el Antropoceno. Son dos modos contemporáneos de cambio epistémico que están teniendo lugar a nivel planetario.
-¿Actualmente se está produciendo una especie de urbanización planetaria?
Por supuesto, sí. Pero creo que tenemos que ser cuidadosos a la hora de hacer una afirmación tan rotunda. Tenemos que pensar en ello en términos de sus singularidades, particularidades y especificidades. Y el tipo de interconexiones que suponemos, la naturaleza relacional incrustada de la urbanización planetaria tiene que regionalizarse con más cuidado.
-¿De qué manera debería darse esta regionalización?
Por ejemplo, muchos académicos sostienen que la transformación de la Amazonia forma parte de los procesos de urbanización planetaria. Entonces, lo que hay que hacer es pensar en términos de los cambios regionales de urbanización que están ocurriendo en América Latina o en la región amazónica. Podemos pensar en ello en términos de vínculos relacionales y conexiones entre la naturaleza extractiva de la urbanización que emerge de la región amazónica y termina, eventualmente, en otra parte del mundo. Y cómo afecta a la urbanización en esa región, ya sea en términos de relaciones laborales, de desarrollo espacial o de transformaciones infraestructurales; ese tipo de conexiones tienen que hacerse sobre un particular específico en lugar de simplemente afirmarlo como una tendencia general.
-¿Qué nuevas formas de urbanización están emergiendo?
No tiene por qué ser completamente a nivel morfológico, pero se ve mucha transformación infraestructural. Así, el desarrollo de puertos se considera una forma urbana o cuando se construyen autopistas en un entorno completamente rural, eso se considera parte de las tipologías urbanas planetarias. Y para muchos, la aparición de espacios logísticos para garantizar el flujo de la cadena de suministro global puede ser una forma urbana. Algunas de ellas son bastante temporales, otras terminan siendo más permanentes en la naturaleza. Y aparecen diferentes tipos de formas urbanas. Pueden ser subterráneas, terrestres, incluso las plataformas petrolíferas en el océano o los contenedores de transporte apilados en un puerto pueden ser consideradas como algún tipo de forma urbana. También la transformación de las interfaces litorales entre la costa y el mar. Se trata de una nueva forma urbana debido a los excesos planetarios y a las extracciones que se están produciendo.
-¿De qué forma se modifican estas interfaces litorales?
Por ejemplo en Chennai, donde realizo gran parte de mi trabajo de campo, hay una inversión masiva en infraestructuras en términos de construcción de puertos. Cuando se construyen puertos cambia la morfología de la costa debido a la forma en que se draga y deposita la arena. Entonces esa interfaz entre la tierra y el mar cambia. Por ejemplo, las playas de Chennai se han ido haciendo más hacia el sur debido a la construcción del puerto. Se trata de una nueva forma urbana que, de repente, da lugar a playas de arena en Chennai, un fenómeno que no se podría haber visto hace veinte o treinta años.
-Usted ha investigado las inundaciones en las últimas décadas en Chennai. ¿De qué manera el proceso de urbanización produjo estos cambios en el ambiente?
Escribí sobre la crisis del agua que ocurrió en 2003. Fue tan grave que el estado tuvo que declarar una emergencia. En aquel momento se argumentaba que la crisis del agua se debía a que Chennai no es una ciudad ribereña, porque los ríos que fluían por Chennai estaban simplemente estancados. Eran poco más que desbordamientos de aguas residuales. Y eso era lo que pensábamos de los sistemas fluviales. Pero en 2015, cuando se producen las inundaciones, de repente los ríos fluyen, se desbordan hasta el punto de inundar la ciudad. El ecosistema de la ciudad cambió por completo. Así que en lugar de decir que la ciudad no es ribereña, se decía que la ciudad tiene sistemas ribereños que no hemos manejado bien, por lo que se produjeron las inundaciones. Se trata de una serie de debates muy complejos en cuanto a si se trata de malas políticas urbanas y de urbanización imprudente. Creo que no se puede reducir a un único relato, a una narración simplificada, a un razonamiento o a una lógica. Hay que empezar a pensar en términos de por qué las inundaciones se producen debido a la forma en que el interior se urbanizó, donde se alteró el ecosistema natural de lagos, embalses y afluentes. Muchos de los afluentes que se encuentran con el río ya no son visibles porque se urbanizaron.
-Usted ha planteado la idea de tomar al “interior” (hinterland) como naturaleza. ¿Qué quiere decir exactamente con la asociación entre estos dos conceptos?
Al contrario del argumento de la urbanización del interior que plantea Neil Brenner, yo sostengo que tenemos que revertir este sentido del desarrollo, y pensar en el interior como naturaleza, porque si se quiere aprovechar la oportunidad que ofrece este nuevo imaginario ecológico de pensar en la cuenca hidrográfica, la cuenca de captación, los sistemas de embalses, entonces tenemos que ser mucho más rigurosos a la hora de pensar en el interior como naturaleza. Es un tema que viene desde la época colonial el de pensar a las ciudades sin la red existente de relaciones socioeconómicas con el interior agrario. Y algo recuperable ahora, posiblemente, mirando a la naturaleza o a los ecosistemas. El ecosistema es una forma de reunir a una multitud de actores. Si pensamos sólo en términos de relaciones agrarias o de economía política, el desarrollo puede polarizarse rápidamente, ser controvertido, pero podemos incluir a una variedad de actores en la idea de esta naturaleza para ampliar el debate.
-Las inundaciones que usted investigó en India parecen tener características similares a las del conurbano bonaerense donde, por ejemplo, se urbaniza en zonas de humedales rellenando el terreno.
Sí. Gran parte de los desarrollos inmobiliarios son hechos por constructores advenedizos. El modo en que se ha producido la conversión del uso del suelo es muy ambiguo. Sigue siendo incierto. Se trata de pequeñas parcelas que se han urbanizado en función de la densidad permitida por las directrices de urbanización. Pero son esencialmente zonas bajas, parte de las llanuras aluviales, pantanos. Y cuando ocurrieron las inundaciones de 2015, la mayoría de las inundaciones fueron en la planta baja de las construcciones, por lo que había zonas completamente arrasadas. Pero en el momento de la especulación inmobiliaria, gran parte de este riesgo se minimiza.
Antropoceno, CALAS Sede Cono Sur, Estudios urbanos, Pushpa Arabindoo