Con el impulso del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, la decimoséptima edición del Concurso Nacional de Innovaciones -INNOVAR- una vez más premió a quienes crean, diseñan y desarrollan productos y servicios a nivel federal que abarquen invenciones de alto impacto social y comercial y que promuevan la transferencia de conocimientos y tecnología al sector productivo para mejorar la vida de la sociedad.

La Universidad Nacional de San Martín fue seleccionada con cuatro proyectos que, además de la votación del público general a través del sitio www.innovar.mincyt.gob.ar, fueron visitados en Tecnópolis por miles de personas, entre ellos funcionarixs interesadxs en sus desarrollos y juradxs que pasaron de incógnito para evaluarlos. Dos de estos trabajos de investigación aplicada lograron premios en distintas categorías.

FOCUS

El proyecto ganador de una de las diez distinciones de la categoría Innovación en la Universidad por $450.000 busca diseñar, construir y operar una constelación de satélites para la observación de la tierra cuyo instrumento es una antena de radar de apertura sintética en banda X (SAR X) para el monitoreo de infraestructuras críticas como puentes, represas, minería a cielo abierto, fraking, etc. Y, de esa manera, dar alertas tempranas por posibles daños o colapsos que puedan afectar a las personas, sus bienes y al medio ambiente.

Creado en la carrera Ingeniería Espacial por estudiantes avanzados, el proyecto Focus se desarrolla junto a instituciones como la CONAE, CNEA, IAR y a empresas privadas como SpaceSur, TestaBrava y otras.

La fase 1 -actual- consiste en desarrollar un modelo de demostrador tecnológico del instrumento SAR X en tierra, una vez finalizada esta etapa, se buscará financiación privada para llegar al espacio y poder comenzar a brindar el servicio de ofrecer imágenes SAR en banda X de alta resolución, alta revisita e interferometría diferencial a costo disruptivo, automatizando el servicio con Inteligencia Artificial.

“Este desarrollo además, es del tipo new space o space 4.0, en el que trabajamos con metodologías ágiles-scrum para reducir costos, en entornos colaborativos en equipos de alto rendimiento, como lo hacen SpaceX o Saab” -explica Franco Petrili, integrante del proyecto-. Si todo sale bien, esperamos para el año 2027 tener nuestra constelación de satélites operativas y, quien dice, hasta lanzarlos desde Argentina vía empresas nacionales o incluso desde el mismo Tronador II de Veng y la CONAE”.

SUPERBARBIJOS

En la categoría Producto Innovador, una de las dos distinciones INNOVAR 2022 de $800.000 fue para el equipo de investigadorxs de la Escuela de Habitat y Sostenibilidad que participó del desarrollo de los “superbarjijos” durante la pandemia.

Este sistema de nanocompuestos activos para barbijos de uso social es una iniciativa conjunta con grupos de investigación de la EHyS-UNSAM (Roberto Candal, Patricio Carnelli, Griselda Polla, Belén Parodi y Lucas Guz) y el Departamento de Física de la FCEyN -UBA y el CONICET.

ATLAS DE RESIDUOS DE SAN MARTÍN

Un equipo integrado por investigadores, docentes y estudiantes del Instituto de Arquitectura disputó como finalista la categoría “Investigación aplicada” con su trabajo de placa aislante térmica fabricada con residuos textiles industriales, que es el resultado de una colaboración entre la UNSAM y la UBA.

Radicado en el Instituto de Arquitectura de la EHyS – UNSAM, el trabajo de investigación Atlas de los residuos sólidos de San Martín realiza un mapeo de los residuos sólidos no tóxicos presentes en el territorio para luego plantear talleres proyectuales y convertir los residuos en nuevas materias primas alternativas para la construcción y así contribuir a reducir déficit de viviendas a nivel nacional. Lo dirige el investigador Roberto Busnelli y, al juntarse con el proyecto Transformar de FADU-UBA, los equipos lograron un primer producto prototipo, que es la placa con la que se presentaron en Tecnópolis. A partir de ahora, trabajan en conjunto en la escalada productiva y el desarrollo comercial, con el involucramiento de una amplia red de cooperativas e instituciones en una economía circular.

“La experiencia en Innovar fue muy enriquecedora, porque nos puso en el tablero a competir, fue un buen entrenamiento para estudiantes y un canal de difusión que se retroalimenta. Seguiremos participando en las próximas ediciones”, declaró Busnelli. 

BIOMATRIX

Por su parte, la Escuela de Bio y Nanotecnologías compitió con Biomatrix, una tecnología patentada que purifica proteínas, con múltiples aplicaciones, de manera más eficiente, rápida y económica que las alternativas disponibles en el mercado.

“Al ser un concurso abierto, además del intercambio con investigadores, industrias y empresas de base tecnológica, también pudimos llegar a familias y a personas de todas las edades e intereses –dice Gabriel Briones, investigador del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas-. En ese sentido, explicar nuestra idea sobre algo tan específico que requiere conocimientos fue un desafío, entonces preparamos juegos y dinámicas que engancharon mucho a estudiantes de primaria y secundaria”,

En estos días, atraviesan el final de la etapa de desarrollo, que consiste en aplicar la investigación para lograr un producto y cumplir el círculo de la innovación. 

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